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martes, 20 de septiembre de 2016

Detener el SIDA para el Año 2030 es en Realidad Bastante Improbable

A pesar de todos los discursos emocionados de poner fin a la epidemia, las tasas de infección de VIH anuales globales no han disminuido desde hace una década.

Sólo hay una posibilidad distante que el mundo va a ver el fin de la epidemia de SIDA en los próximos 15 años dadas las tendencias actuales, Aidsmap informa.

Esta realidad está en marcado contraste con gran parte del optimismo, y podría decirse que hiperbólica, la retórica que sale de diversas organizaciones no lucrativas y organizaciones no gubernamentales en los últimos años.

El Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/SIDA (ONUSIDA) ha establecido objetivos ambiciosos para 2020: conseguir el 90 por ciento de la población mundial de VIH diagnosticados, el 90 por ciento de ese grupo de tratamiento y el 90 por ciento de ese grupo de forma viral suprimida, para un vírica global tasa de supresión de 73 por ciento.

El logro de los objetivos 90-90-90, los proyectos de los organismos, sería fundamental para acabar con el SIDA como una crisis de salud pública en 2030.

La publicación de sus hallazgos en la revista The Lancet, los investigadores analizaron los datos de la Carga Global de Enfermedad de estudios que abarca desde 1980 hasta 2015 con el fin de encontrar las tendencias en la incidencia del VIH (nuevas infecciones anuales), la prevalencia (número total de personas que viven con el virus), el uso de los antirretrovirales y la mortalidad.

Se examinaron los datos de 195 países.

En 1997, la incidencia del VIH alcanzó su punto máximo, en 3,3 millones de nuevas infecciones, y luego se redujo en un 4,8 por ciento por año hasta el 2005.

Entre 2005 y 2015, como la investigación dejó claro el poder de los antirretrovirales para prevenir la transmisión del VIH, la tasa de infecciones se mantuvo relativamente constante, oscilando entre 2,5 millones y 2,6 millones de dólares anuales.

El número de personas que viven con el virus sólo ha crecido con el paso de los años, aunque más lentamente durante este siglo.

En 1985, 2,4 millones de personas vivían con el VIH en todo el mundo, una cifra que se disparó a 28 millones para el año 2000.

Durante los siguientes 15 años, la prevalencia del VIH aumentó en un promedio del 0,8 por ciento al año, alcanzando un estimado de 38,8 millones en 2015.

Tres cuartas partes de las transmisiones de VIH en 2015 se produjeron en el África subsahariana, se estimaba que había 1,8 millones de personas contrajeron el virus.

Entre 2005 y 2015, la incidencia del VIH aumentó en 102 de los 195 países analizados en el estudio, entre ellos Egipto, Pakistán, Kenia, Filipinas, Camboya, México y Rusia.

El año más mortal en la epidemia era de 2005, que registró 1,8 millones de muertes. En 2015, la tasa de mortalidad anual ha disminuido a 1,2 millones.

Alcanzar la meta de conseguir el 81 por ciento de la población con VIH de cada nación en ARV a finales de la década de ONUSIDA requeriría duplicar la tasa de los que recibieron la terapia.

En 2015, sólo el 41 por ciento de las personas que viven con el virus en todo el mundo estaban en tratamiento.




Website Aidsmap:

Website The Lancet: