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jueves, 29 de septiembre de 2022

Expertos de los NIH Revisan los Desafíos de la Viruela del Mono

Las lecciones aprendidas de las respuestas de salud pública a las pandemias de VIH y COVID-19 deberían ayudar a guiar la respuesta al brote actual de viruela del simio, escriben los expertos de los Institutos Nacionales de Salud en un editorial publicado hoy en el New England Journal of Medicine. Anthony S. Fauci, MD, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID), y H. Clifford Lane, MD, subdirector de investigación clínica y proyectos especiales del NIAID, analizan una serie de casos publicados (JP Thornhill et al. ) que detalla los síntomas y los resultados de 528 personas con viruela del simio de 16 países de los cinco continentes. 

Los autores señalan que el patrón epidemiológico del brote de viruela del simio en varios continentes se asemeja al de los primeros casos de SIDA en que la mayoría de los casos son entre hombres que tienen sexo con hombres. 

Advierten, sin embargo, que no se debe suponer que los casos de viruela símica permanecerán confinados a esta población. 

Se sabe que el virus de la viruela del mono se propaga por contacto directo de la lesión con la piel; en brotes anteriores, dicha propagación a menudo era de un niño infectado a un cuidador. 

Los datos sugieren que la transmisión sexual probablemente desempeñe un papel en el brote actual, señalan los autores. 

Requieren estudios de observación detallados, encuestas serológicas y vigilancia continua para obtener más información sobre la epidemiología del brote actual. Dres. Fauci y Lane también comparan la viruela del simio, el VIH/SIDA y el COVID-19 con respecto a las causas de cada enfermedad y las contramedidas disponibles para combatirlas. 

Afortunadamente, ya existen diagnósticos, vacunas y tratamientos para la viruela del simio. 

Un desafío para las comunidades de investigación y salud pública es garantizar una distribución equitativa y eficiente de estas contramedidas existentes y, al mismo tiempo, realizar una investigación clínica rigurosa para recopilar más datos sobre su seguridad y uso óptimo, concluyen.



Website The New England Journal of Medicine: 
https://www.nejm.org/