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jueves, 17 de julio de 2014

El Herpes Genital Incrementaría la Transmisión Sexual del VIH en Usuarios de Drogas no Intravenosas

Un diagnóstico y tratamiento adecuados de dicha infección podría evitar la mayoría de las transmisiones VIH en este grupo poblacional.

Un estudio estadounidense publicado en PLoS ONE ha hallado que, entre usuarios de drogas por vía no intravenosa de Nueva York (EE UU) existiría una fuerte asociación entre la infección por el virus del herpes simple tipo II (VHS-2), causante del herpes genital, y la infección por VIH.

El uso de drogas intravenosas ha constituido, desde los inicios de la epidemia de la infección por VIH, uno de los factores de riesgo de adquirir la infección más importantes.

En los últimos años, el cambio de la tendencia en el consumo de drogas ha supuesto un descenso importante en la inyección de opiáceos, lo cual ha reducido en gran medida la transmisión del VIH relacionada con el uso de drogas intravenosas.

El uso de drogas no intravenosas es un factor de riesgo de la transmisión del VIH frecuentemente olvidado, aunque no son pocos los estudios que han destacado que, por su capacidad para afectar a la toma de decisiones, producir la desinhibición e incrementar (según el tipo de droga) el placer sexual, el consumo compulsivo de drogas no inyectables sería un importante factor de riesgo de la transmisión sexual del VIH.

Otro aspecto que apuntaría en la misma dirección sería el intercambio de sexo por drogas o por dinero para adquirirlas, un hecho que puede tener lugar en casos en los que se ha desencadenado un fuerte vínculo adictivo con la o las drogas, independientemente de su vía de administración.

El VHS-2 es una de las infecciones de transmisión sexual (ITS) más prevalentes a nivel mundial, con efectos notables sobre la capacidad de transmisión del VIH.

Por un lado, produce heridas y llagas en la piel de la zona genital (lo que proporciona un punto de entrada al virus) y, por otro, atrae a dicha zona las células-T CD4 (sus células diana).

Además, las recurrencias frecuentes del VHS-2 aumentan la cantidad de VIH en sangre y el tracto genital.

En conjunto, todo ello facilita la transmisión sexual del VIH. Para establecer una posible relación la infección por VHS-2 y el VIH entre usuarios de drogas no intravenosas, los autores del presente estudio compararon la prevalencia de la infección por VIH entre personas atendidas en un centro de desintoxicación neoyorquino (solo aquellas que acudían por consumo de drogas por vía no inyectable) entre los períodos 1995-1999 (785 personas) y 2005-2011 (1.764 personas).

Todos los participantes eran usuarios activos de heroína y/o cocaína por vía no intravenosa.

La prevalencia de la infección por VIH aumentó del 7 al 13% entre los dos períodos evaluados, con incrementos prácticamente uniformes en todos los subgrupos demográficos.

La coinfección por VIH y VHS-2 fue altamente frecuente durante los dos períodos. El 80% de las mujeres sin VIH y el 43% de los hombres sin VIH estaban infectados por el VHS-2.

Los porcentajes fueron mucho más elevados tanto en mujeres como en hombres con VIH (97 y 67%, respectivamente).

El incremento en la prevalencia de la infección por VIH entre los dos períodos correspondió mayoritariamente al incremento de la coinfección VIH/VHS-2, con un aumento relativamente pequeño de los niveles de Monoinfección por VIH.

Ello apuntaría claramente a una transmisión sexual del VIH, dentro de los usuarios de drogas no intravenosas, fuertemente vinculado a la transmisión del VHS-2.

De hecho, en el estudio, la mitad de las adquisiciones del VIH en mujeres se asociaron al incremento de transmisibilidad del VIH causado por el VHS-2 y el 60% de adquisiciones del VIH en hombres por vía heterosexual se dieron por dicha causa.

Los resultados del presente estudio ponen de manifiesto el impacto del VHS-2 sobre la transmisión del VIH en usuarios de drogas no intravenosas.

En este grupo demográfico, así como en la población general, parece importante una respuesta adecuada –diagnóstico y tratamiento- de las ITS en general y el VHS-2 en particular como una herramienta más para prevenir la transmisión del VIH.

Referencia: Des Jarlais DC, Arasteh K, McKnight C, et al. HSV-2 co-infection as a driver of HIV transmission among heterosexual non-injecting drug users in New York City.PLoS One. 2014 Jan 31;9(1):e87993.




Website PLoS ONE: