El director del Centro Nacional para la Prevención y el Control del VIH/sida (Censida), José Antonio Izazola, admitió haber cometido un "error" al difundir una propuesta de nuevos lineamientos económicos para la prescripción de tratamientos de primera línea sobre VIH, con el nombre de Guía de Manejo Antirretroviral, aseveraron activistas de lucha contra el sida.Tras una serie de protestas y el envío de una carta al secretario de Salud, Salomón Chertorivski, en la que denunciaron el “intento” del Censida por imponer una nueva guía sin consultar a la sociedad civil, los activistas lograron que Izazola Licea los convocara para abordar el tema.
Durante la reunión ocurrida el pasado miércoles en las instalaciones de la dependencia, los representantes de diversas organizaciones manifestaron al director del Censida su “extrañeza” por la exclusión de la que han sido objeto en la discusión de un documento que busca modificar los esquemas de tratamiento para el VIH aplicados a personas recién diagnosticadas.
Luis Adrian Quiroz, secretario general de Derechohabientes Viviendo con VIH/sida del Instituto Mexicano del Seguro Social (DVVIMSS), aseguró que si bien José Antonio Izazola asumió como un error la difusión de los lineamientos con otro nombre, resulta preocupante “que estén basados en aspectos económicos y no en evidencias científicas”.
Sobre la idea de crear un comité de expertos encargado de autorizar el cambio de esquema de tratamiento de la epidemia, el activista dijo a esta agencia que se trata de una idea “burocratizadora” de la atención médica para quienes viven con VIH. “Izazola dice que no, pero desde la perspectiva de quienes somos VIH positivos, sabemos que eso ocurrirá”.
Añadió que a “regañadientes” el titular del Censida aceptó revelar los nombres de quienes elaboraron los nuevos lineamientos.
Luis Enrique Soto, del Instituto Nacional de Nutrición “Salvador Zubirán”; Rita Díaz, del IMSS; y Carmen Soler, investigadora de la Universidad Nacional Autónoma de México, son los autores del documento.
El integrante de DVVIMSS indicó que los lineamientos siguen sin aprobarse, por lo que permanecen en “calidad de borrador” y advirtió que la sociedad civil “de ninguna forma bajará la guardia”, por lo que 39 organizaciones civiles entregaron una nueva carta a Salomón Chertorivski para solicitar reunirse con él.
Por su parte, Georgina Gutiérrez, presidenta del Movimiento Mexicano de Ciudadanía Positiva, externó su preocupación ante el riesgo de que el comité de expertos propuesto por el Censida se convierta en un “monstruo burocrático” como el Grupo de Expertos en Resistencias Antirretrovirales del IMSS.
“La idea no es mala, lo reprochable es el procedimiento y la burocratización. Tenemos experiencias de compañeros multitratados, con cargas virales de un millón de copias que esperan el cambio de tratamiento antirretroviral porque los efectos secundarios no los dejaban vivir.
El IMSS no los deja sin medicamentos pero los siguen intoxicando con ellos. Tienen que transcurrir seis meses para que se los cambien lo que pone en riesgo sus vidas”.
La activista dijo coincidir con el Censida para que “haya cierto control en la cuestión de decidir las terapias” y admitió que en muchas ocasiones los médicos tratantes son cooptados por las farmacéuticas para que a cambio de prebendas, “como viajes a conferencias internacionales”, cambien los esquemas de tratamiento y administren nuevos fármacos.
“Los médicos tienen la obligación de brindar el mejor tratamiento al paciente y no porque los laboratorios prometan cosas como viajes a conferencias internacionales a cambio de modificar los esquemas de tratamiento antirretroviral, eso deba ocurrir. Hay que impulsar candados para evitar esas situaciones”.
Gutiérrez Alvarado calificó como una “falta de respeto” que el Censida haya convocado a las organizaciones civiles a una reunión de “condiciones precarias” al no hacer uso de las herramientas tecnológicas de las que dispone como las videoconferencias, pues al difundirse mediante Skype, muchos activistas de otras regiones del país no tuvieron acceso a la transmisión por lo que no se enteraron de los temas discutidos.
Mencionó que a pesar de que el Censida aseguró que enviaría por correo electrónico un archivo con sus propuestas, las organizaciones civiles hasta el día de hoy no lo han recibido, y llamó a la dependencia a respetar el acuerdo alcanzado en 1994 en la Cumbre de París conocido como Mayor Involucramiento de Personas Afectadas (MIPA), que permite una mejor participación de organizaciones civiles.
“Tras la reunión prevalece la incertidumbre. No se vislumbraron acuerdos. Hay que decir también que no es tan grave como lo imaginamos, los lineamientos propuestos por Izazola no significan el cambio de todos los esquemas sino solo el inicial. Sus argumentos son entendibles, entonces ¿por qué dejan fuera a la sociedad civil? Lo grave es la exclusión que ejerce el Censida”.
No obstante, Gutiérrez Alvarado definió la actuación del Censida como “llena de autoritarismo y simulación” y exhortó al resto de los activistas a “dejar de ser de chocolate” y a no renunciar a la idea de salir a tomar las calles en caso de ser necesario.
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