Los investigadores analizaron las propiedades de las cepas que evaden las defensas corporales para hacer el salto con éxito de persona a persona.
Las cepas de VIH que logran establecer una infección a través de la transmisión sexual tienen varias propiedades que facilitan su evasión de las numerosas líneas de defensa del cuerpo contra tal invasión.
El VIH primero debe infectar una célula objetivo en el sitio inicial de la infección, como el recto o la vagina.
A continuación, el virus necesita viajar a través de las membranas mucosas de la vía genital y luego las células epiteliales estrechamente empaquetadas, que forman una barrera contra la invasión de patógenos.
Entonces, el VIH necesita evadir la respuesta inmune inicial: interferones tipo 1, específicamente interferón-alfa2 e interferón-beta.
Teniendo en cuenta todos estos obstáculos, la probabilidad por acción de transmitir el VIH cuando alguien que vive con el virus tiene una carga viral detectable y eyacula en el recto o la vagina de un compañero VIH negativo es todavía muy pequeña.
Publicando sus hallazgos en Proceedings de la Academia Nacional de Ciencias, los investigadores estudiaron 300 aislamientos virales de la sangre y secreciones genitales de ocho personas seropositivas y los ocho individuos de quienes contrajeron el virus.
Encontraron una subpoblación de cepas de VIH que tenían características que las hacían más propensas a establecer con eficacia nuevas infecciones.
En comparación con los virus aislados de los individuos "donantes" (fuente de la infección del otro), los virus en los "receptores" eran tres veces más infecciosos, tenían una capacidad 1,4 veces mayor de replicarse y eran más resistentes a ambos Tipos de interferón tipo 1.
En comparación con los aislados virales de los donantes, los aislados de los receptores necesitaban una concentración 8 veces mayor de interferón-alfa2 y una concentración 39 veces mayor de interferón-beta para reducir a la mitad su replicación.
En el contexto de las dosis más altas de los dos interferones de tipo 1, las cepas de VIH resistentes al interferón eran respectivas 35 veces y 250 veces más propensas a replicarse en células CD4.
Traducción: Las cepas de VIH que se multiplican rápidamente y son resistentes al interferón son más propensas a transmitir, un rasgo conocido como aumento de la aptitud de transmisión.
Los aislamientos virales de los receptores surgieron de células CD4 más eficientemente que los aislados virales de los donantes.
Esto sugirió que un componente importante del proceso de transmisión del VIH es la producción de nuevas partículas virales que han surgido de células inmunitarias no detectadas.
Los autores del estudio concluyeron que el "cuello de botella de la mucosa" selecciona cepas de VIH que son especialmente potentes e insidiosas, capaces de copiarse y propagarse eficientemente a través del cuerpo a pesar del ataque del sistema inmunológico.
Los autores dicen que se necesitan más investigaciones para determinar qué genes virales conducen a la resistencia del interferón y cómo funcionan estos genes.
Tal comprensión científica podría ayudar en el desarrollo de nuevos tratamientos del VIH y métodos de prevención, incluyendo una vacuna.
Website ScienceDaily:
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