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martes, 4 de diciembre de 2012

Abacavir Podría Resultar Igual de Potente que Tenofovir en Personas con Cargas Virales Elevadas

Un nuevo estudio cuestiona la evidencia científica que muestra una potencia reducida de este análogo de nucleósido cuando la viremia es alta.
 
Un análisis de dos estudios que evaluaban el inhibidor de la integrasa dolutegravir ha arrojado un resultado imprevisto que cuestiona la evidencia científica que sugiere que, en personas que empiezan el tratamiento antirretroviral con cargas virales elevadas, el análogo de nucleósido abacavir (Ziagen®; también coformulado en Kivexa®) es menos potente que otros fármacos de la misma familia, como por ejemplo, tenofovir (Viread®; también coformulado en Truvada®, Atripla®, Eviplera® y Stribild™).
 
Los resultados fueron presentados en el XI Congreso Internacional sobre Terapia Farmacológica en la Infección por VIH, celebrado recientemente en Glasgow (Escocia, Reino Unido).
 
Este nuevo hallazgo podría tener implicaciones importantes pues, de confirmarse, supondría revisar las recomendaciones de uso del tratamiento antirretroviral para colocar los regímenes basados en abacavir en el mismo nivel de preferencia que las pautas basadas en tenofovir, lo que podría aumentar, a su vez, las opciones de tratamiento para los pacientes.
 
La última versión de enero de 2012 de las directrices españolas sobre el empleo del tratamiento antirretroviral, que elabora año tras año un panel de expertos del Grupo de Estudios para el Sida (GeSIDA) y la Secretaría del Plan Nacional del Sida (SPNS), recomienda de forma unánime como pautas preferentes en la terapia de inicio aquellas que incluyen tenofovir y emtricitabina (Truvada®).
 
El uso de abacavir y lamivudina (Kivexa®) queda relegado a pauta alternativa, solo para aquellas personas que inician el tratamiento con una carga viral inferior a 100.000 copias/mL.
 
Lo mismo sucede en las recomendaciones británicas y en las estadounidenses. Los expertos basan su decisión en la evidencia científica proporcionada por varios ensayos clínicos, pero sobre todo en un estudio, que por su tamaño, arrojó indicios más sólidos.
 
El estudio ACTG 5202 mostró que, en personas con VIH que empezaban por primera vez una terapia antirretroviral con cargas virales elevadas, el tiempo hasta que se producía el fracaso del tratamiento fue significativamente menor entre los pacientes que tomaron abacavir/lamivudina que en los que recibieron tenofovir/emtricitabina.
 
En la conferencia de Glasgow, se compararon los resultados de supresión viral a las 48 semanas en dos ensayos clínicos que evalúan el nuevo inhibidor de la integrasa dolutegravir.
 
En el estudio SPRING-2, dolutegravir se mostró tan potente como raltegravir, el único fármaco comercializado de esta familia de antirretrovirales (véase La Noticia del Día 02/08/2011): http://gtt-vih.org/actualizate/la_noticia_del_dia/02-08-12
 
En cambio, en el estudio SINGLE, dolutegravir resultó ser superior a efavirenz (Sustiva®; coformulado en Atripla®), proporcionando tasas de indetectabilidad viral (menor 50 copias/mL) a las 48 semanas de 88% y 81%, respectivamente (véase La Noticia del Día 19/09/2012): http://gtt-vih.org/actualizate/la_noticia_del_dia/19-09-12
 
En el SPRING-2, los médicos que participaban en el ensayo podían elegir o bien Kivexa® o bien Truvada® para acompañar a los inhibidores de la integrasa.
 
En el SINGLE, los participantes fueron distribuidos de forma aleatoria para recibir o dolutegravir más Kivexa® o efavirenz más Truvada® (coformulados en Atripla®).
 
En el SINGLE, el 7% de superioridad observado con el uso de la combinación de dolutegravir y Kivexa® sobre Atripla® pareció ser independiente de las cargas virales iniciales de los participantes del ensayo.
 
En personas con cargas virales basales inferiores a 100.000 copias/mL, las tasas de pacientes con carga viral indetectable a la semana 48 fueron de un 90% en los participantes que recibieron dolutegravir y Kivexa® y de un 83% en los que tomaron Atripla®.
 
Las tasas de pacientes que alcanzaron la indetectabilidad viral fueron más bajas en personas que iniciaron el tratamiento con una carga viral superior a 100.000 copias/mL, aunque el margen del 7% de superioridad permaneció inalterable: un 83% en los que tomaron dolutegravir y Kivexa® y un 76% entre los que recibieron Atripla®.
 
La cuestión es que si abacavir tiene menos potencia que tenofovir en personas con cargas virales elevadas, sería esperable un margen de superioridad más reducido en tales pacientes.
 
Sin embargo, no fue así. En el SPRING-2 se pudo realizar una comparación todavía más directa entre Kivexa® y Truvada® en personas con cargas virales elevadas y reducidas antes de empezar el tratamiento.
 
En personas con cargas virales inferiores a 100.000 copias/mL que tomaron Kivexa®, un 87% de los que recibieron dolutegravir y un 88% de los que tomaron raltegravir consiguieron carga viral indetectable en comparación con un 92 y un 91%, respectivamente, de los que recibieron Truvada®.
 
En personas que iniciaron la terapia con cargas virales superiores a 100.000 copias/mL incluyendo Kivexa®, un 81% de los que tomaron dolutegravir y un 82% de los que recibieron raltegravir alcanzaron la indetectabilidad viral en comparación con un 83 y un 71%, respectivamente, de aquellos a los que se administró Truvada®.
 
Ninguna de las diferencias halladas fueron estadísticamente significativas.
 
Conviene señalar que ninguno de estos estudios había sido diseñado de forma específica para comparar frente a frente regímenes basados en tenofovir con regímenes basados en abacavir.
 
Sin embargo, dado el tamaño de ambos ensayos (1.655 participantes de los cuales 495 -30%- tenían una carga viral inicial superior a 100.000 copias/mL), podrían ser lo suficientemente grandes como para hacer que los especialistas reevalúen la recomendación sobre la potencia relativa de abacavir frente a tenofovir.
 
Junto con los resultados de otro metanálisis publicado recientemente que no han hallado tasas más elevadas de ataque al corazón entre los participantes que tomaron abacavir en ensayos clínicos controlados de distribución aleatoria en contraste con los resultados obtenidos de los estudios de cohorte, toda esta nueva evidencia científica podría inclinar la balanza a favor de volver a equiparar a abacavir y tenofovir como pautas de inicio preferentes en las guías de tratamiento.
 
Fuente: Hivandhepatitis.com
Referencia: Eron J, Rockstroh J, Pozniak A, et al. Dolutegravir treatment response by baseline viral load and NRTI backbone in treatment-naive HIV-infected individuals. 11th International Congress on Drug Therapy in HIV Infection (HIV11). Glasgow, November 11-15, 2012.
 
Articulo:
 
Website Glasgow 2012 HIV Congress: