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martes, 16 de diciembre de 2025

La Espironolactona de Acción Prolongada Muestra Potencial para Mejorar el Tratamiento del VIH

La espironolactona es un diurético que bloquea la hormona aldosterona y ayuda a regular el equilibrio de sal y agua. 

Un estudio publicado en Emerging Microbes and Infections sugiere que este medicamento aprobado desde hace años para problemas cardiacos y de presión arterial, podría reforzar la eficacia de las terapias antirretrovirales y reducir la inflamación crónica asociada al VIH. 

En este estudio, además de su función habitual, mostró un efecto adicional: ayudó a silenciar la actividad genética del VIH, favoreciendo que el virus entre en un estado inactivo con mayor rapidez. 

A diferencia de otros fármacos experimentales, la espironolactona tiene una trayectoria clínica sólida y una seguridad bien documentada. 

Esto la convierte en una candidata atractiva para combinar con tratamientos ya existentes. 

El reto de los reservorios del VIH Las terapias antirretrovirales controlan eficazmente la replicación del virus, pero no eliminan los reservorios latentes en células T CD4+. 

Estas células son difíciles de detectar porque no expresan antígenos virales. Evitar su reactivación es esencial para lograr una cura funcional, entendida como el control del VIH sin necesidad de medicación continua. 

En esta línea, la espironolactona mostró un efecto relevante: limita la acción de un factor de transcripción (XPB) y reduce la actividad del VIH hasta niveles muy bajos, facilitando un “silenciamiento profundo”. 

Resultados del estudio con tratamiento combinado El experimento se realizó en ratones con células inmunes humanas infectadas. Se comparó la terapia antirretroviral sola frente a la combinación con espironolactona. 

Los resultados fueron: Reducción más rápida del virus en sangre, con una caída inicial mayor que con la terapia convencional. Menos inflamación en tejidos, según la actividad de genes proinflamatorios. Seguridad preservada, sin pérdida de células inmunes sanas ni cambios en el ADN viral integrado. 

Según Susana Valente, investigadora principal, la espironolactona podría mejorar la calidad de vida de las personas con el VIH. No obstante, se requieren estudios más amplios para confirmarlo. 

Próximos pasos 
El equipo investigador planea: Ajustar dosis y momentos de administración. 

Probar la combinación con otros fármacos que suprimen la replicación viral. 

Evaluar la durabilidad, seguridad y niveles del medicamento antes de avanzar a ensayos clínicos. Un posible avance hacia terapias más duraderas 

Aunque el tratamiento antirretroviral actual es muy eficaz, no elimina por completo el VIH. 

La combinación de “bloquear y silenciar” —reducir la replicación y mantener el virus inactivo a largo plazo— podría representar un paso más hacia intervenciones que disminuyan la inflamación crónica y mejoren el bienestar de las personas con el VIH. 



Website Emerging Microbes and Infections: 
https://www.tandfonline.com/journals/temi20

Las Inyecciones Subcutáneas de Cabotegravir y Rilpivirina Mantienen la Eficacia, pero Generan más Reacciones Locales

Un estudio internacional de fase 3 evaluó por primera vez la administración subcutánea de cabotegravir y rilpivirina de acción prolongada (Vocabria® + Rekambys®; CAB+RPV LA) en personas con VIH con la carga viral suprimida. 

Hasta ahora, este tratamiento solo se administra por vía intramuscular profunda en el glúteo. Los resultados del estudio han sido publicados en la edición del 1 de diciembre de la revista AIDS. 

El objetivo del ensayo era claro: comprobar si la inyección subcutánea en el abdomen podía ser una alternativa más sencilla y accesible. Este enfoque podría facilitar el tratamiento en entornos comunitarios, reducir desplazamientos y abrir nuevas vías para mejorar la adherencia. 

El estudio confirma que la eficacia se mantiene, pero muestra un aumento significativo de molestias locales, lo que limita su aplicación en la práctica clínica actual. 

Un enfoque basado en accesibilidad y modelos de atención más flexibles El uso mensual o bimensual de CAB+RPV LA ha supuesto un avance importante. 

Permite reducir la toma de pastillas y ofrece más opciones a quienes desean un tratamiento de larga duración. 

Explorar la vía subcutánea respondía a dos necesidades concretas: disponer de un método de administración menos técnico, y mejorar el acceso de personas que afrontan barreras para acudir a consultas hospitalarias. 

Para estudiarlo, el equipo incluyó a 93 personas que ya recibían las inyecciones intramusculares desde hacía más de tres años. 

El diseño del ensayo fue sencillo: una fase inicial intramuscular, tres inyecciones subcutáneas abdominales durante ocho semanas y un retorno posterior a la administración intramuscular. 

Farmacocinética: equivalencia clara entre ambas vías 

Los datos son consistentes. Las concentraciones plasmáticas de cabotegravir y rilpivirina fueron equivalentes en las dos vías de administración. 

Los intervalos de confianza del 90% para las razones de medias geométricas de Cmax y Ctau se mantuvieron dentro del rango de equivalencia 0,80–1,25. 

Esto significa que la inyección subcutánea mantuvo niveles adecuados del fármaco y que no se observaron pérdidas de eficacia. 

Solo un 2% de las personas tuvo valores aislados de carga viral de ≥50 copias/ml. 

Ningún caso cumplió criterios de fracaso virológico confirmado. Estos resultados indican que, desde el punto de vista farmacológico, la vía subcutánea es viable. 

Seguridad: más reacciones locales, más duración y más intensidad Las diferencias más relevantes aparecieron en el punto de inyección. Las reacciones locales fueron más frecuentes y duraron más tiempo tras las inyecciones subcutáneas. 
Los datos muestran: 

48% dolor 
34% nódulos 
26% enrojecimiento 
12% induración 
12% hinchazón 

La duración mediana de los nódulos aumentó de 3 días con la vía intramuscular a 10 días con la vía subcutánea. 

Se registraron 17 reacciones de grado 3, aunque ninguna de grado 4 o 5. 

Cinco personas (5%) abandonaron la fase subcutánea por molestias persistentes. 

Además, un 59% expresó preferir volver a la vía intramuscular. Impacto en la experiencia del tratamiento El cambio en la vía de administración tuvo un efecto claro en la satisfacción. 

El cuestionario HIVTSQs mostró una reducción media de 10,37 puntos en la semana 9, un descenso considerado clínicamente relevante. 

Cuando las personas volvieron a la vía intramuscular, sus puntuaciones regresaron a los niveles previos. 

Esto refuerza la idea de que la vía de administración no solo determina la eficacia, sino también la calidad de la experiencia terapéutica. 

Consecuencias para la equidad en salud y los derechos de las personas con VIH 

Este estudio buscaba ampliar opciones para quienes encuentran barreras de acceso. 

Sin embargo, el aumento de dolor y molestias prolongadas plantea problemas prácticos y éticos: una vía más dolorosa puede reducir la adherencia, puede aumentar la ansiedad o el rechazo a las inyecciones, puede exigir más consultas o seguimiento, y puede afectar especialmente a personas ya expuestas al estigma o con menos recursos para gestionar efectos secundarios. 

Para que una innovación mejore la equidad, debe ser aceptable, cómoda y sostenida en el tiempo. 

En este caso, la formulación subcutánea no cumple estos criterios. Conclusión: un avance útil para la investigación, pero no aplicable con las formulaciones actuales 

El ensayo confirma que las inyecciones subcutáneas de CAB+RPV mantienen eficacia y niveles plasmáticos adecuados, pero también que causan más reacciones locales, con mayor duración y peor tolerabilidad. 

Por este motivo, no se continuará desarrollando esta vía con las formulaciones actuales. 

Aun así, el trabajo abre la posibilidad de investigar nuevas formulaciones, otros puntos de inyección o modelos comunitarios que mantengan el potencial de los tratamientos de larga duración sin comprometer el bienestar de las personas. 



Website AIDS Journal: 
https://journals.lww.com/aidsonline/pages/

Una Nueva Prueba de Hepatitis C Allana el Camino para el Tratamiento en el Mismo Día

Científicos de la Universidad Northwestern han desarrollado la prueba más rápida hasta la fecha para diagnosticar el virus de la hepatitis C (VHC). 

