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jueves, 24 de septiembre de 2015

Elevada Mortalidad a 10 Años en una Cohorte de Personas Coinfectadas por VIH y Hepatitis C‏

La presencia de hígado graso sería un factor asociado al desarrollo de fibrosis hepática, lo que aumentaría significativamente el riesgo de fallecer.

Un estudio presentado en la VIII Conferencia de la Sociedad Internacional del Sida, celebrada el pasado mes de julio en Vancouver (Canadá), mostró una tasa de mortalidad preocupantemente elevada entre personas coinfectadas por VIH y el virus de la hepatitis C (VHC) de una cohorte de Nueva York (EE UU): el 29% de los integrantes de la cohorte neoyorquina analizada había fallecido durante un período de 10 años de seguimiento.

Las personas coinfectadas por VIH y VHC experimentan una progresión de la enfermedad hepática más rápida que la de aquellas monoinfectadas por VHC.

En esta línea, la probabilidad de experimentar fibrosis hepática, hígado graso (esteatosis) o esteatohepatitis –factores que incrementan el riesgo de padecer cirrosis y cáncer hepático– aumenta notablemente en personas coinfectadas.

Un equipo de investigadores realizó un estudio retrospectivo que contó con la participación de 105 personas con VIH y VHC que habían realizado biopsias hepáticas entre los años 1998 y 2003 en un hospital neoyorquino y de las cuales se había realizado un seguimiento médico entre los años 2005 y 2015.

El objetivo del estudio fue establecer cómo la coinfección por VIH en personas con hepatitis C aumentaba la presencia de las complicaciones hepáticas antes descritas y cómo ello condicionaba la supervivencia.

La mayoría de los participantes (70%) eran hombres y la edad promedio era de 45 años. El 84% tenía VHC de genotipo 1.

El 23% se encontraba en fases avanzadas de la enfermedad hepática (estadios F3 o F4, según la escala Metavir) y el 29% tenía fibrosis leve o ausente (estadio F0-F1 según la escala Metavir).

El 88% de los participantes tomaba terapia antirretroviral, el 61% tenía carga viral indetectable, la mediana del recuento de CD4 fue de 410 células/mm3 y el 60% habían recibido diagnóstico de sida.

El índice de masa corporal promedio era de 26,3 (correspondiente a sobrepeso), el 10% de los participantes tenía diabetes y el 20% hipertensión.

El 56% de las personas incluidas en el estudio presentaban hígado graso, aunque mayoritariamente de grado 1, es decir, leve.

En el 7% de los casos la esteatosis era moderada (grado 2) y en el 2% era de tipo avanzado (grado 3).

Las personas con esteatosis eran, con mayor probabilidad, de sexo masculino y tenían sobrepeso u obesidad.

En estas personas también se observó una mayor probabilidad de consumir alcohol.

Durante los 10 años de seguimiento se detectaron algunos factores asociados a un mayor riesgo de desarrollar esteatosis, aunque en ningún caso se observaron relaciones significativas.

Dichos factores fueron la presencia de diabetes, la de cirrosis hepática descompensada, la de enfermedad arterial coronaria, la de enfermedad vascular periférica y la de infartos de miocardio.

El 29% de los participantes fallecieron durante los diez años de seguimiento.

Un tercio de las muertes se relacionaron con causas hepáticas.

El análisis de supervivencia mostró que las personas con esteatosis presentaban una supervivencia a 5 años inferior a la de quienes no tenían dicha condición (del 88 y el 93%, respectivamente).

Esta influencia también se observó en la supervivencia a 10 años (del 65 y el 73%, respectivamente).

Sin embargo, en ninguno de los dos casos la diferencia alcanzó valores significativos.

La progresión de la fibrosis hepática, evaluada por medio de las escalas de puntuación FIB-4 y APRI, se relacionó con un incremento significativo de la tasa de mortalidad (de entre un 8 y un 15%, según las escalas FIB-4 y APRI, respectivamente).

En el estudio, la esteatosis se asoció con mayores niveles de fibrosis hepática.

Al realizar un análisis multivariable, se observó que diabetes, obesidad, niveles elevados de lípidos sanguíneos, consumo de alcohol, carga viral detectable del VIH y carga viral detectable del VHC fueron factores que, en el presente estudio, no afectaron de forma significativa a la supervivencia.

Los resultados de este estudio apuntan hacia diversos factores que podrían afectar a la supervivencia y a la evolución de la enfermedad hepática en el contexto de la coinfección por VIH y VHC.

Sin embargo, dada la poca presencia de relaciones significativas (posiblemente por causa de problemas en el diseño del estudio), sería necesario respaldar las tendencias observadas con estudios más consistentes.

Por otro lado, es de esperar que la implantación de los antivirales de acción directa en el ámbito del tratamiento de la infección por VHC reduzca notablemente las tasas de mortalidad en colectivos como el representado en esta cohorte, al menos en aquellos países que dispongan de un acceso amplio a dichos fármacos.

Fuente: HIVandHepatitis
Referencia: Down C, Mehta N, and Marks K. The risk of cardiovascular disease and death over 10 years in HIV/HCV co-infected patients with and without steatosis. 8th International AIDS Society Conference on HIV Pathogenesis, Treatment, and Prevention. Vancouver, July 19-22, 2015. Abstract TUPEB246.




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