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jueves, 25 de febrero de 2021

Tratar el VIH con Dos Fármacos se Muestra tan Eficaz como Hacerlo con una Terapia Estándar Basada en Tres Medicamentos

No se observan diferencias significativas en las tasas de diagnóstico de sida, cáncer o mortalidad en un estudio que comparó las dos pautas de tratamiento.

Un amplio estudio llevado a cabo en Europa y Australia –publicado en Clinical Infectious Diseases– ha mostrado que las personas que toman terapias estándar basadas en tres fármacos antirretrovirales basados en tres fármacos y aquellas que toman pautas basadas en dos fármacos (también conocidas como biterapias) presentarían tasas similares de progresión a sida, diagnóstico de cáncer o mortalidad. 

En el análisis no se observaron diferencias significativas entre los dos tipos de régimen antirretroviral comparados en relación con los eventos antes descritos, por lo que el estudio podría estar indicando que –en las condiciones de prescripción actuales– ambas pautas son opciones terapéuticas efectivas y viables. 

El presente estudio es el primero de gran tamaño que ha comparado en ambos grupos terapéuticos resultados clínicos de máxima relevancia y que, además, lo ha hecho fuera de un ensayo clínico, es decir, con datos de uso rutinario en personas no previamente seleccionadas. 

Hasta la fecha muchos estudios habían comparado los niveles de inflamación y otros resultados clínicos distintos a los analizados en la presente investigación con el fin de observar el efecto de ambas pautas en marcadores más específicos 

El diseño del estudio cuyos resultados ahora se publican comparó las tasas de mortalidad, las de diagnóstico de sida, las de cánceres no definitorios de sida, las de enfermedad cardiovascular grave, las de enfermedad hepática terminal y las de enfermedad renal terminal entre un grupo de personas con el VIH que habían cambiado su terapia estándar de tres fármacos por una biterapia y un grupo de pacientes que cambiaron su terapia estándar de tres fármacos por otra nueva terapia triple. 

En el grupo con biterapia, el 23% de los participantes tomaban Dolutegravir/Lamivudina (Dovato®, también por separado como Lamivudina [especialidad farmacéutica genérica, EFG] y Dolutegravir [Tivicay®]) y el 20% tomaban Raltegravir (Isentress®) con Darunavir (EFG, Prezista®) potenciado. 

Los participantes del grupo que tomaba una pauta de tres fármacos –grupo control– debían haber pasado a tomar uno de los fármacos del grupo con biterapia para poder ser seleccionados como controles. 

El 47% de los integrantes del grupo control pasó a tomar Dolutegravir junto con dos inhibidores de la transcriptasa inversa análogos de nucleósido o nucleótido (ITIN /ITINt). 

Los participantes eran principalmente hombres (72%) y de etnia blanca (82%). 

En el momento del análisis, los resultados se ajustaron teniendo en cuenta los diversos perfiles de participantes y sus condiciones de salud previas a la inclusión en el estudio.

Un total de 9.791 personas con el VIH fueron incluidas en el estudio: 1.088 que habían pasado a biterapia y 8.703 que se mantuvieron en terapia triple. 

Los participantes promediaron 2,6 años de seguimiento. 

Durante el estudio se registraron 619 eventos de los contemplados en el análisis. Los principales eventos fueron 186 fallecimientos y 130 casos de cánceres no definitorios de sida. 

Los datos iniciales mostraron que el número de eventos era mayor en aquellos en biterapia, pero se observó que la mediana de la edad de los participantes era superior en el grupo con biterapia a la observada entre aquellos con terapia triple (53 y 48 años, respectivamente) y dichas diferencias dejaron de ser significativas una vez los resultados se ajustaron en función de la edad (cociente de tasas de incidencia [IRR, en sus siglas en inglés]: 1,09; p= 0,54). 

El análisis también ajustó los resultados eliminando aquellas biterapias que actualmente no se recomiendan en las guías de práctica clínica, aunque dicho ajuste no alteró la diferencia no significativa entre ambos grupos respecto a ninguno de los eventos evaluados.

En el subgrupo de participantes que cambiaron de tratamiento con carga viral indetectable, se observaron menos eventos entre aquellas personas que tomaban biterapia que entre los pacientes que recibían terapia triple. 

Ello podría ser debido a que estas personas tenían menos comorbilidades. 

Los autores del presente estudio reconocen que diversos factores pueden dificultar la interpretación de los resultados. 

Así, cabe tener en cuenta que algunos de los eventos registrados tuvieron lugar en muy pocos participantes. 

Tampoco se tuvieron en cuenta algunos factores de riesgo relevantes para la presente investigación tales como las tasas de tabaquismo. 

A pesar de estas limitaciones, los resultados del estudio son consistentes y llevan a concluir que la efectividad de ambos tipos de tratamiento es comparable respecto a la prevención de los eventos relevantes analizados. 

Cabe destacar que, como beneficio añadido, las biterapias entrañan un menor impacto de efectos secundarios e interacciones. 

En todo caso, los investigadores hacen un llamamiento a seguir comparando los dos tipos de terapia en futuros estudios con seguimientos más largos y un enfoque más dirigido a analizar el riesgo de desarrollo de resistencias. 



Website Clinical Infectious Diseases: 
https://academic.oup.com/cid