Este diagnóstico de alta precisión proporciona resultados a los pacientes en tan solo 15 minutos, hasta un 75 % más rápido que otras pruebas rápidas de VHC. 

Esta rapidez es crucial para iniciar el tratamiento de los pacientes antes de que salgan de su cita, lo que podría prevenir complicaciones dolorosas y costosas, e incluso la muerte. 

*Antecedentes 
El VHC puede provocar una infección crónica por hepatitis C, que afecta a aproximadamente 50 millones de personas en todo el mundo y causa aproximadamente 242 000 muertes al año, principalmente debido a la cirrosis y el cáncer de hígado resultantes. 

Si bien la infección es curable con un tratamiento farmacológico de 8 a 12 semanas, las tasas de tratamiento siguen siendo bajas, en parte debido a la falta de pruebas diagnósticas asequibles y de fácil acceso. El diagnóstico de la hepatitis C es un proceso de dos pasos. 

Primero, una prueba de anticuerpos determina si el paciente estuvo expuesto al virus. 

Si el resultado es positivo, una segunda prueba de PCR detecta la presencia de ARN viral para determinar si el paciente tiene una infección activa. 

Los profesionales sanitarios suelen enviar la muestra de PCR a un laboratorio central para su análisis, lo que puede tardar días o incluso semanas. 

Posteriormente, el paciente debe acudir a su médico para recibir los resultados. 

Si bien la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) ha aprobado otra prueba de VHC en el punto de atención, los resultados aún tardan entre 40 y 60 minutos, mucho más que una cita clínica típica. 

*Novedades 
"Logramos desarrollar una prueba diagnóstica que puede realizarse en el punto de atención durante la consulta clínica del paciente, lo que podría permitir el diagnóstico y el tratamiento el mismo día para apoyar los esfuerzos de erradicación del VHC", afirmó Sally McFall, autora correspondiente y desarrolladora de la prueba. 

McFall es codirectora del Centro para la Innovación en Tecnologías de Salud Global (CIGHT) de la Facultad de Ingeniería McCormick de la Universidad Northwestern y del Instituto de Salud Global Robert J. Havey, MD. 

La prueba ha demostrado un excelente rendimiento analítico y clínico, afirmó McFall. También podría desempeñar un papel fundamental en el ambicioso objetivo de la Organización Mundial de la Salud de eliminar el VHC para 2030. 

*Cómo lo lograron 
La investigación, publicada en The Journal of Infectious Diseases, es una colaboración entre la facultad de ingeniería y la de enfermedades infecciosas de Northwestern. 

Para desarrollar la nueva prueba rápida de reacción en cadena de la polimerasa (PCR) para el VHC, los científicos utilizaron la plataforma de PCR DASH (Analizador Diagnóstico para Hibridación Específica), desarrollada originalmente en la Universidad Northwestern para detectar la COVID-19 en muestras obtenidas con hisopos nasales. 

La prueba del VHC utiliza una muestra de sangre completa, lo que demuestra la flexibilidad de la plataforma DASH. Los científicos enviaron analizadores DASH y cartuchos DASH para el VHC a colaboradores de la Universidad Johns Hopkins, quienes posteriormente utilizaron 97 muestras clínicas para evaluar el rendimiento de la prueba. 

Su análisis independiente confirmó una concordancia del 100 % en comparación con las plataformas comerciales. 

*Próximos pasos 
“Esta prueba podría revolucionar la atención del VHC en EE. UU. y a nivel mundial al mejorar drásticamente el diagnóstico, acelerar la adopción del tratamiento y permitir que más personas se curen más rápido”, afirmó la Dra. Claudia Hawkins, coautora del estudio y directora del Centro de Enfermedades Infecciosas Transmisibles y Emergentes Globales del Instituto Havey para la Salud Global de Northwestern. 

“Al reducir los retrasos y simplificar las vías de prueba, tiene el potencial de salvar millones de vidas de las devastadoras complicaciones hepáticas del VHC no tratado”. 

