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viernes, 10 de abril de 2015

La Inyección de Anticuerpos contra el VIH Reduciría Notablemente la Carga Viral‏

No obstante, su efecto perdería eficacia con el tiempo, por lo que sería necesario combinar esta estrategia con antirretrovirales o con otros tipos de anticuerpos.

Un estudio publicado en la edición del 8 de Abril de Nature ha concluido que el uso de un tipo de anticuerpo ampliamente neutralizante, conocido bajo el nombre de 3BNC117, reduciría los niveles de VIH de forma destacable.

Sin embargo, dada la elevada capacidad del VIH para mutar y volverse resistente, la eficacia de la estrategia no se mantendría en el tiempo y, probablemente, sería necesario combinar varios anticuerpos o combinar esta terapia con antirretrovirales para conseguir un efecto duradero.

La inmunización pasiva es una estrategia terapéutica que consiste en inyectar anticuerpos contra una infección para inactivarla y/o reducir su impacto.

Aunque suele tratarse de una estrategia especialmente utilizada para tratar infecciones agudas con sintomatología peligrosa (como el Ébola o determinados tipos de meningitis) o como antídoto de algunos venenos, la inmunización pasiva no suele utilizarse en el tratamiento de infecciones crónicas como la causada por el VIH.

De hecho, en anteriores estudios llevados a cabo con anticuerpos contra el VIH de menor potencia que el presente, este enfoque demostró cierta eficacia en animales aunque se reveló insuficiente en humanos.

A lo largo de la última década se ha producido un desarrollo importante en el campo de los anticuerpos monoclonales, lo cual permite una mayor eficiencia y especificidad en la producción de anticuerpos.

Ello se debe a que, antes de su desarrollo, era necesario purificar los anticuerpos del suero de personas que habían superado una infección o de animales expuestos o inmunes a esta.

La técnica de producción de anticuerpos monoclonales consiste en aislar el linfocito B que produce el anticuerpo deseado e hibridarlo con una célula tumoral en un medio de cultivo de laboratorio.

Dado que las células tumorales se reproducen muy rápida y eficientemente, el tejido derivado de la fusión de ambas células produce anticuerpos de forma exponencial, hecho que hace viable y económico el desarrollo de medicamentos con dichos anticuerpos.

El presente estudio utilizó un anticuerpo monoclonal ampliamente neutralizante activo contra el 80% de las cepas conocidas del VIH – llamado 3BNC117- en cuatro dosis diferentes en un total de 29 personas de EE UU y Alemania.

Diecisiete de ellas tenían VIH y 15 de estas diecisiete no tomaron tratamiento antirretroviral durante el estudio.

El anticuerpo 3BNC117 se une de forma potente a la zona del receptor CD4 que el VIH utiliza para entrar en los linfocitos, inhibiendo de este modo la reproducción del virus en ellas.

Una sola administración de la dosis más elevada de la infusión de anticuerpos ensayada (de 30mg por Kg de peso) redujo la carga viral en las personas con VIH que la recibieron entre 0,8 y 2,5log.

Además, la viremia de estas personas se mantuvo reducida durante unos 28 días.

Como era de esperar, el VIH desarrolló mutaciones de resistencia en aquellas personas que recibieron el anticuerpo, aunque dicho desarrollo fue variable y en algunas personas la sensibilidad del virus al efecto del anticuerpo se mantuvo durante un mes.

Para obtener una terapia basada en anticuerpos con eficacia duradera en el tiempo serán necesarios dos factores: un ajuste de la dosificación que optimice sus efectos y combinar varios anticuerpos (o anticuerpos y antirretrovirales), algo ya muy conocido en el campo del VIH, donde las monoterapias nunca han obtenido resultados duraderos.

Los resultados del presente estudio resultan prometedores, ya que podrían permitir añadir un agente biológico a la terapia contra el VIH capaz de inhibir la entrada del virus en las células diana, con el añadido de que los anticuerpos tienen un efecto potenciador de la respuesta inmunitaria, poniendo alerta e implicando a diversas células defensivas.

A falta de verificar su eficacia y seguridad y, por tanto, de un largo desarrollo clínico, dicha estrategia podría jugar un papel fundamental en terapias preventivas (tales como la profilaxis pre o post-exposición), dentro del tratamiento antirretroviral e incluso en estrategias encaminadas a la cura funcional de la infección por VIH.

Fuente: Nature
Referencia: Caskey M, Klein F, Lorenzi JC, et al. Viraemia suppressed in HIV-1-infected humans by broadly neutralizing antibody 3BNC117. Nature. 2015 Apr 8. doi: 10.1038/nature14411.



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