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jueves, 19 de enero de 2017

Se Observa un Mayor Riesgo de Embarazos Fallidos en Mujeres con el VIH Fumadoras

Un estudio estadounidense subraya la importancia de ofrecer intervenciones de deshabituación tabáquica a las pacientes que desean quedarse embarazadas.

Según un estudio estadounidense publicado en la edición online de AIDS, fumar incrementa de manera significativa el riesgo de pérdida del embarazo (aborto espontáneo o el parto de un bebé muerto).

Es bien sabido que el tabaco tiene un impacto negativo sobre la salud en general y que el tabaquismo durante el embarazo puede afectar al desarrollo del feto.

Un reciente metaanálisis mostró que fumar durante el embarazo multiplica por tres el riesgo de sufrir abortos espontáneos en comparación con las mujeres que no fuman durante la gestación.

Aproximadamente el 35% de las mujeres estadounidenses que viven con el VIH son fumadoras lo que representa el doble de personas fumadoras en comparación con la población general.

Tanto la infección por el VIH como el tabaco se han asociado a inflamación y activación inmunitaria, procesos ambos que se han relacionado con un empeoramiento del desarrollo del embarazo.

Para verificar si el VIH y el tabaco interactúan aumentando el riesgo de interrupción del embarazo, un equipo de investigadores del Estudio Interagencias sobre el VIH en Mujeres (WIHS, por sus siglas en inglés) desarrollaron un estudio con el fin de evaluar el impacto del uso del tabaco durante el embarazo en mujeres con y sin el VIH durante un periodo de 20 años.

El estudio contó con los datos de 659 mujeres y 1.033 embarazos.

Del total de las participantes, 396 eran mujeres con el VIH que tuvieron 592 embarazos.

El análisis de las mujeres con el VIH mostró que las fumadoras tenían menos probabilidades de estar tomando tratamiento antirretroviral (67% frente al 80%); de tener la carga viral indetectable (48% frente al 71%); y de tener recuentos más bajos de células CD4 (415 frente 485 células/mm3) en comparación con las mujeres no fumadoras.

Asimismo, las mujeres con el VIH fumadoras mostraron tasas más elevadas de desempleo y un menor nivel de ingresos económicos en comparación con las mujeres no fumadoras.

Además, entre las fumadoras, se registró un mayor consumo tanto de drogas inyectables como no inyectables (incluida marihuana).

Otros factores de confusión que se tuvieron en cuenta a la hora de analizar los datos fueron la edad, la etnia, el índice de masa corporal (IMC), la situación laboral y económica, el uso de drogas y alcohol.

Aproximadamente un tercera parte del total de embarazos que se produjeron durante el estudio fueron embarazos fallidos de los que 314 fueron abortos espontáneos y 12, nacimientos de bebés muertos.

Tras ajustar por posibles factores de confusión se observó que las mujeres con el VIH y que actualmente fumaban tenían un 15% más de probabilidades de experimentar una pérdida del embarazo en comparación con las mujeres con el VIH no fumadoras.

Los investigadores calcularon que sería necesario ofrecer una intervención bien diseñada de deshabituación tabáquica a 36 mujeres para prevenir un pérdida de embarazo.

Los resultados del estudio mostraron que el riesgo general de sufrir una interrupción durante el embarazo fue similar en las mujeres con el VIH (33%) y las mujeres no infectadas (30%).

En el grupo de mujeres no fumadoras el riesgo de experimentar un embarazo fallido fue similar tanto en el grupo de mujeres con el VIH (22%) como en las mujeres no infectadas (25%).

Sin embargo entra las fumadoras, las mujeres con el VIH registraron el 52% de los embarazos fallidos en comparación con un 33% en las mujeres sin VIH.

Las diferencias de riesgo al comparar fumadoras y no fumadoras mostró un mayor efecto del tabaco en mujeres con el VIH que en las mujeres sin el VIH (19% frente al 10%, respectivamente).

Para sorpresa de los investigadores, los resultados mostraron que las mujeres con el VIH fumadoras que recibían tratamiento antirretroviral y con carga viral indetectable tuvieron un mayor riesgo de interrupción del embarazo en comparación con aquellas mujeres con el VIH que no tomaban tratamiento y con carga viral detectable (24%, 22,5% frente a 13%, 13%).

El grupo de expertos calculó que el tabaco incrementó el riesgo de pérdida de embarazo entre las mujeres sin VIH en, aproximadamente, un tercio (cociente de riesgo ajustado [CRa]: 1,31; límites de confianza del 95% [LC95%]: 0,99-1.75) mientras que en las mujeres sin el VIH este incremento fue de, aproximadamente, tres cuartas partes (CRa: 1,74; LC95%: 1,36-2,23).

Los resultados del presente estudio muestran una clara evidencia de que ser fumadora incrementa el riesgo de pérdida del embarazo tanto entre las mujeres con o sin el VIH. Sin embargo, este efecto tiene un impacto mayor entre las mujeres con el VIH.

Teniendo en cuenta estos resultados, es de especial importancia animar a las mujeres con el VIH fumadoras que planean quedarse embarazadas a que dejen de fumar tanto por los beneficios que esto tiene para el correcto desarrollo del feto como para su propia salud.

Fuente: Aidsmap
Referencia: Westreich D, Cates J, Cohem M, et al. Smoking, HIV, and risk of pregnancy loss. AIDS, online edition. DOI: 10.1097/QAD0000000000001342, 2016.




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