*Notas 
El estudio contó con el apoyo del Instituto Nacional del Cáncer, el Instituto Nacional de Imágenes Biomédicas y Bioingeniería y el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, todos pertenecientes a los Institutos Nacionales de la Salud. Sally McFall fue una de las inventoras de la tecnología DASH y posee acciones de Nuclein, LLC, empresa que comercializa la plataforma. 



Website The PubMed: 
https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/

Un Hallazgo que Explica por qué Algunas Personas logran la Remisión del VIH tras recibir Anticuerpos Ampliamente Neutralizantes

Un estudio reciente publicado en Nature aporta una explicación clave sobre por qué algunas personas que viven con el VIH pueden mantener el virus bajo control durante años después de recibir un tratamiento experimental con anticuerpos ampliamente neutralizantes (bNAbs). 

La investigación, realizada en EE. UU. por instituciones de referencia en Boston y Cambridge, analizó a personas que interrumpieron su tratamiento antirretroviral tras recibir estos anticuerpos. 

Solo un grupo logró mantener una remisión virológica prolongada. Los datos indican que ciertas características inmunitarias previas al tratamiento serían decisivas para explicar este fenómeno. 

También sugieren que podrían orientar el diseño de nuevas terapias destinadas a reducir la dependencia de los antirretrovirales para controlar la infección. 

El papel decisivo de los linfocitos CD8+ antes de iniciar la inmunoterapia El estudio analizó muestras de sangre de 12 participantes que habían recibido bNAbs en distintos ensayos clínicos y que después suspendieron la terapia antirretroviral. Los investigadores compararon a quienes lograron controlar el virus hasta siete años con quienes experimentaron un rebote virológico tras la interrupción del tratamiento. 

La diferencia clave fue la respuesta inmunitaria preexistente. Las personas que mantuvieron la remisión contaban, antes de recibir los anticuerpos, con linfocitos CD8+ capaces de multiplicarse con eficacia y eliminar células infectadas por el VIH. 

La administración de bNAbs potenció estas funciones en todos los participantes, pero lo determinante no fue la aparición de nuevas respuestas, sino la calidad de las ya existentes. 

El estudio destaca la importancia de un tipo particular de linfocitos CD8+ con características de “células madre”, capaces de renovarse y responder de forma sostenida. 

Disponer de esta reserva funcional antes de iniciar la inmunoterapia parece ser un factor central para mantener el virus a raya durante largos periodos. 

Estos resultados podrían transformar la planificación de futuros ensayos de inmunoterapia frente al VIH. Identificar de antemano qué personas presentan estas características inmunológicas permitiría predecir mejor la eficacia de los bNAbs y personalizar las estrategias terapéuticas. Nuevas vías hacia una remisión duradera 

El estudio abre una vía prometedora: reforzar estas propiedades inmunitarias en más personas podría incrementar la eficacia de los anticuerpos ampliamente neutralizantes. 

Actualmente, varios grupos científicos trabajan en desarrollar inmunoterapias que potencien la proliferación y la renovación de los linfocitos CD8+ específicos frente al VIH, para que puedan ejercer un control más robusto y sostenido de la infección.

Si estos enfoques prosperan, podrían surgir terapias combinadas que no solo neutralicen el virus, sino que también restauren la capacidad funcional del sistema inmunitario. 

Esto sería especialmente útil para quienes no presentan inicialmente las características asociadas a la remisión, ampliando el número de personas que podrían beneficiarse de intervenciones que reduzcan la necesidad de tomar antirretrovirales. 

Próximos pasos en investigación y diagnóstico Los datos también subrayan la necesidad de realizar estudios prospectivos con más participantes. 

Una muestra más amplia permitiría validar si ciertas propiedades de los linfocitos CD8+ pueden utilizarse como biomarcadores fiables para anticipar la respuesta a los bNAbs. 

Esta línea de investigación podría favorecer el desarrollo de herramientas diagnósticas capaces de estimar, antes de iniciar una inmunoterapia, el potencial de cada persona para lograr una remisión duradera. 

