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Tampico-Madero-Cd. Victoria, Tamaulipas, Mexico
Centro Nacional de Capacitación y Educación para la Prevención, Tratamiento y Cuidado del VIH/Sida

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Espacio de Intercambio de Información, para Promover la Asistencia y Atención Médica en Instituciones de Salud y Asociaciones Civiles de Respuesta al Sida, con Marco de Lineamientos en Derechos Humanos.

Así como Promover, Difundir y Aplicar los Programas que las Instituciones Públicas y Privadas, Nacionales e Internacionales, y que Favorezca la Restitución, Atención y Tratamiento de las Personas con VIH/Sida.

Fortaleciendo así la Capacidad Médica Integral.

jueves, 5 de marzo de 2015

Boletín CROI 2015

1.-Algunos antirretrovirales aumentan el riesgo de sufrir problemas renales.
El uso de tres fármacos antirretrovirales se ha relacionado con un lento aumento de la tasa de enfermedad renal con el tiempo, según un análisis procedente del estudio D:A:D, una cohorte observacional de gran tamaño.

Estos medicamentos son: Tenofovir, Atazanavir potenciado por Ritonavir y Lopinavir potenciado por Ritonavir.

El equipo de investigadores estudió el riesgo de desarrollar una enfermedad renal crónica (determinada a partir de una tasa de filtración glomerular estimada inferior a 60 mL por minuto) por parte de las personas cuya función renal era normal en el momento de entrar en la cohorte.

La tasa de filtración glomerular estimada constituye una medida indirecta de la cantidad de sangre filtrada por minuto en los riñones y es una prueba que se utiliza para valorar el estado de la función renal.

Para el análisis se contó con datos procedentes de 23.560 personas a lo largo de un periodo de ocho años.

Se observó que, en general, el riesgo fue bajo: menos del 1% de los participantes (210 personas) desarrollaron una enfermedad renal crónica.

Tal como se esperaba, se comprobó la existencia de diversos factores relacionados con la función renal: una mayor edad, tener una presión arterial elevada, hepatitis C, diabetes, enfermedad cardiovascular, haber tenido un recuento bajo de CD4 con anterioridad y consumir drogas inyectables.

Sin embargo, también se detectó una relación entre la enfermedad renal y el uso de determinados antirretrovirales, y este riesgo fue mayor cuanto más tiempo se tomó el fármaco.

La incidencia fue del 2,2% después de tomar Tenofovir durante seis años, del 4% después de tomar Atazanavir potenciado por Ritonavir durante seis años y del 4% después de tomar Lopinavir potenciado por Ritonavir durante seis años.

Al tener en cuenta otros factores de riesgo de desarrollar enfermedad renal, se comprobó que cada año de toma de Tenofovir se relacionó con un aumento del 12% en el riesgo relativo de sufrir dicho problema, del 27% por cada año que se tomó Atazanavir potenciado por Ritonavir y del 16% por cada año de Lopinavir potenciado por Ritonavir.

Por el contrario, el uso de Abacavir no se relacionó con un mayor riesgo de desarrollar este problema ni tampoco el de otros inhibidores de la proteasa.

No obstante, no se dispuso de una cantidad suficiente de datos para poder examinar ningún otro fármaco de forma individual.

Aunque la enfermedad renal crónica sigue siendo una afección poco habitual y más influenciada por los factores de riesgo ‘tradicionales’ que por el uso de los antirretrovirales, es probable que los médicos tengan estos datos en consideración a la hora de elegir la pauta de tratamiento, especialmente en el caso de personas que ya presentan otros factores de riesgo de desarrollar problemas en los riñones.


2.-Los incentivos económicos no ayudaron a mejorar la cascada de tratamiento en ciudades de EE UU.
Un estudio realizado en EE UU en el que se ofrecieron incentivos económicos a los pacientes para que acudieran a los servicios de atención del VIH después de haberse realizado la prueba con el objetivo de que permanecieran dentro de la atención y mantuvieran una carga viral indetectable no consiguió alcanzar sus objetivos principales en la mayor parte de los casos. S

in embargo, la intervención mejoró los resultados en algunos de los servicios de menor tamaño y peor rendimiento.

Se había comprobado previamente que los incentivos económicos podrían ser eficaces a la hora de acercar a los usuarios de drogas a la atención sanitaria.

Del mismo modo, los incentivos económicos han mejorado los resultados clínicos del VIH en algunos estudios realizados en África.

El estudio presentado en la conferencia se llevó a cabo en dos zonas urbanas azotadas por la pobreza y los problemas sociales: Washington DC y el Bronx, en la ciudad de Nueva York.

Varias docenas de centros de realización de pruebas del VIH y atención sanitaria fueron distribuidos de forma aleatoria para seguir con su estándar de atención habitual o para empezar a ofrecer incentivos económicos.

Las personas recién diagnosticadas de VIH recibirían 25 dólares si acudían a un servicio de atención en los tres meses siguientes, y se les ofrecía otros cien dólares si completaban el plan de atención con su médico.

Además recibirían otros 70 dólares cada tres meses en el caso de que acudieran a la cita médica y su carga viral fuera indetectable.

A pesar de todo, los incentivos económicos no supusieron una diferencia estadísticamente significativa en cuanto a la proporción de personas que acudieron a los servicios de atención en los tres meses siguientes, ni tampoco en la proporción de pacientes que consiguió una carga viral indetectable.

Se observó un pequeño aumento (8%), pero estadísticamente significativo, en la proporción de pacientes que acudió al menos al cuatro de cinco visitas clínicas.

