A raíz de la participación de los candidatos a la Presidencia de la República en la Asamblea Plenaria número 94 de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), organizaciones defensoras de los derechos humanos criticaron “la injerencia directa de la jerarquía católica para imponer su agenda moral a como dé lugar, pues contraviene derechos humanos y fomenta la discriminación de varios sectores de la población mexicana”, explicó María de la Luz Estrada, integrante de Católicas por el Derecho a Decidir (CDD).
En conferencia de prensa, recordó datos obtenidos en la Encuesta de Opinión Católica 2010, donde siete de cada 10 feligreses no están de acuerdo con que los ministros de culto ocupen cargos de elección popular, 67 por ciento de que pueda opinar sobre asuntos políticos, y 66 por ciento de que pueda ser dueña de medios de comunicación.
Abundó que seis de cada 10 católicos rechazan modificaciones a la Constitución que permitan la intervención de la Iglesia en políticas públicas, particularmente las que tienen que ver con los derechos de las mujeres.
Por su parte, Edgar Cortéz, del Instituto Mexicano de Derechos Humanos y Democracia, señaló que en estas reuniones, cualquier compromiso establecido por los aspirantes a la Presidencia de la República, debe promover, proteger y garantizar los derechos humanos.
Subrayó que los candidatos están obligados a promover y proteger estos derechos en sentido de la progresividad, pues en caso contrario, sería inaceptable e iría en contra de la Constitución.
El activista agregó que se debe “aprender a tratar de manera diferente a los diferentes”, lo que implica el reconocimiento de leyes para grupos históricamente -por cuestiones políticas, sociales, culturales o económicas-, en desventaja, además de combatir la discriminación.
Añadió que “sólo en un Estado laico son posibles los derechos humanos y cualquier atentado en su contra, para una mayor injerencia de las iglesias cualquiera que sea, será un paso que pone en riesgo el pleno ejercicio de todos los derechos para todas las personas”.
Julián Cruzalta, integrante de CDD, señaló que México es un Estado “plural y diverso”, con un ámbito de libertades o controversias entre distintos proyectos de vida, distintas maneras de mirar el mundo, por lo que al imponer la CEM sólo mirada a los candidatos, desconoce los valores de la democracia, el respeto y la tolerancia, y busca una agenda moral violatoria de los derechos humanos.
A su vez, Alfonso Suárez del Real, de República Laica, consideró que el voto de los mexicanos católicos es una decisión libre que no puede coaccionar ni condicionar ningún clérigo desde el púlpito, pues hacerlo significa “inmiscuirse en asuntos terrenales que los católicos mexicanos desconocemos y no estamos de acuerdo en que se maneje la Iglesia como un eje político, queremos pastores que velen por nuestras almas, no necesitamos otro partido más, para eso ya tenemos suficientes”.
Cabe señalar que esta semana, durante la Asamblea Plenaria número 94 de la Conferencia del Episcopado Mexicano, los cuatro aspirantes a la Presidencia participaron a puerta cerrada con más de 120 obispos católicos, donde expresaron su opinión respecto a temas polémicos como el aborto o el matrimonio entre personas del mismo sexo.
En esos encuentros, el candidato del Partido de la Revolución Democrática, Andrés Manuel López Obrador, precisó que no iba a tomar una postura ni en favor ni en contra, sino consultaría a la ciudadanía.
Enrique Peña Nieto, abanderado del Partido Revolucionario Institucional, se manifestó por el derecho a la vida y en contra de la criminalización de las mujeres que abortan.
La contendiente del Partido Acción Nacional, Josefina Vázquez Mota, quien está en contra de las bodas entre parejas del mismo sexo, señaló que de ganar la presidencia trabajará en defensa de la familia.
El candidato Gabriel Quadri, del Partido Nueva Alianza, y quien fue el último en reunirse con el Episcopado, fue el único que se ha manifestado abiertamente a favor del matrimonio gay, y dijo estar en contra del aborto, pero también de que se criminalice a las mujeres que lo practican.
Articulo:
http://www.notiese.org/notiese.php?ctn_id=5636
Website:
http://www.notiese.org/index.php
En conferencia de prensa, recordó datos obtenidos en la Encuesta de Opinión Católica 2010, donde siete de cada 10 feligreses no están de acuerdo con que los ministros de culto ocupen cargos de elección popular, 67 por ciento de que pueda opinar sobre asuntos políticos, y 66 por ciento de que pueda ser dueña de medios de comunicación.
Abundó que seis de cada 10 católicos rechazan modificaciones a la Constitución que permitan la intervención de la Iglesia en políticas públicas, particularmente las que tienen que ver con los derechos de las mujeres.
Por su parte, Edgar Cortéz, del Instituto Mexicano de Derechos Humanos y Democracia, señaló que en estas reuniones, cualquier compromiso establecido por los aspirantes a la Presidencia de la República, debe promover, proteger y garantizar los derechos humanos.
Subrayó que los candidatos están obligados a promover y proteger estos derechos en sentido de la progresividad, pues en caso contrario, sería inaceptable e iría en contra de la Constitución.
El activista agregó que se debe “aprender a tratar de manera diferente a los diferentes”, lo que implica el reconocimiento de leyes para grupos históricamente -por cuestiones políticas, sociales, culturales o económicas-, en desventaja, además de combatir la discriminación.
Añadió que “sólo en un Estado laico son posibles los derechos humanos y cualquier atentado en su contra, para una mayor injerencia de las iglesias cualquiera que sea, será un paso que pone en riesgo el pleno ejercicio de todos los derechos para todas las personas”.
Julián Cruzalta, integrante de CDD, señaló que México es un Estado “plural y diverso”, con un ámbito de libertades o controversias entre distintos proyectos de vida, distintas maneras de mirar el mundo, por lo que al imponer la CEM sólo mirada a los candidatos, desconoce los valores de la democracia, el respeto y la tolerancia, y busca una agenda moral violatoria de los derechos humanos.
A su vez, Alfonso Suárez del Real, de República Laica, consideró que el voto de los mexicanos católicos es una decisión libre que no puede coaccionar ni condicionar ningún clérigo desde el púlpito, pues hacerlo significa “inmiscuirse en asuntos terrenales que los católicos mexicanos desconocemos y no estamos de acuerdo en que se maneje la Iglesia como un eje político, queremos pastores que velen por nuestras almas, no necesitamos otro partido más, para eso ya tenemos suficientes”.
Cabe señalar que esta semana, durante la Asamblea Plenaria número 94 de la Conferencia del Episcopado Mexicano, los cuatro aspirantes a la Presidencia participaron a puerta cerrada con más de 120 obispos católicos, donde expresaron su opinión respecto a temas polémicos como el aborto o el matrimonio entre personas del mismo sexo.
En esos encuentros, el candidato del Partido de la Revolución Democrática, Andrés Manuel López Obrador, precisó que no iba a tomar una postura ni en favor ni en contra, sino consultaría a la ciudadanía.
Enrique Peña Nieto, abanderado del Partido Revolucionario Institucional, se manifestó por el derecho a la vida y en contra de la criminalización de las mujeres que abortan.
La contendiente del Partido Acción Nacional, Josefina Vázquez Mota, quien está en contra de las bodas entre parejas del mismo sexo, señaló que de ganar la presidencia trabajará en defensa de la familia.
El candidato Gabriel Quadri, del Partido Nueva Alianza, y quien fue el último en reunirse con el Episcopado, fue el único que se ha manifestado abiertamente a favor del matrimonio gay, y dijo estar en contra del aborto, pero también de que se criminalice a las mujeres que lo practican.
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http://www.notiese.org/notiese.php?ctn_id=5636
Website:
http://www.notiese.org/index.php