Hacia estrategias de control a largo plazo En conjunto, la investigación refuerza la idea de que avanzar hacia una remisión sostenida de la infección por el VIH no depende solo del desarrollo de nuevos tratamientos. 

También exige comprender y potenciar las respuestas inmunitarias preexistentes que algunas personas poseen de forma natural. 

Si los avances continúan en esta dirección, podrían surgir intervenciones más personalizadas y eficaces, capaces de transformar el manejo del VIH a largo plazo. 



Website Nature: 
https://www.nature.com/

La Combinación Diaria de Bictegravir y Lenacapavir Mantiene la Supresión del VIH.

Un régimen de un solo comprimido diario que contiene bictegravir y lenacapavir podría simplificar el tratamiento del VIH para personas que toman regímenes antirretrovirales complejos, según un anuncio de Gilead Sciences. 

Los resultados preliminares de la fase III del ensayo ARTISTRY-1 mostraron que las personas que cambiaron a la píldora combinada mantuvieron la supresión viral. 

La terapia antirretroviral estándar es muy eficaz para la mayoría de las personas con VIH, pero algunas personas con experiencia en tratamientos que han usado múltiples medicamentos han desarrollado una resistencia farmacológica extensa, y otras podrían no tolerar los inhibidores de la transcriptasa inversa de nucleósidos/nucleótidos presentes en la mayoría de los comprimidos todo en uno existentes. 

Por lo tanto, estas personas podrían necesitar combinaciones de medicamentos más complejas y no beneficiarse de la comodidad de un régimen de un solo comprimido, lo que podría dificultar la adherencia. 

“Desarrollar nuevos regímenes eficaces y convenientes para quienes se han visto rezagados por los avances en la investigación médica es necesario para cerrar la brecha insatisfecha en el tratamiento del VIH”, declaró Chloe Orkin, MBBCh, de la Universidad Queen Mary de Londres, en el comunicado de prensa. 

“Los resultados del ensayo ARTISTRY-1 demuestran que un régimen combinado de bictegravir y lenacapavir mantiene la supresión viral en personas con VIH que, de otro modo, tendrían que tomar un complejo régimen de múltiples comprimidos. 

Los hallazgos son significativos para estas personas, muchas de las cuales han vivido con VIH durante décadas y presentan comorbilidades médicas propias del envejecimiento, por lo que también toman muchos otros medicamentos”. 

Bictegravir es un inhibidor de la integrasa oral de administración diaria, conocido como componente de la píldora combinada Biktarvy (bictegravir/tenofovir alafenamida/emtricitabina), ampliamente utilizada. 

Lenacapavir (Sunlenca), el primer inhibidor de la cápside del VIH, está aprobado actualmente para personas con VIH multirresistente y con amplia experiencia en tratamientos, en combinación con otros antirretrovirales. 

Este inyectable semestral también fue aprobado recientemente como fármaco independiente para la profilaxis preexposición (PrEP) al VIH bajo la marca Yeztugo. ARTISTRY-1 utilizó una formulación oral de lenacapavir, que también se está probando con islatravir de Merck en un régimen de una vez por semana. 

ARTISTRY-1 (NCT05502341) es un ensayo abierto de dos partes que evalúa la seguridad y eficacia de bictegravir más lenacapavir como opción de consolidación para personas que han logrado la supresión viral con regímenes más complejos. 

La fase II del estudio evaluó bictegravir y lenacapavir como comprimidos separados, mientras que la fase III probó un nuevo régimen de un solo comprimido con ambos fármacos. 

La fase II incluyó un grupo diverso de 128 personas, con una mediana de edad de 60 años, que habían recibido tratamiento contra el VIH durante una mediana de 27 años y habían probado una mediana de seis antirretrovirales previos; el 20 % tenía antecedentes de SIDA. 

Al inicio del estudio, recibían diversos regímenes complejos que incluían hasta nueve comprimidos al día. Se les asignó aleatoriamente un régimen de bictegravir oral (75 miligramos) una vez al día más 25 mg o 50 mg de lenacapavir oral, o bien continuar con su régimen actual. 

