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lunes, 14 de marzo de 2016

CROI 2016: Alta Efectividad del Tratamiento de la Hepatitis C en Personas Usuarias de Drogas

El apoyo y el seguimiento personalizados por parte de los profesionales sanitarios permite mitigar las barreras que dificultan el acceso de esta población al tratamiento y la atención especializada.

De acuerdo con los resultados de un estudio presentado en la pasada Conferencia sobre Retrovirus e Infecciones Oportunistas (CROI 2016), celebrada el mes de febrero en la ciudad de Boston (EE UU), ofrecer el tratamiento de la hepatitis C a personas usuarias de drogas a través de dispositivos sanitarios que dispongan de programas de atención y seguimiento personalizados proporciona una elevada tasa de curación de la infección por el virus de la hepatitis C (VHC) similar a la observada en pacientes que no consumen sustancias.

Las personas usuarias de drogas son una población afectada de forma desproporcionada por la hepatitis C en todo el mundo, incluso en aquellos países donde no existen problemas de acceso a los programas de prevención, diagnóstico y tratamiento.

En general, algunos médicos se han mostrado reacios a tratar a las personas usuarias de drogas con hepatitis C por su supuesta falta de adherencia, poca motivación, presencia de problemas psicológicos, existencia de comorbilidades, riesgo de reinfección y la necesidad de una buena infraestructura que asegure su correcto seguimiento.

Sin embargo, con la llegada de los nuevos regímenes basados en antivirales de acción directa frente al VHC –menos tóxicos, más efectivos y más fáciles de tomar– cada vez son más los indicios que confirman que las personas usuarias de drogas pueden beneficiarse también del uso del tratamiento frente a la hepatitis C si mantienen una buena adherencia a la terapia y disponen de suficiente apoyo sociosanitario.

Para lograr este fin, es importante llevar a cabo intervenciones específicas en esta población e implementar servicios que aborden la complejidad de la atención y el tratamiento de las diferentes enfermedades y los obstáculos que afectan a un colectivo que se encuentra en una situación de mayor vulnerabilidad.

La terapia de sustitución de opiáceos –basada en metadona o Buprenorfina/Naloxona (Suboxone®)– ha mostrado buenos resultados como terapia de deshabituación –en quienes quieren abandonar por completo el uso de opiáceos– y como terapia de mantenimiento –en aquellas personas que quieren dejar de consumir drogas intravenosas pero aún no se sienten preparadas para poder abandonar por completo los opiáceos, algo que consiguen mediante el uso de estos medicamentos a dosis bajas–; pero además puede contribuir a un adecuado seguimiento del tratamiento de la hepatitis C y, por tanto, mantener el estado de salud en personas usuarias de drogas inyectables.

Teniendo en cuenta la importancia de la atención y el seguimiento personalizados de los pacientes con hepatitis C, un grupo de investigadores del Hospital Universitario Montefiore en Nueva York (EE UU) quiso evaluar la efectividad de la terapia frente al VHC administrada bajo la supervisión de un coordinador de cuidados en un centro de atención primaria.

Los investigadores analizaron las tasas de curación de la infección por VHC entre pacientes usuarios de drogas y no usuarios de drogas que habían recibido el mismo tipo de atención personalizada.

Los investigadores eligieron un centro de atención primaria en el Bronx que dispone de un servicio semanal de atención especializada para el tratamiento de la hepatitis C.

El coordinador de cuidados de la hepatitis C es el responsable del seguimiento personalizado de los pacientes y se ocupa de la programación de las citas, las llamadas de recordatorio y de proporcionar información sobre educación para la salud, entre otras funciones.

Se identificó a 121 pacientes que habían sido evaluados para recibir tratamiento de la hepatitis entre enero de 2014 y febrero de 2015.

Los pacientes fueron clasificados como personas usuarias de drogas si estaban recibiendo terapia de sustitución de opiáceos, si tenían un consumo activo de sustancias registrado en el historial médico o si tenían un resultado positivo en un examen toxicológico.

Del total de 121 pacientes que fueron evaluados un total de 89 iniciaron el tratamiento de la hepatitis C, de los cuales 46 (52%) fueron personas usuarias de drogas (36 en terapia de sustitución de opiáceos y 30 en consumo activo).

La mediana de edad de los 121 pacientes fue de 59 años siendo hombres alrededor de las dos terceras partes de ellos (63%). Por lo que respecta al origen étnico, la amplia mayoría fueron latinos (46%) o negros (38%).

La mayoría de los pacientes tenían genotipo 1 del VHC (94%), un 22% estaba coinfectado por el VIH y un 21% de los pacientes había recibido en el pasado tratamiento para la hepatitis C.

Entre las características reseñables de los pacientes se incluye que un 48% había sido diagnosticado de enfermad psiquiátrica y que un 35% había desarrollado cirrosis.

Una amplia mayoría de los pacientes atendidos en este centro de atención primaria (91%) tenía una cobertura sanitaria pública lo que les benefició para recibir atención y tratamiento de la hepatitis C.

Los pacientes recibieron las siguientes pautas antivirales basadas en Sofosbuvir: Sofosbuvir/Ledipasvir (Harvoni®) en un 34%; Sofosbuvir/Simeprevir (Sovaldi®/Olysio®) en un 33%; Sofosbuvir/interferón pegilado/Ribavirina en un 27%; y Sofosbuvir/Ribavirina en un 6%.

Los resultados revelan una elevada tasa de curación: en general, un 96% (n=85) de los pacientes que recibieron tratamiento lograron eliminar la infección por el VHC.

No se observaron diferencias en las tasas de curación entre las personas usuarias de drogas –96%; 44/46– y las no usuarias de drogas –95%; 41/43–.

Estos buenos resultados, junto con los de otros ensayos que también han evaluado el uso de antivirales de acción directa en poblaciones clave deberían servir para apoyar los esfuerzos para eliminar las barreras que dificultan el acceso al tratamiento a las personas usuarias de drogas.

Además, este estudio proporciona indicios irrefutables a todos aquellos médicos que se muestran reacios a tratar a las personas usuarias de drogas por su supuesta falta de adherencia: de acuerdo con los resultados de este estudio, estos pacientes pueden mantener un alto nivel de adherencia y una elevada tasa de curación similares a los observados en la población general de pacientes con hepatitis C si reciben la atención y el seguimiento adecuados por parte de los profesionales sanitarios que los atienden.

Referencia:
Norton BL, Fleming J, Steinman M, et al. High HCV Cure Rates for Drug Users Treated with DAAs at an Urban Primary Care Clinic. Conference on Retroviruses and Opportunistic Infections. Boston, February 22-25, 2016. Abstract 585.





Website National AIDS Treatment Advocacy Project (NATAP): http://www.natap.org/

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