Páginas con Documentos Descargables / Pincha para los Enales

miércoles, 7 de marzo de 2012

Articulo: El Poder del Estigma y el Poder del Amor‏

"Testimonio"

Al ser la hija de un pastor evangélico en Bolivia, revelar mi diagnóstico de VIH presentaba el riesgo de tener que enfrentar la acusación, la culpa y las condenaciones.

Cuando obtuve un diagnóstico positivo de VIH en el año 2000, decidí hablar abiertamente sobre ello y sobre mi experiencia como sobreviviente de una violación.

La decisión se fundamentó en mi creencia de que las comunidades y redes religiosas que trabajan con temas relacionados con el VIH y SIDA tenían que romper el silencio en torno a la propagación del VIH entre las mujeres.

¿Qué es el estigma?

El estigma es una marca de desgracia que se asocia con una circunstancia o un atributo negativo particular.

Estigmatizar (provocar que una persona sufra estigma) es catalogar a una persona o a un grupo de personas, con base en ideas preconcebidas, información errónea, o una decisión consciente de rechazar a los demás.

Cuando la idea de aislar a algunas personas o a un grupo de personas con ciertas condiciones se torna en acción, se convierte en discriminación.

El estigma dentro de la iglesia

El cristianismo es una cuestión de amor. Jesús fue más allá de las cuestiones relacionadas con la moralidad y la pureza para comunicar su amor a las personas. A pesar de esto, he visto a personas ser estigmatizadas en la iglesia.

Las siguientes personas no han sido tratadas como iguales, en algunos casos porque no cumplen con expectativas específicas de perfección moral:

*personas jóvenes, solteras que enfrentan embarazos no deseados, y sus familias
*personas con discapacidades
*mujeres solteras
*madres solteras
*consumidores de drogas
*adictos al alcohol

Jesús enfrentó las preguntas de los líderes religiosos sobre por qué interactuaba con pecadores, mujeres de reputación dudosa, recaudadores de impuestos, enfermos, niños y muchos otros.

Al dar respuesta a las necesidades de estas personas frecuentemente estigmatizadas, Jesús no sólo restauró su salud y bienestar físicos, sino que también restauró su dignidad. Un bello ejemplo es la sanación de una ‘mujer impura’, a quien él llamó ‘hija’.

Recuerdo cuando la hija adolescente de cierto pastor salió embarazada. El padre no aprobaba las relaciones sexuales fuera del matrimonio y le pidió que se hiciera un aborto.

Después de un tiempo, él ya no pudo seguir ocultando lo que había hecho, de modo que se lo confesó a la iglesia. La reacción de la iglesia fue de disciplinarlo a él y a su familia, pero lo hicieron sin amor. La hija decidió mudarse a otro país y nunca más supimos de ella.

¿Fue necesario todo ese dolor, vergüenza y culpa que ella sufrió para enseñarle una lección? ¿Qué necesitaba ella más, una lección o amor?

A veces nos olvidamos de que Jesús reservó sus palabras más duras para las personas que prestaban mayor atención a la apariencia exterior de la religión que a amar a sus prójimos.

¿Queremos que la iglesia en nuestra comunidad sea asociada con el amor o con la condenación?

Hace poco, otra mujer confesó haber mantenido relaciones sexuales antes del matrimonio, pero se arrepintió y decidió casarse con su novio.

El pastor no le permitía casarse con un vestido blanco. Yo le pregunté al pastor, “Si ella se ha arrepentido y nosotros creemos que Dios realmente la ha perdonado, ¿por qué debemos acordarle su pecado con un vestido castaño claro?”

Afortunadamente, al final se le permitió casarse con un vestido blanco.

En mi vida cotidiana y en la incidencia que realizo en torno al VIH tengo que abordar mi propio estigma hacia algunos grupos de personas, tales como algunos hombres abiertamente homosexuales, personas transexuales y trabajadores sexuales.

Para mí es un constante reto interior de recordar el amor y la gracia de Dios.

La gracia es un atributo de Dios. Su gracia significa que él no nos da a ninguno de nosotros lo que nos merecemos y sino lo que no nos merecemos: amor, cuidado y perdón.

Como cristiana, trato de recordar que Dios me amó tanto como para cuidarme cuando yo no lo merecía, por tanto, no tengo derecho de estigmatizar a los demás.

Testimonio Amplio:
http://tilz.tearfund.org/Espanol/Paso+a+Paso+81-90/Paso+a+Paso+86/El+poder+del+estigma+y+el+poder+del+amor.htm

Gracia Violeta Ross Quiroga
Red Nacional de Personas que viven con VIH/SIDA en Bolivia (REDBOL)
REDBOL – La Paz
Edif. Guachalla, Mezanine of. 9. Calle Guachalla
La Paz, Bolivia

Website:
http://www.redbol.org/