En la Conferencia Internacional sobre el SIDA de 2024, los investigadores informaron que el 92 % de las personas asignadas a bictegravir más 25 mg de lenacapavir y el 90 % de las que recibieron la dosis de lenacapavir de 50 mg tenían una carga viral inferior a 50 copias a las 48 semanas, al igual que todos los que mantuvieron su régimen inicial. 

Los cambios en los recuentos de CD4 fueron comparables en los tres grupos. Bictegravir más lenacapavir en ambas dosis probadas fue seguro y, en general, bien tolerado. 

Estos resultados se publicaron recientemente en Open Forum Infectious Diseases. Con estos prometedores resultados, la fase III evaluó un régimen de un solo comprimido que contenía bictegravir y la dosis de 50 mg de lenacapavir en más de 500 personas con un régimen complejo. 

Los resultados preliminares mostraron que el cambio a la píldora combinada fue estadísticamente no inferior a continuar con un régimen de múltiples comprimidos, según Gilead. Bictegravir/lenacapavir fue generalmente bien tolerado, sin que se identificaran problemas de seguridad significativos ni nuevos. 

El anuncio de la compañía no incluyó detalles sobre la población del estudio, los resultados virológicos ni la tolerabilidad. Estos datos se presentarán en una futura reunión científica —posiblemente la Conferencia sobre Retrovirus e Infecciones Oportunistas en febrero de 2026— y se enviarán para su publicación en revisión por pares. 

En un estudio relacionado, presentado en la reciente Conferencia Europea sobre el SIDA (EACS), investigadores de Gilead analizaron el riesgo de interacciones farmacológicas (IDF) con la píldora combinada de bictegravir/lenacapavir en comparación con regímenes más complejos. 

Las personas con regímenes complejos suelen ser mayores y con mucha experiencia en tratamientos, y la mayoría de los participantes del estudio utilizaban inhibidores de la proteasa potenciados, fármacos propensos a interacciones porque los potenciadores (ritonavir o cobicistat) pueden alterar los niveles de otros medicamentos. 

Los investigadores evaluaron la probabilidad de IDF de los 10 medicamentos más recetados en Estados Unidos y ocho medicamentos comúnmente recetados para personas mayores (incluyendo anticoagulantes, corticosteroides). 

Descubrieron que, si bien la probabilidad de interacciones farmacológicas (IDD) varió entre regímenes, el riesgo fue menor con bictegravir/lenacapavir en comparación con darunavir potenciado (Prezista o Prezcobix). 

Otro análisis presentado en la EACS mostró que la combinación de bictegravir/lenacapavir parece tener una alta barrera a la resistencia y un alto grado de tolerancia a dosis omitidas ocasionales. Gilead planea presentar los datos de la Fase III para su consideración por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) y otras autoridades reguladoras. 

Mientras tanto, el ensayo de Fase III ARTISTRY-2 (NCT06333808) compara el régimen de comprimido único de bictegravir/lenacapavir con Biktarvy. Según Gilead, se esperan los resultados preliminares para finales de año. 

“Las personas con VIH que siguen regímenes complejos de tratamiento antirretroviral pueden experimentar una carga excesiva de comprimidos, dificultades de adherencia y dificultades con el manejo a largo plazo del VIH”, afirmó Jared Baeten, MD, PhD, vicepresidente sénior de desarrollo clínico de Gilead. 

“Gilead desarrolló el primer régimen completo de un solo comprimido para el tratamiento del VIH en 2006. 

Hoy en día, se siguen necesitando regímenes innovadores de un solo comprimido que se adapten a las necesidades de las personas, modernizando el tratamiento y ayudando a mantener la supresión viral. 

Al reducir la carga de múltiples comprimidos, esperamos mejorar los resultados de salud y ampliar las opciones”. 



Website Open Forum Infectious Diseases: 
https://academic.oup.com/ofid

La Actividad Física se Asocia a una Mejor Función Cognitiva en Personas con VIH

Un ensayo clínico realizado en Estados Unidos ha analizado el impacto de distintos tipos de actividad física en personas con VIH de mediana y mayor edad. 

El estudio evaluó la función cognitiva, el microbioma intestinal y algunos parámetros cerebrales. 