Las mayores mejoras se observaron en los servicios que anteriormente habían presentado unos resultados especialmente malos (en general, servicios de pequeño tamaño y con pocos recursos).

El equipo de investigadores cree que los incentivos económicos pueden seguir teniendo un posible papel en la mejora de las tasas de la cascada de tratamiento en determinadas zonas y poblaciones.


3.-Cáncer, cáncer de pulmón y tabaquismo.
La incidencia de cáncer es muy elevada en personas de EE UU de más de 65 años de edad que tienen VIH, a pesar del uso generalizado de la terapia antirretroviral, según revelan los datos presentados en la CROI.

El riesgo de desarrollar cáncer puede estar ligado tanto a la infección por VIH como al envejecimiento.

Un equipo de investigadores recopiló datos de 5% de las personas que utilizan Medicare (el programa nacional que proporciona un seguro médico a personas de 65 años o más en EE UU) entre 2002 y 2009, y los vinculó con los datos de un registro de casos de cáncer.

Se dispuso de datos de más de 450.000 personas, incluyendo cientos de ellas que habían sido diagnosticadas de VIH.

En conjunto, en un periodo de cinco años, el 10,2% de las personas mayores con VIH fueron diagnosticadas de cáncer.

En términos absolutos, el mayor número de casos correspondieron a los cánceres de próstata y pulmón. Sin embargo, las tasas de cáncer de próstata no fueron superiores entre los hombres con VIH que entre otras poblaciones de hombres.

Sin embargo, las tasas de algunos tipos de cánceres fueron significativamente mayores entre las personas con VIH que en otros grupos de población.

Esto fue así tanto en el caso de los cánceres definitorios de sida (por ejemplo, el linfoma no de Hodgkin [cociente de riesgo: 3,0] o el sarcoma de Kaposi [cociente de riesgo: 79,2]) como en otros cánceres que ya se comprobó que eran más habituales en personas más jóvenes con VIH (por ejemplo, cáncer anal [cociente de riesgo: 32,4] o cáncer de pulmón [cociente de riesgo: 1,5]).

En un segundo estudio se estudiaron las tasas de cáncer en más de 39.000 personas con VIH en EE UU, excluyendo aquellos tipos considerados definidores de sida.

Casi 600 personas en el estudio fueron diagnosticadas de un tipo de cáncer no definidor de sida a lo largo de un periodo de diez años, siendo el cáncer de pulmón el tipo más habitual.

El equipo de investigadores decidió calcular hasta qué punto los cánceres no definitorios de sida podrían atribuirse al hecho de fumar más que a otros factores de riesgo relacionados con el VIH (la fracción atribuible poblacional).

Se comprobó que el 37% de los cánceres se habrían evitado si las personas con VIH presentarán las mismas tasas de consumo de tabaco que la población general.

El hecho de fumar constituyó, con diferencia, el factor de riesgo modificable más importante de cáncer, más que evitar tener un nivel de CD4 inferior a 200 células/mm3, una carga viral detectable o tener una infección por hepatitis.

Aunque el análisis pone de relieve la importancia de los programas para ayudar a que las personas con VIH dejen de fumar, en la conferencia también se presentaron resultados de un estudio de distribución aleatoria en el que se probó el uso de Vareniclina (Champix/Chantix), un fármaco para dejar de fumar.

Un grupo de personas fumadoras con VIH en Francia recibieron Vareniclina o un placebo durante doce semanas, además de Counselling para dejar de fumar.

El fármaco ayudó a que un número significativamente mayor de personas dejase de fumar, pero después de 48 semanas sólo el 17,6% no fumaba (frente al 7,2% de las que recibieron el placebo).

Estas tasas son similares a las observadas con anterioridad en personas sin VIH que utilizaron Vareniclina, Bupropion (Zyban, Wellbutrin), productos de sustitución de nicotina (como parches), o únicamente Counselling.

Ninguna intervención ha demostrado ser eficaz más allá de un cuarto o un tercio de las personas que la utilizan.

La combinación de intervenciones podría ser más eficaz que cualquier método individual por sí mismo.

(Abra los Enlaces para los Abstract´s)



4.-El retraso del tratamiento frente la hepatitis C trae consigo un mayor riesgo de cáncer hepático y muerte.
Si las personas coinfectadas por VIH y el virus de la hepatitis C (VHC) retrasan el inicio del tratamiento contra la hepatitis hasta una fase avanzada de la enfermedad hepática, mantienen el riesgo de sufrir complicaciones de tipo hepático e incluso de morir, según un modelo matemático probado en un estudio.

Durante la época de la terapia contra la hepatitis C basada en interferón, por lo general se recomendaba a los pacientes que pospusieran el tratamiento hasta que experimentaran una progresión de la enfermedad hepática.

Aunque los nuevos fármacos para tratar la hepatitis C son más eficaces y tienen muchos menos efectos secundarios, su elevado precio ha traído consigo restricciones en su uso, y algunas compañías de seguros y sistemas de salud públicos sólo cubren el tratamiento para los pacientes más graves.

El modelo matemático se basó en datos procedentes de hombres que practican sexo con otros hombres (HSH) en Suiza.

Se comprobó que si el tratamiento con las nuevas terapias frente al VHC se iniciaba en el primer año después del diagnóstico, el 2% de los pacientes acabaría por desarrollar un hepatocarcinoma celular (HCC, un tipo de cáncer hepático) y el 3% fallecería debido a complicaciones relacionadas con el hígado.

No se apreció ninguna ventaja en iniciar la terapia en el primer mes del diagnóstico, en lugar del primer año. Sin embargo, si se retrasaba el tratamiento hasta que los pacientes presentaran un caso grave de fibrosis (F3), el 8% desarrollaría HCC y el 10% fallecería debido a problemas de tipo hepático.

Más aún, un retraso en el inicio del tratamiento hasta la aparición de una cirrosis (F4) aumentaría estas cifras hasta el 20 y 25%, de forma respectiva.

Hay que señalar que el riesgo de sufrir estos acontecimientos graves no desapareció completamente, ni siquiera después de un tratamiento exitoso con las terapias modernas.

La mayor parte de los acontecimientos se producirían después de haber curado la hepatitis C en pacientes que hubiesen desarrollado previamente una fibrosis grave o una cirrosis.

Los retrasos en el inicio del tratamiento también tendrían un efecto sobre el periodo de tiempo en que los pacientes tendrían capacidad de infección.

Esto sería unos cinco años en el caso de una persona tratada en el primer año después del diagnóstico, más de quince años si el tratamiento se aplazase hasta el desarrollo de una cirrosis grave y casi 20 años si se pospusiese hasta la aparición de cirrosis.

Estos resultados respaldan la recomendación de un inicio más temprano del tratamiento, antes de que se produzcan daños significativos en el hígado.

Sin embargo, los resultados de un segundo estudio sugieren que, en este momento, casi la mitad de las personas que tienen hepatitis C en EE UU presentan fibrosis grave o cirrosis.

Estos casos están concentrados en la generación denominada ‘baby boom’, que actualmente tienen entre 50 y 70 años de edad.


5.-Cuestiones sobre el uso de Maraviroc en la profilaxis pre-exposición.
Aunque la mayor parte de la investigación en la profilaxis pre-exposición (PPrE) se ha centrado en el uso de Tenofovir/Emtricitabina (Truvada), se está estudiando también el uso de otros fármacos antirretrovirales en distintas formulaciones (por ejemplo: comprimidos, geles, anillos vaginales).

En particular, se está probando la toma de un comprimido del inhibidor de la entrada Maraviroc (Celsentri/Selzentry) en un ensayo de fase 2.

Maraviroc podría constituir una opción atractiva ya que actúa en una fase temprana de la infección por VIH (evitando que el virus se una al correceptor CCR5, que necesita para entrar en sus células diana), mientras que otros antirretrovirales actúan sobre el ciclo de replicación una vez que el VIH ya ha entrado en la célula.

Además, existe la esperanza de que las nuevas formulaciones de PPrE permitan alcanzar elevados niveles de fármaco en los tejidos vaginales y rectales después de una única dosis.

Esto permitiría una estrategia de PPrE denominada en función del evento o “a demanda”.

Sin embargo, en la conferencia se presentaron los resultados de un estudio de laboratorio que evidencian que la toma de una única dosis no resultó suficiente.

Unas pocas horas después de haber tomado Maraviroc, se tomaron biopsias de los tejidos del recto y la vagina que, posteriormente, fueron expuestas al VIH.

A pesar de que se observaron concentraciones elevadas del fármaco en el tejido cuatro horas después de haber tomado la dosis, estos niveles disminuyeron poco después.

Y aún más importante, el efecto protector del antirretroviral fue limitado.

No obstante, algunos investigadores se preguntan si estos análisis de laboratorio constituyen una orientación fiable de la eficacia real en las personas.

Además, el estudio no reveló nada respecto a la protección conseguida mediante la administración de varias dosis de Maraviroc.


6.-BMS-663068, un nuevo fármaco para personas con experiencia en tratamiento.
En la conferencia se presentaron los alentadores resultados a 48 semanas de un ensayo de fase 2b del fármaco BMS-663068 (Fostemsavir), desarrollado por Bristol-Myers Squibb's.

Este fármaco pertenece a una nueva familia, denominada inhibidores del acoplamiento. BMS-663068 se une directamente a la proteína gp120 que forma parte de las ‘protuberancias’ de la superficie externa del VIH, evitando así que el virus pueda unirse y entrar en las células CD4.

Los inhibidores del CCR5 como Maraviroc (Celsentri/Selzentry) y los inhibidores de la fusión como Enfuvirtida (Fuzeon), actúan en unas etapas ligeramente posteriores.

El nuevo fármaco es activo frente al VIH con independencia de si este emplea los correceptores CCR5 o CXCR4.

El estudio contó con la participación de 250 personas con experiencia en tratamiento, la mayor parte de las cuales había experimentado un fracaso de la terapia de primera o segunda línea y su virus presentaba problemas de resistencia a fármacos.

Dos de cada cinco participantes tenía un recuento de CD4 inferior a 200 células/mm3.

La inscripción en el estudio se llevó a cabo en muchos países de ingresos medios, por lo que se contó con la participación de una proporción mayor que en otros estudios de mujeres, personas de etnia negra y personas infectadas por VIH de un subtipo distinto al B.

Los participantes fueron distribuidos de forma aleatoria para recibir el fármaco BMS-663068 (en una de cuatro dosis posibles, una o dos veces al día) junto con Raltegravir y Tenofovir.

Las personas incluidas en el grupo de control recibieron Atazanavir potenciado con Ritonavir, Raltegravir y Tenofovir.

Transcurridas 48 semanas, las tasas de respuesta fueron similares (entre el 61 y el 82% de las personas que recibieron BMS-663068 tuvieron una carga viral indetectable, con variaciones según el régimen de dosificación), frente al 71% en el brazo de Atazanavir.

El nuevo fármaco resultó en general seguro y bien tolerado en todas las dosis probadas.

El análisis de las posibles interacciones farmacológicas sugiere que puede tomarse BMS-663068 de forma segura junto con Darunavir y/o Etravirina, sin necesidad de realizar ajustes de dosis.

Estos fármacos se utilizan de forma generalizada en personas con experiencia en tratamiento.


Website Aidsmap:

Website Conference on Retroviruses and Opportunistic Infections (CROI 2015): http://www.croiconference.org/

miércoles, 4 de marzo de 2015

HIV This Month - Febrero 2015

Bienvenido a UNAIDS Science Now a la segunda edición del VIH de este mes en el 2015.

El 23-26 de Febrero, nos enteramos resultados de investigación nuevas y emocionantes reportados en la Conferencia sobre Retrovirus e Infecciones Oportunistas (CROI) en Seattle.

Notable entre ellos fue la publicación de los resultados de PROUND, Ipergay y Proyecto de demostración de Partners PrEP

Si usted recuerda PROUND y Ipergay sido detenido en 2014 por sus datos y tableros de control de seguridad debido a que encontraron poco ético continuar y no ofrece Tenofovir/Emtricitabina como PrEP, que ha mostrado resultados muy significativos de reducción de riesgo de VIH, a los hombres en el diferido/grupo placebo.

UNAIDS emitió un comunicado de prensa la bienvenida a una prueba más de la eficacia de los medicamentos antirretrovirales en la prevención de nuevas infecciones por el VIH en el sitio web de UNAIDS, el 24 de Febrero.

Es posible que también desee comprobar los materiales electrónicos y Webcast desde el sitio web CROI.

Es posible que desee ver en el comentario de Stefano Vella, en la revista The Lancet VIH en Fin de SIDA en el horizonte, pero la innovación necesaria para acabar con el VIH.

Señala que el fin del SIDA no es el fin del VIH y aunque existen estrategias probadas para prevenir el SIDA, a fin es necesaria la innovación VIH

Y en caso de que no lo sabía, celebramos el Día Cero Discriminación el 1 de Marzo en todo el mundo.

Disfrute de esta edición.

1.-Reducir la transmisión sexual.
•Una prueba más de una asociación con el anticonceptivo inyectable, acetato de Medroxiprogesterona de depósito con riesgo de VIH.

•Incentivos para los huérfanos a permanecer en la escuela: un programa estructural para la prevención del VIH en Zimbabwe.

•Combinación de la prevención del VIH-Contexto específico para las trabajadoras sexuales.

•El uso de Facebook para aumentar la captación de las pruebas de VIH entre los HSH en Perú.

•El conocimiento de la condición de VIH de uno mismo y socio - niveles demasiado bajos.

•¿Tiene un efecto protector contra el herpes simplex virus-2 aumentan el costo-efectividad de PrEP?.

Programa de Ahorros micro finanzas llevado lleva a reducir el riesgo sexual entre los trabajadores sexuales en Mongolia

2.-Tratamiento de 15 millones de Acceso.
•Optimización de los resultados de la terapia antirretroviral de segunda línea: modificado el tratamiento directamente observado en base socio-no es la respuesta.

•Comienzo tardío terapia antirretroviral persiste para los niños menores de dos años de edad de ingresos bajos y medianos.

•Pruebas Consejero iniciadas duplica la proporción de personas en el hospital saber su estado serológico.

3.-Evitar las muertes por tuberculosis.
•Menor, el riesgo a largo plazo de la enfermedad de la tuberculosis con la terapia antirretroviral temprana versus diferida.

4.-Eliminar el estigma y la discriminación.
•Mantener las adolescentes en los ensayos clínicos de prevención del VIH: un enfoque en los efectos de la violencia doméstica.

•Se necesita más investigación para entender predictores de estigma internalizado entre las personas que viven con el VIH.

5.-Fortalecer la integración del VIH.
•El impacto del tratamiento antirretroviral en los cuidadores a domicilio en Zambia.

Por favor, háganos saber cuáles son sus intereses y lo que piensa de VIH de este mes por el envío de un correo electrónico aquí

Si desea recomendar un artículo para su inclusión, por favor póngase en contacto con nosotros, recuerde, una gran cantidad de información sobre la epidemia del VIH y las respuestas a que son accesibles en www.unaids.org



Website UNAIDS Science Now:

CROI 2015: Buenos Resultados de Sofosbuvir/Ledipasvir en Coinfectados por VIH y Hepatitis C de Genotipo 1 o 4‏

Las tasas de curación serían del 96% y se mantendría inalterada en personas con cirrosis hepática y en aquellas con un fracaso previo a un tratamiento de la hepatitis C.

En el marco de la Conferencia sobre Retrovirus e Infecciones Oportunistas (CROI), celebrada la semana pasada en Seattle (EE UU), se presentaron los resultados del estudio de fase III ION-4, que evaluó el tratamiento de la infección por el virus de la hepatitis C (VHC) con la combinación a dosis fijas de Sofosbuvir/Ledipasvir (Harvoni®) en personas coinfectadas por VIH y VHC de genotipo 1 o 4.

