En 2008, Redefiniendo el Sida en Asia, en un informe presentado al Secretario General Ban Ki-moon, señaló que "los hombres que compran sexo son el factor individual más poderoso en las epidemias de VIH en Asia".
Sin embargo, el trabajo sexual está tipificado como delito en casi todos los países de Asia Pacífico, obstaculizando los esfuerzos de prevención del VIH, según un nuevo informe de la ONU-Trabajo Sexual y la Ley en Asia y el Pacífico.
La ley puede ser utilizado para proteger y promover los derechos humanos de los trabajadores sexuales.
Por ejemplo, las leyes nacionales sobre el VIH en Camboya, Fiji, Laos, Papua Nueva Guinea, Filipinas, Vietnam y prohibir las pruebas obligatorias de VIH, respetar la confidencialidad de las personas que son VIH-positivos, y protegerlos de la discriminación.
El empoderamiento legal de las comunidades de trabajadores sexuales ha demostrado ser un método eficaz en la prevención del VIH.
Sin embargo, la ley se utiliza a menudo para criminalizar y penalizar a los profesionales del sexo, lo que resulta en su exposición a la violencia y la discriminación por parte de la sociedad en general, y los agentes del orden y los proveedores de atención de la salud en particular.
Esta situación limita el acceso de las trabajadoras del sexo a los servicios sociales y de salud que necesitan, y aumenta el riesgo de VIH para ellos y sus clientes.
Aunque hay alguna evidencia de que los programas 100% de uso de preservativos han tenido algunos resultados beneficiosos de prevención del VIH, el informe señala que a medida que se aplica actualmente, estos programas dañar las respuestas al VIH debido a su carácter coercitivo e implícitos violaciónes de derechos humanos, como la exigencia de registro obligatorio, obligatorio exámenes de salud, y la vigilancia de las autoridades sanitarias.
Por otra parte, la confiscación de los condones y el acoso de las trabajadoras sexuales de la policía es un problema muy extendido en Asia. Modelos alternativos de programación de condones son necesarios.
Dar a los condones para las personas que han sido durante mucho tiempo a que se refiere como un "mal social", cultural y legalmente, no frenar la epidemia del VIH en Asia Pacífico.
Sin embargo, dándoles protección legal y el respeto de sus derechos será de ayuda.
Es imprescindible revisar y reformar la legislación vigente, garantizando que las trabajadoras sexuales y las organizaciones de trabajadoras sexuales son completa y centralmente involucrado en la mejora de los entornos legales para proteger sus derechos humanos.
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