Los resultados publicados en AIDS indican que mantenerse físicamente activo, incluso con intervenciones de baja intensidad como los estiramientos, se asocia a mejoras modestas pero significativas en el rendimiento cognitivo. 

Esto refuerza el papel del ejercicio como estrategia relevante para el cuidado integral de la salud en el VIH. 

Por qué la salud cognitiva es una preocupación creciente Gracias al tratamiento antirretroviral, las personas con VIH viven más años y con buena salud virológica. 

Sin embargo, los problemas cognitivos leves o moderados siguen siendo frecuentes, sobre todo a partir de los 50 años. 

Dificultades en la atención, la memoria o la velocidad de procesamiento pueden afectar a la calidad de vida, la autonomía y la adherencia al tratamiento. 

Esto puede ocurrir incluso cuando la carga viral está controlada. Por ello, crece el interés por intervenciones no farmacológicas que ayuden a preservar la salud cerebral a largo plazo. 

Cómo se diseñó el estudio El estudio incluyó a personas con VIH mayores de 40 años, con una edad media cercana a los 60 años. Todas estaban en tratamiento antirretroviral estable y con carga viral indetectable. 

No presentaban deterioro cognitivo grave al inicio. Durante 24 semanas, las personas fueron asignadas de forma aleatoria a uno de tres programas: ejercicio aeróbico, ejercicio de resistencia o estiramientos. 

Este último se consideró una intervención de menor intensidad y actuó como grupo comparador activo. Resultados cognitivos: la importancia de moverse 

Al finalizar el seguimiento, los investigadores observaron mejoras en el rendimiento cognitivo global. 

Los cambios fueron más visibles en la atención y la velocidad de procesamiento de la información. No se encontraron diferencias claras entre los tipos de ejercicio. 

Los tres grupos mostraron mejoras similares. Este hallazgo sugiere que el beneficio podría depender más de reducir el sedentarismo que del tipo concreto de actividad. 

Cambios en el microbioma intestinal El estudio también analizó la composición del microbioma intestinal. 

Tras la intervención, se observó un aumento de la diversidad bacteriana. Este indicador suele asociarse a un mejor estado de salud metabólica e inmunitaria. 

Los cambios aparecieron en los tres grupos, lo que apoya la idea de que la actividad física, más allá de su intensidad, puede influir de forma positiva en el eje intestino–cerebro.

Qué no cambió: el flujo sanguíneo cerebral En cambio, no se detectaron cambios significativos en el flujo sanguíneo cerebral medido mediante técnicas de neuroimagen. 

Este resultado indica que las mejoras cognitivas no se explican por alteraciones detectables en la perfusión cerebral durante el periodo analizado. 

Es posible que intervengan otros mecanismos, como cambios metabólicos, inflamatorios o del microbioma. Implicaciones para el cuidado del VIH 

Los autores señalan que la actividad física es un factor modificable clave para la salud cerebral en personas con VIH. 

Esto es especialmente relevante en el contexto del envejecimiento. Al tratarse de una intervención no farmacológica, accesible y adaptable, reducir el sedentarismo podría incorporarse a estrategias de cuidado integral que vayan más allá del control virológico. Limitaciones y líneas futuras 

Los efectos observados fueron modestos y el tamaño del estudio fue limitado. 

Por ello, serán necesarios estudios más amplios y seguimientos más prolongados para confirmar estos resultados. 

También será importante identificar qué perfiles de personas se benefician más y aclarar los mecanismos biológicos implicados. 



Website AIDS Journal: 
https://journals.lww.com/aidsonline/pages/

Nueva Curación de la Infección por el VIH tras un Trasplante de Células Madre sin Resistencia Natural al Virus

Un hombre tratado por una leucemia en un hospital europeo ha sido declarado curado más de siete años después de interrumpir su tratamiento antirretroviral. 

Con ello, se convierte en la séptima persona en alcanzar este hito clínico y en la segunda en hacerlo sin recibir células madre resistentes. 

El caso publicado en Nature se remonta a un trasplante realizado en 2015 y ahora confirmado como curación completa. Este resultado redefine las condiciones que podrían ser necesarias para erradicar el VIH mediante un trasplante de células madre. 

Un cambio en la comprensión de cómo se cura el VIH Durante más de una década, la comunidad científica ha asumido que la curación mediante trasplante dependía de un requisito clave: que el donante tuviera dos copias mutadas del gen CCR5, responsables de eliminar el receptor que el VIH utiliza para infectar células inmunitarias. 

La ausencia total de este receptor hace que las células sean resistentes al virus. Sin embargo, esta condición solo aparece en una minoría de la población y limita de forma importante la disponibilidad de donantes compatibles. 

Los cinco primeros casos de curación confirmada parecían reforzar esta teoría. 

Pero en 2023, un paciente tratado en Suiza —el conocido paciente de Ginebra— demostró que la mutación completa no era imprescindible, aunque el seguimiento todavía era corto para asegurar la curación definitiva. 

El nuevo caso altera el equilibrio. El hombre recibió células madre con una sola copia mutada y otra normal, es decir, no resistentes al VIH, y aun así logró eliminar el virus por completo. Qué ocurrió durante el procedimiento 

El trasplante siguió el enfoque habitual para cánceres hematológicos: quimioterapia intensa para destruir el sistema inmunitario y permitir que las células del donante lo reconstruyeran. 

Durante el proceso, el hombre continuó con tratamiento antirretroviral para evitar que el virus infectara a las nuevas células. Tres años después del trasplante tomó una decisión arriesgada: interrumpió la terapia por iniciativa propia. Desde ese momento, y de forma sorprendente, no se detectó virus en sangre ni en tejidos, incluso con pruebas de alta sensibilidad. 

Siete años y tres meses después, el diagnóstico es claro: curación completa. ¿Cómo se explica la curación si las células no eran resistentes? 

El caso abre un debate científico profundo. Hasta ahora se pensaba que la curación se producía porque el virus, tras la quimioterapia, ya no podía infectar al nuevo sistema inmunitario debido a la ausencia completa del receptor CCR5. 

Sin ese receptor, la infección resultaba inviable. Aquí ocurre algo distinto: el receptor estaba parcialmente presente. 

Una hipótesis emergente es que el éxito no dependió solo de la resistencia al virus, sino del ataque inmunológico de las células del donante contra las células del receptor, un fenómeno conocido como enfermedad injerto contra huésped. 

Aunque puede ser grave, también podría destruir de forma rápida los últimos reservorios virales, dejando al VIH sin lugares donde persistir. 

Además, el hecho de que el donante tuviera solo una copia mutada de CCR5 podría haber modificado la distribución de sus propias células inmunitarias, generando un entorno donde los reservorios eran más vulnerables o accesibles. Implicaciones y límites 

Los investigadores destacan que este resultado amplía el abanico de posibles donantes para personas con cáncer y VIH que requieran un trasplante. 

Sin embargo, cada caso depende de una combinación muy específica de factores inmunológicos y genéticos tanto del donante como del receptor. 

Por esperanzador que sea, el trasplante de células madre no es una opción terapéutica para la mayoría de personas con VIH. Es un procedimiento de alto riesgo, reservado únicamente a enfermedades graves como las leucemias, y su mortalidad asociada impide justificarlo en personas sin cáncer. 

El tratamiento habitual —la terapia antirretroviral diaria o de administración periódica— sigue siendo la manera más segura y eficaz de mantener una vida larga y saludable, suprimir la transmisión y controlar la infección. 

A ello se añaden avances preventivos como la PrEP basada en lenacapavir, un inyectable de administración semestral que ha mostrado una protección casi completa frente al VIH. 

Paralelamente, se investigan estrategias más replicables, como la edición genética, las vacunas preventivas y terapéuticas y tecnologías para identificar y eliminar los reservorios virales. 

Aunque la curación del VIH continúa siendo un reto complejo, cada caso como este aporta información crucial para entender qué mecanismos permiten eliminar el virus del organismo y cómo podrían reproducirse de forma segura en el futuro. 



Website Nature: 
https://www.nature.com/