La tasa de curación observada en el estudio fue del 96%, lo cual da consistencia a los resultados clínicos que llevaron a la aprobación europea de la combinación el pasado mes de noviembre, en la cual ya se contempló su uso tanto en el marco de la Monoinfección como en el de la coinfección por VIH y VHC.

Cabe destacar que el medicamento aún no ha sido aprobado en España, donde se está llevando a cabo el proceso de evaluación y negociación del precio.

El estudio ION-4, abierto y de tipo Multicéntrico, contó con la participación de 335 personas con VHC de genotipo 1a (75%), 1b (23%) o 4 (2%).

Todos los participantes tenían infección por VIH en estado de supresión virológica (carga viral del VIH indetectable) por medio de uno de los siguientes tratamientos antirretrovirales:

•Tenofovir / Emtricitabina / Efavirenz (Atripla®, seguido por el 48% de los participantes).

•Tenofovir / Emtricitabina / Raltegravir (Truvada® + Isentress®, tratamiento del 44% de los participantes).

•Tenofovir / Emtricitabina / Rilpivirina (Eviplera®, seguido por el 9% de los participantes).

En el estudio participaron tanto personas sin experiencia en tratamientos contra el VHC (el 45%) como aquellas que no habían logrado curarse tras un ciclo de tratamiento previo frente a la infección hepática (el 55% restante).

El tratamiento contra el VHC objeto de estudio –formado por Sofosbuvir/Ledipasvir y administrado en forma de un comprimido de una sola toma diaria–tuvo una duración de 12 semanas.

Los participantes eran de origen estadounidense, canadiense o neozelandés.

El 20% tenían cirrosis compensada; el recuento de plaquetas era de, como mínimo, 50.000 UI/mm3; la concentración de hemoglobina era de, al menos, 20 mg/dL y la tasa de filtración glomerular era de, como mínimo, 60 mL/min.

En cuanto a características relativas al VIH, como se apuntó anteriormente, todos los participantes tenían carga viral indetectable por acción de un tratamiento antirretroviral.

Los recuentos de CD4 eran en todos los participantes de, al menos, 100 células/mm3.

El 82% de los participantes eran hombres. Más de un tercio eran de etnia negra, el 17% de origen latinoamericano y la mediana del índice de masa corporal era de 27 (correspondiente a sobrepeso).

En el estudio, la combinación evaluada alcanzó una respuesta virológica sostenida a las 12 semanas de finalizar el tratamiento (RVS12, aceptado, como norma general, como sinónimo de curación) del 96%.

De las 14 personas que no lograron curarse 10 experimentaron una reaparición de la infección después de finalizar el tratamiento (recidiva), en dos el rebrote tuvo lugar durante el período de tratamiento (en ambos casos los investigadores reportaron problemas de adhesión) y una persona falleció por endocarditis infecciosa (relacionada con el uso de drogas inyectables).

Los resultados de eficacia no se vieron significativamente alterados por el hecho de tener o no experiencia en tratamientos frente al VHC previos, como tampoco se observaron diferencias significativas en términos de eficacia entre personas con cirrosis hepática y aquellas con enfermedad hepática menos avanzada.

De los múltiples factores analizados, solo ser de etnia negra y tener el genotipo TT de la Interleuquina 28B (IL-28B) se asociaron significativamente a una peor respuesta según el análisis multivariable.

El tratamiento fue, en general, bien tolerado. Aunque el 77% de los participantes experimentaron efectos adversos, solo en el 4% de los casos estos fueron de grados 3 o 4 y solo el 2% de los participantes sufrieron efectos secundarios graves.

El 11% de los participantes obtuvo resultados anómalos en las analíticas considerados de grados 3-4.

Los efectos secundarios más frecuentes fueron dolor de cabeza (25% de los casos), fatiga (21%) y diarrea (11%).

Los resultados del presente estudio siguen la línea de los buenos niveles de eficacia mostrados en la amplia investigación clínica llevada a cabo con Sofosbuvir/Ledipasvir y muestran cómo dichas evidencias son perfectamente extrapolables a personas coinfectadas por VIH y VHC.

Como en los otros medicamentos de acción directa de segunda generación frente al VHC, el precio será el que marcará la posibilidad de un acceso más o menos amplio a Harvoni®.

Referencia: Naggie S, Cooper C, Saag M, et al. Ledipasvir/sofosbuvir for 12 Weeks in Patients Coinfected With HCV and hiv-1: ION-4.2015 Conference on Retroviruses and Opportunistic Infections. Seattle, February 23-24, 2015. Abstract 152LB.



Website Conference on Retroviruses and Opportunistic Infections (CROI 2015): http://www.croiconference.org/

martes, 3 de marzo de 2015

Nuevo Informe e Informe GMT: Fortalecimiento de la Capacidad Organizacional

Desde 2007, el Programa de Premios Iniciativa Comunitaria amfAR GMT proporciona pequeños subsidios a cerca de 200 organizaciones de base en más de 80 países de bajos y medianos ingresos para ayudarles a mejorar y ampliar los servicios de VIH que ofrecen a los hombres gay, otros hombres que tienen sexo con hombres y personas transgénero (colectivamente, GMT).

Estas organizaciones fueron fundadas y son dirigidos por individuos GMT, que son más a menudo pioneros en la prestación de los servicios de VIH para los individuos GMT dentro de sus comunidades y que saben mejor que nadie cómo alcanzar y satisfacer las necesidades de estas poblaciones muy marginadas y, a menudo ocultos.

Sin embargo, estos líderes a menudo tienen poca experiencia previa dirigir una organización y la gestión de su crecimiento.

Al trabajar de cerca con los nuevos beneficiarios, amfAR reconoció que estos socios necesarios adicional, el apoyo para ayudar a fortalecer su capacidad de organización y asegurar la financiación de sus gobiernos nacionales y los organismos donantes más grandes que apoyan los programas de VIH dirigidos.

La Iniciativa GMT desarrolló un modelo de asesoramiento que reconoce y aprovecha la experiencia local mediante el apoyo de un experto local o mentor en la prestación de orientación y formación dirigido a socios beneficiarios.

Este informe, que fue posible gracias al generoso apoyo de Johnson and Johnson, ofrece ejemplos de las actividades de fortalecimiento de capacidades empleadas por los mentores y su impacto en cinco organizaciones asociadas concesionario, uno por cada una de las regiones en las que la Iniciativa GMT proporciona apoyo: África, la región de Asia-Pacífico, el Caribe, América Latina y Europa del Este y Asia central.

También describe las variables que las organizaciones de base GMT pueden utilizar para medir su propio crecimiento organizacional.

GMT: Gay, Man, Transgénero.


Website amfAR The Foundation for AIDS Research:

CROI 2015: 27 Febrero 2015

1.-Dos regímenes de tratamiento sin interferón muestran elevadas tasas de curación de la hepatitis C en personas coinfectadas por VIH.
En la conferencia de la CROI de esta semana se presentaron los resultados de dos estudios en los que se probaron dos regímenes dobles de tratamiento sin interferón ni Ribavirina, y revelaron que las tasas de curación del virus de la hepatitis C (VHC) superaron el 95% en personas coinfectadas por VIH y VHC.

El primer régimen doble consistió en Sofosbuvir y Ledipasvir (ambos fármacos fabricados por Gilead y coformulados en un único comprimido denominado Harvoni), mientras que el segundo estuvo compuesto por Sofosbuvir (Sovaldi) y Daclatasvir (Daklinza, fabricado por Bristol-Myers Squibb).

Tanto Ledipasvir como Daclatasvir pertenecen a la familia de los inhibidores del complejo de replicación NS5A.

En ambos estudios, las tasas de respuesta en personas coinfectadas por VIH y VHC fueron igual de elevadas que las observadas en otros estudios en personas monoinfectadas por VHC.

Estos resultados suponen un respaldo a las recientes directrices de tratamiento de la hepatitis C que recomiendan que la hepatitis C se trate de igual modo con independencia de si la persona está coinfectada o no por VIH.

En el caso de Sofosbuvir y Ledipasvir (Harvoni), en el estudio abierto sin distribución aleatoria participaron 335 personas coinfectadas.

En el ensayo se establecieron criterios de inclusión amplios y se contó un número mayor de pacientes difíciles de tratar (como no respondedores y personas con cirrosis hepática) que en otros estudios.

Casi todas las personas tenían el genotipo 1 del VHC, más de la mitad tenían experiencia previa en tratamientos y tres cuartas partes presentaban variantes desfavorables en el gen IL28B.

Todos los participantes estaban tomando tratamiento antirretroviral para el VIH y la mayor parte presentaban una carga viral indetectable.

Los voluntarios recibieron un comprimido diario durante doce semanas, para continuar con otras doce semanas de seguimiento en los que se valoró la respuesta virológica sostenida (RVS12), es decir si seguían teniendo niveles indetectables de VHC.

La tasa general de RVS12 fue del 96%, una cifra similar a la registrada en personas monoinfectadas.

El hecho de haber tomado tratamiento con anterioridad, presentar cirrosis hepática o variantes de resistencia de la NS5A apenas supusieron diferencias en la tasa de curación.

Sin embargo, las tasas de RVS12 fueron ligeramente inferiores en los participantes de etnia negra, un detalle que no se había observado en los estudios con pacientes monoinfectados.

Una posible explicación de este resultado (que habría que comprobar) es la existencia de una influencia de la genética sobre la respuesta a los fármacos cuando se utiliza tanto Ledipasvir como los antirretrovirales.

En el caso del estudio con Sofosbuvir (Sovaldi) y Daclatasvir (Daklinza), unas 151 personas coinfectadas sin experiencia en tratamiento fueron asignadas de forma aleatoria para recibir ocho o doce semanas del tratamiento doble, mientras que otras 52 personas con experiencia en tratamiento tomaron el régimen doble durante doce semanas.

Prácticamente todas las personas estaban tomando tratamiento frente al VIH y presentaban una carga viral indetectable.

Aunque dos terceras partes de los participantes tenían VHC de genotipo 1a, también se incluyeron personas infectadas por otros genotipos (del 2 al 6).

Una de las ventajas de Daclatasvir es que presenta actividad frente a diversos genotipos del VHC, mientras que Ledipasvir actúa fundamentalmente frente al genotipo 1.

Los pacientes asignados de forma aleatoria para tomar los comprimidos diarios durante ocho semanas presentaron peores resultados (RVS12: 76%), pero el ciclo de doce semanas de tratamiento funcionó bien: RVS12 del 96% en personas que no habían tomado tratamiento antes y 98% en personas con experiencia en tratamientos.

Las tasas de curación fueron similares para todos los genotipos. Los dos regímenes de tratamiento estudiados resultaron en general seguros y se toleraron bien.


2.-Los programas de promoción de la abstinencia financiados por PEPFAR no tuvieron impacto.
Los casi 1.300 millones de dólares gastados en programas financiados por EE UU para promocionar la abstinencia y la fidelidad en el África subsahariana no han tenido un impacto significativo sobre los cambios de conducta en catorce países de dicha región, según ha revelado un análisis preliminar de los datos sobre conducta sexual.

El Plan de Emergencia del Presidente para Paliar el Sida (PEPFAR, en sus siglas en inglés) es una iniciativa puesta en marcha en 2004 con un requerimiento del Congreso para que una parte fija de los fondos de prevención del mismo se destinasen a programas de promoción de la abstinencia sexual, retraso de la actividad sexual y fidelidad a la pareja.

Las intervenciones financiadas por esta iniciativa también promovían la reducción del número de parejas.

Sin embargo, aunque puede haber una base epidemiológica para pensar que el retraso del inicio de la actividad sexual y la reducción de la misma podría reducir las posibilidades de adquirir el VIH, especialmente en mujeres jóvenes, apenas existen pruebas de intervenciones eficaces en la consecución de estos objetivos.

El equipo de investigadores comparó las tendencias en las conductas sexuales a partir de los Sondeos Demográficos y de Salud nacionales en catorce países focales del PEPFAR y de otros ocho países africanos donde la financiación del PEPFAR no estaba determinando el contexto de las intervenciones preventivas del VIH.

Aunque se observó una tendencia a que los hombres tuvieran menos parejas sexuales en los dos bloques de países, los investigadores no pudieron detectar ningún impacto relacionado con la financiación del PEPFAR.

Así, el hecho de contar con niveles más elevados de financiación en determinados países no pareció estar relacionado con diferencias en la conducta sexual.


3.-La nueva formulación de Tenofovir resulta igual de eficaz, pero más segura.
Tenofovir Alafenamida (TAF), una nueva formulación de este fármaco que presenta concentraciones más bajas en sangre pero alcanza niveles más elevados en las células, resulta igual de eficaz que la versión actualmente disponible, Tenofovir disoproxil fumarato (TDF).

Además presenta menos efectos perjudiciales sobre los riñones y huesos que el TDF. Tenofovir disoproxil fumarato (Viread) es uno de los fármacos antirretrovirales más utilizados.

Forma parte de combinaciones en dosis fija como Truvada o de los regímenes en un único comprimido Atripla, Eviplera/Complera y Stribild.

Este fármaco tiene una elevada potencia y, en general, resulta seguro y se tolera bien, aunque puede provocar problemas renales y en los huesos en algunos pacientes.

Por su parte, TAF es un nuevo pro-fármaco que transporta el componente activo (Tenofovir difosfato) de forma más eficiente a las células infectadas por VIH.

Esta formulación consigue generar unos niveles intracelulares adecuados con una dosis más baja de medicamento, lo que se traduce en menores concentraciones en el plasma sanguíneo y menor exposición al fármaco para los riñones, huesos y otros órganos y tejidos.

Aunque versiones genéricas más baratas de Tenofovir disoproxil fumarato estarán disponibles pronto en muchos países occidentales, TAF será un nuevo producto exclusivo de Gilead y protegido por patentes.

Se presentaron datos para comparar la combinación en único comprimido Stribild (Elvitegravir, Cobicistat, Emtricitabina y TDF) frente a una Coformulación alternativa con TAF en lugar de TDF.

En los estudios tomaron parte 1.700 personas sin experiencia en el uso de tratamiento en Europa, América del Norte, América Latina y Asia. Después de 48 semanas, las dos formulaciones presentaron una eficacia igual de elevada, lo que evidencia que la Coformulación con TAF es no inferior a la que incluye TDF.

Las tasas de supresión de la carga viral superaron el 90% en los dos brazos del estudio, con independencia de la edad, el sexo, la etnia, el ARV del VIH-1 y los recuentos de CD4.

Menos del 1% de los participantes en los dos brazos presentaron indicios de que el virus mostrará mutaciones primarias de resistencia.

Las tasas generales de efectos secundarios y acontecimientos adversos graves no variaron. Los acontecimientos adversos relacionados con el riñón se analizaron con más detalle.

En comparación con el TDF, el TAF no registró abandonos debido a acontecimientos renales adversos, mostró niveles significativamente menores de descenso en la tasa de filtración glomerular estimada y menores niveles de proteinuria, albuminuria y proteinuria tubular.

En lo que respecta a la salud ósea, TAF tuvo un impacto menos significativo sobre la densidad mineral ósea en la espalda (26% de participantes perdió al menos el 3%, frente al 45% en el grupo que tomaba TDF) y en la cadera (el 17% de los participantes perdió al menos el 3%, frente al 50% en el grupo de TDF).

La Coformulación aquí estudiada ha sido presentada a las agencias reguladoras en EE UU y Europa para su aprobación. Gilead está desarrollando también una Coformulación de TAF y Emtricitabina para reemplazar a Truvada.

Esta nueva versión también puede ser considerada para su uso como profilaxis pre-exposición (PPrE).


4.-Cascadas de tratamiento en los países africanos.
Sudáfrica cuenta con el mayor programa de tratamiento antirretroviral del mundo, pero un análisis de su cascada de tratamiento evidencia que es necesario poner más énfasis en mejorar las tasas de retención en la atención médica, especialmente en el caso de hombres y jóvenes.

Esto permitiría al país maximizar el beneficio preventivo del tratamiento antirretroviral.

De los 2,5 millones de hombres que viven con VIH en Sudáfrica, sólo el 39% están vinculados a la atención médica, el 27% está tomando tratamiento antirretroviral y el 19% tienen una carga viral indetectable.

De los 3,9 millones de mujeres que viven con VIH, el 58% están vinculadas a la atención médica, el 38% están tomando tratamiento antirretroviral y el 28% tienen una carga viral indetectable.

Las personas jóvenes de entre 15 y 24 años tienen muchas menos probabilidades de tomar tratamiento y mantener una carga viral indetectable que los adultos de mayor edad, a pesar de las tasas similares de retención en los servicios de atención médica.

Un segundo estudio, realizado a partir de los datos procedentes de tres comunidades en Kenia, Malaui y Sudáfrica, sugiere que para maximizar los efectos preventivos, los esfuerzos para ampliar la cobertura del tratamiento tienen que centrarse en aquellas personas con carga viral más elevada, principalmente personas que ya son elegibles para recibir el tratamiento según las directrices actuales.

Aproximadamente 19.000 personas tomaron parte en sondeos realizados a domicilio y algo más de 4.000 dieron positivo al VIH.

La mayor parte de estas personas que dieron positivo eran elegibles para recibir el tratamiento de acuerdo con las directrices nacionales, aunque hubo diferencias de un país a otro debido a los distintos criterios de inclusión (60% en Kenia, 69% en Sudáfrica y 80% en Malaui).

El equipo de investigadores se centró en las cargas virales de las personas que no tomaban tratamiento frente al VIH.

Menos de la cuarta parte de las personas sin tratar con un recuento de CD4 entre 500 y 700 células/mm3 tenían una carga viral muy elevada (por encima de 100.000 copias/mL), un factor relacionado con un riesgo muy elevado de transmisión del virus.

Por el contrario, más de la mitad de las personas sin tratar con un recuento de CD4 inferior a 350 células/mm3 tenían ese nivel tan elevado de carga viral.

Esto sugiere que para conseguir el máximo beneficio preventivo del tratamiento, los esfuerzos para aumentar su cobertura tienen que centrarse en las personas que ya son elegibles para recibir la terapia antirretroviral según las directrices actuales.

Esto tendría un impacto más profundo que aumentar el umbral de CD4 a partir del cual las personas deberían iniciar el tratamiento.

De todos modos, un estudio presentado el día anterior en la CROI evidenció que existen beneficios para la salud personal por el hecho de iniciar tratamiento con un recuento de CD4 superior a 500 células/mm3 en entornos con pocos recursos.


5.-No se registran casos de transmisión del VIH en un estudio con parejas gays.
Un primer análisis del estudio australiano con parejas de hombres gais Serodiscordantes al VIH (es decir, donde un miembro de la pareja tiene el virus y el otro no) no ha detectado hasta la fecha ningún caso de transmisión del VIH dentro de la pareja.

Estos datos observacionales del estudio Opposites Attract coinciden en el análisis provisional del estudio de mayor tamaño PARTNER, que fue hecho público en la edición del año pasado de la CROI.

En el ensayo PARTNER no se detectó ningún caso de transmisión tras 16.400 episodios de sexo anal (incluyendo los realizados con preservativo) en hombres gais.

La inscripción en el nuevo estudio comenzó a finales de 2013 en tres ciudades australianas (Sídney, Melbourne y Brisbane) y ahora también incluye Bangkok en Tailandia y Río de Janeiro en Brasil.

La mayor parte de las personas con VIH están tomando tratamiento y tienen una carga viral indetectable. Durante el primer año del estudio se recogieron datos de 152 parejas.

Se registró un total de 5.905 episodios de relaciones anales y, hasta la fecha, en el estudio no se ha observado ningún caso de transmisión dentro de la pareja.

Debido al relativamente pequeño número de personas inscritas hasta ahora, existen algunas incertidumbres respecto a estos hallazgos.

Aunque no se ha producido ninguna transmisión, esto no significa necesariamente que el riesgo de transmisión sea nulo.

El equipo de investigadores ha calculado que, en esta población, la cifra probable más elevada para el riesgo de transmisión durante una relación sexual anal sin preservativo con una pareja con VIH (con independencia de la carga viral) es del 4%.

La cifra probable más elevada cuando la pareja sin VIH es el miembro receptivo (pasivo) en la relación anal es del 7%. Sin embargo, al igual que en el estudio PARTNER, es probable que estas estimaciones se aproximen a cero a medida que se acumulan más datos.


6.-La circuncisión está reduciendo la incidencia de VIH en Uganda.
El despliegue de las intervenciones para realizar la circuncisión médica en el distrito rural de Rakai (Uganda) está teniendo un impacto notable sobre las tasas de nuevas infecciones por VIH en hombres.

Los datos proceden de uno de los lugares donde se realizó un ensayo de distribución aleatoria con control para probar la circuncisión y refleja que esta intervención puede resultar eficaz más allá del entorno de un ensayo.

La proporción de hombres no musulmanes circuncidados paso del 9% en 2007 (en el momento de iniciarse el ensayo de distribución aleatoria) a un 26% en 2011.

Después de ajustar para tener en cuenta otros factores que pudieran influir en la transmisión del VIH (como la mayor cobertura de la terapia antirretroviral), se determinó que cada aumento del 10% en las tasas de circuncisión estuvo relacionado con una reducción del 12% en la incidencia de VIH en hombres.

Sin embargo, hasta la fecha la incidencia de VIH en mujeres no ha descendido.


Website Aidsmap:

Website Conference on Retroviruses and Opportunistic Infections (CROI 2015): http://www.croiconference.org/