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viernes, 11 de mayo de 2012

Dos Estudios Concluyen que la Profilaxis Preexposición al VIH Resulta Aceptable para los Hombres Gays‏

Este año se prevé la realización de un pequeño estudio piloto que evaluará dicha intervención preventiva en un entorno real

La profilaxis preexposición (PPrE) podría suponer una estrategia de prevención del VIH aceptable para una amplia proporción de hombres que practican sexo con hombres que viven en grandes ciudades del Reino Unido, según concluyen dos estudios presentados en el transcurso de la Conferencia de la Asociación Británica del VIH (BHIVA, en sus siglas en inglés), celebrada recientemente en la ciudad de Birmingham.

El primero de los estudios consistió en una encuesta transversal que contó con 842 hombres gays y bisexuales sin VIH, inscritos en bares, clubs y saunas de Londres.

A los participantes se les proporcionó información relativa a dicha profilaxis y se les preguntó qué probabilidades existían de que (en el caso de que estuviera disponible) tomaran un comprimido diario para prevenir la infección por VIH.

La mitad de las personas que formaron parte del ensayo contestaron que estarían dispuestas a tomar la profilaxis e incluso el 34% de ellas declararon mostrarse muy dispuestas.

Los hombres interesados en la PPrE fueron ligeramente más propensos a ser menores de 35 años (cociente de probabilidades ajustado [CPA]: 1,58), habían acudido a una clínica de salud sexual en el año anterior (CPA: 1,59) y habían tomado previamente profilaxis preexposición (CPA: 1,96).

En este sondeo, un total de 17 varones (el 2,1% de los que respondieron la pregunta) afirmaron que, con anterioridad, habían tomado antirretrovirales como método de profilaxis para reducir su riesgo de infección por VIH.

El segundo estudio fue realizado por un equipo de médicos del Centro de Salud Sexual de Manchester, que llevó a cabo una encuesta a hombres sin VIH que se dirigieron a su servicio tras haber mantenido una relación sexual anal receptiva sin protección.

De los 121 hombres que respondieron a las preguntas formuladas, un 36% declararon que estarían “muy dispuestos” a tomar la PPrE, mientras que sólo el 14% se mostraron reacios a seguir el tratamiento.

El 80% de los participantes consideraron la dosificación diaria como la mejor opción, mientras que apenas el 20% preferirían tomar la dosis antes de la relación sexual.

Estos datos confirman y revalidan los hallazgos de un estudio presentado en noviembre de 2011, que reveló que la mitad de los hombres gais entrevistados valorarían la posibilidad de tomar PPrE.

Al igual que en la anterior ocasión, se prefirió la dosis de una vez al día a la toma antes del sexo, ya que los hombres comentaron que, con frecuencia, la práctica sexual surge de forma espontánea y la dosis diaria facilitaría la adhesión.

No obstante, hay que tener en cuenta que estos datos se basan en el hecho de que los hombres recibieron unos pocos datos claves sobre la PPrE y les presentó como una opción hipotética, por lo que en la vida ordinaria la aceptación real de esta profilaxis puede ser muy diferente a la registrada en el estudio.

Aunque gran parte de los entrevistados en el estudio de Manchester aseguraron que tomarían todas las dosis de PPrE y no aumentarían sus relaciones sexuales de riesgo, los responsables del ensayo consideran que se deberían probar los resultados en un entorno real, en vez de en las condiciones artificiales de un estudio.

Con este fin, el Consejo de Investigación Médica está intentando recabar financiación para un estudio de dos años de duración que contará con la participación de 5.000 hombres sin VIH que practican sexo anal sin protección, que serán distribuidos de forma aleatoria para recibir PPrE oral (con el fármaco Truvada®) y acudir a entrevistas motivacionales o para ser incluidos en una lista de espera de profilaxis preexposición durante un año y recibir mientras tanto entrevistas motivacionales.

Para los investigadores, resulta vital que se trate de un estudio abierto, pero de distribución aleatoria en el que los participantes saben si están recibiendo realmente el fármaco.

Este diseño de estudio, poco frecuente, permitirá ofrecer una visión más precisa de la eficacia de la PPrE en el mundo real que un estudio ciego, dado que contemplará el posible impacto de que los participantes adopten más conductas de riesgo porque se sientan protegidos por la profilaxis (lo que se denomina desinhibición del comportamiento, o compensación de riesgo).

Sin embargo, hasta la fecha, los posibles financiadores de este costoso estudio no se han mostrado convencidos por este argumento y no está claro si el ensayo podrá seguir adelante.

Con todo, este mismo año se empezará la inscripción para una versión piloto del mismo estudio, en el que se prevé la participación de 500 hombres que acudan a alguna clínica de salud sexual de las aproximadamente 12 que colaboran en el ensayo.

Además de suponer un ensayo general para el estudio principal y permitir identificar los problemas incipientes que puedan surgir con esta estrategia, también proporcionará una información muy valiosa respecto al porcentaje de hombres que en realidad aceptaron y siguieron la oferta de la PPrE.

También se recogerán datos sobre las características de los varones que buscan profilaxis preexposición, las tasas de abandono y el porcentaje de compensaciones de riesgo.

La intención del equipo de investigadores es la de presentar alguno de estos datos a los posibles financiadores para respaldar una solicitud.

Fuente: Aidsmap. Referencias: Aghaizu A, et al. Who would use PrEP? Predictors of use among MSM in London. 18th Annual Conference of the British HIV Association, Birmingham, abstract O23, 2012.

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Website Conferencia de la Asociación Británica del VIH BHIVA: