La tuberculosis (TB) es la enfermedad infecciosa más mortal del mundo y mata a 1,4 millones de personas al año.
Las últimas pruebas de diagnóstico pueden diagnosticar la tuberculosis de forma rápida y precisa.
Los nuevos medicamentos pueden ayudar a prevenir y curar la tuberculosis.
Sin embargo, la gente sigue muriendo de una enfermedad que se ha curado durante décadas.
Mientras el mundo se moviliza para luchar contra COVID-19, los gobiernos tienen la oportunidad de ampliar su respuesta a la tuberculosis. COVID-19 está exacerbando las desigualdades, por lo que es aún más importante llegar a las personas con prevención y tratamiento de la tuberculosis que salvan vidas.
Step Up for TB 2020, un informe de Médicos Sin Fronteras (MSF) y Stop TB Partnership, encuestó a 37 países y descubrió que muchos utilizan prácticas, políticas y herramientas obsoletas e ineficaces para diagnosticar y tratar la tuberculosis.
Step Up for TB 2020 resume los hallazgos de la cuarta encuesta de políticas nacionales de TB de la serie Step Up for TB (anteriormente conocida como Out of Step).
Esta edición presenta datos sobre 37 países, evaluando hasta qué punto las políticas nacionales se alinean con las mejores prácticas internacionales basadas en las directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y las últimas investigaciones científicas.
La encuesta examinó las políticas relacionadas con el diagnóstico, el tratamiento, la prevención y la adquisición de medicamentos.
Los resultados muestran que no hay suficientes países que se esfuercen por actualizar sus políticas nacionales tras la publicación de las nuevas directrices de la OMS.
Los productos innovadores tardan años en llegar a las personas que los necesitan, reduciendo su impacto.
Como resultado, siguen sin cumplirse los objetivos globales alcanzables para reducir las enfermedades y muertes innecesarias y detener la propagación de la tuberculosis.
Website MSF Access Campaign:
https://msfaccess.org/