Las ITS tienen un impacto devastador en adultos y bebés y afectan anualmente a millones de personas en los Estados Unidos.
Ciertas ITS pueden aumentar el riesgo de que una persona desarrolle cáncer y aumentar la probabilidad de adquirir o transmitir el VIH.
Además, las ITS pueden causar complicaciones de salud a largo plazo, especialmente en los sistemas reproductivo y nervioso central. En casos raros, pueden provocar enfermedades graves o la muerte.
El NIAID apoya la investigación en todo el espectro, desde la ciencia básica hasta la clínica, para desarrollar enfoques diagnósticos, preventivos y terapéuticos eficaces para las ITS en consonancia con el Plan Estratégico Nacional de ITS. En reconocimiento a la Semana Nacional de Concientización sobre las ITS, el NIAID comparte una instantánea de nuevos proyectos y avances científicos recientes en la investigación de las ITS.
*Mejorar el tratamiento de la sífilis y la tricomoniasis.
Los nuevos informes de sífilis y sífilis congénita están aumentando a un ritmo alarmante en los Estados Unidos. La sífilis es causada por la bacteria Treponema pallidum.
La penicilina G benzatina (BPG) es uno de los pocos antibióticos que se sabe que trata eficazmente la sífilis. Actualmente hay escasez de BPG y algunas personas son alérgicas a los antibióticos de penicilina.
En febrero de 2024, el NIAID convocó un taller con una amplia gama de expertos sobre terapias alternativas a BPG para el tratamiento de la sífilis en adultos, la neurosífilis y la sífilis en personas embarazadas y bebés.
El taller abordó la evaluación preclínica de medicamentos candidatos, la posible necesidad de estudios sobre cómo se procesan los medicamentos candidatos en el cuerpo durante el embarazo y cómo abordar los ensayos clínicos de tratamiento para la sífilis congénita.
Este trabajo es parte del portafolio integral de investigación sobre diagnóstico, prevención y tratamiento de la sífilis del NIAID.
La tricomoniasis es la ITS parasitaria más común, causada por Trichomonas vaginalis.
La tricomoniasis puede aumentar el riesgo de contraer o transmitir otras ITS, incluido el VIH.
El parásito también puede causar inflamación del cuello uterino y de la uretra. T. vaginalis se trata con una clase de antibióticos llamados nitroimidazoles.
El nitroimidazol actualmente recomendado, llamado metronidazol, cura entre el 84% y el 98% de los casos de T. vaginalis, pero tiene altas tasas de infección irruptiva. Un nuevo proyecto dirigido por la Universidad de Tulane examinará una dosis única de secnidazol, un medicamento de la misma clase de fármaco, como una opción de tratamiento más eficaz y rentable para mujeres y hombres.
Website Science Translational Medicine:
https://www.science.org/journal/stm