No obstante, aún no hay suficientes datos como para determinar si una terapia intensificada en esa etapa ofrece alguna ventaja frente al tratamiento triple convencional.
El comienzo de la terapia antirretroviral durante las primeras etapas de la infección por VIH puede ayudar a reducir los niveles de virus en los reservorios de células-T durmientes, algo que puede traducirse en una mejora de la función inmunitaria y, de manera potencial, en una mayor posibilidad de conseguir una cura funcional, según se desprendió de algunos estudios presentados en la VII Conferencia de la Sociedad Internacional del Sida sobre Patogénesis, Tratamiento y Prevención del VIH (IAS 2013), que tuvo lugar recientemente en Kuala Lumpur (Malasia).
Aunque dos de estos estudios sobre inicio precoz del tratamiento antirretroviral probaron una terapia ‘intensificada’ (incluyendo hasta cinco fármacos), los resultados hasta la fecha no permiten determinar si esta estrategia resulta más eficaz que la terapia triple.
El tratamiento antirretroviral logra reducir la viremia del VIH en sangre hasta niveles indetectables. Sin embargo, al abandonarlo ésta vuelve a aumentar.
Esto es así porque el virus se instala en células-T CD4 durmientes, donde puede esconderse de forma indefinida y escapar a la acción de los fármacos.
En la conferencia IAS 2013 se dieron a conocer tres estudios que parecen sugerir que un comienzo precoz del tratamiento podría interrumpir este proceso.
El primero de ellos es el ensayo francés OPTIPRIM (ANRS147), que realizó el seguimiento de una cohorte de 90 personas a las que, de forma aleatoria, se les asignó una terapia estándar de tres fármacos (darunavir, tenofovir y emtricitabina) o un régimen intensivo de cinco fármacos (los ya mencionados más maraviroc y raltegravir) durante la fase temprana de infección.
El objetivo del estudio es proporcionar tratamiento durante dos años, momento en el que éste se interrumpirá para comprobar si los participantes son capaces de controlar la carga viral sin fármacos, tal y como se había observado en algunos voluntarios en la cohorte VISCONTI (véase Actualización en Tratamientos especial de la IAS del 03/07/2013).
El ensayo sigue en curso, pero se presentaron datos del primer año, que revelaron que la adherencia fue buena al tratamiento, que resultó seguro y bien tolerado.
También se apreció un descenso de los niveles de ADN del VIH en las células mononucleares de la sangre periférica, lo que es un indicativo de que el reservorio viral en las células-T había disminuido.
A raíz de los resultados, los responsables del estudio consideran que sus hallazgos demuestran que el inicio del tratamiento de forma precoz logró un fuerte descenso de los reservorio del VIH y podría aumentar la posibilidad de que las personas sean capaces de conseguir una cura funcional (es decir, de controlar la carga viral sin necesidad de emplear fármacos).
Por su parte, se hicieron públicos también los resultados de un estudio alemán (denominado Nueva Era), en el que se evaluó el uso de terapia antirretroviral combinando numerosas familias de fármacos durante las fases de infección primaria y crónica.
En el análisis participaron 20 pacientes que habían empezado tratamiento durante la fase de primoinfección (en las primeras tres semanas del diagnóstico) con un régimen que incluyó un inhibidor de la proteasa, dos análogos de nucleósido, raltegravir y maraviroc.
Asimismo, otras 20 personas con infección crónica que habían estado tomando un régimen triple eficaz que incluía un inhibidor de la proteasa, añadieron raltegravir y maraviroc.
En este estudio, el grupo que inició la terapia durante la fase de infección aguda no solo experimentó una buena reconstitución inmunitaria, sino que registró un descenso significativo de los niveles de ADN viral asociado a células durante los dos primeros años de tratamiento, mientras que permanecieron estables en el grupo de infección crónica que intensificó la terapia.
Tomados en conjunto, los resultados disponibles hasta la fecha de estos dos estudios indican que el comienzo del tratamiento durante la primoinfección reduce los reservorios virales (determinados a partir del nivel de ADN del VIH en las células mononucleares de la sangre periférica).
Con todo, no permiten determinar si la intensificación del tratamiento ofrece alguna ventaja frente a la triterapia estándar.
Por último, también se dieron a conocer datos procedentes del estudio SPARTAC (véase La Noticia del Día 04/08/2011), en el que se comparó la evolución de personas que empezaron el tratamiento durante la fase de infección primaria (definida en esta ocasión como los seis primeros meses desde la seroconversión) frente a la de otras que no tomaron un tratamiento precoz.
Los participantes recibieron el régimen triple durante 12 o 48 semanas.
El ensayo principal, que contó con más de 350 personas de ocho países, reveló que tras 48 semanas de tratamiento, iniciado tras la fase de infección primaria, éste podría retrasar de forma significativa la progresión de la infección.
La interrupción de la terapia se acompañó de un rebote de la viremia, si bien tardó mucho tiempo en producirse.
Esto no se advirtió con el tratamiento de 12 semanas.
En la conferencia se presentaron datos de un subgrupo de 40 hombres británicos y los hallazgos desvelaron que experimentaron un descenso significativo del ADN viral asociado a células (tanto los que recibieron una tanda de 12 semanas de tratamiento como los que lo tomaron 48 semanas).
Los niveles de ARN del VIH en plasma y de ADN viral estuvieron muy relacionados entre sí.
Unos niveles más bajos antes del tratamiento se vincularon con un mayor tiempo antes del rebote viral.
Los niveles totales e integrados en las células del ADN viral fueron factores de predicción de la progresión de la infección, algo que a juicio de los autores del estudio confirma el papel que desempeña el reservorio viral en la patogénesis de esta infección y su importancia a la hora de buscar una cura funcional.
Referencias:
Chéret A, Nembot G, Avettand-fenoë Vl, et al. Impact of 12 months HAART on cell-associated HIV-DNA in acute primary HIV-1 infection in the OPTIPRIM-ANRS 147 trial. 7th International AIDS Society Conference on HIV Pathogenesis, Treatment and Prevention. Kuala Lumpur, June 30-July 3, 2013. Abstract WEAB0101 ◄
Wolf E, Bogner J, Hoffmann C, et al. 5-drug HAART during primary HIV infection leads to a reduction of proviral DNA levels in comparison to levels achievable during chronic infection. 7th International AIDS Society Conference on HIV Pathogenesis, Treatment and Prevention. Kuala Lumpur, June 30-July 3, 2013. Abstract + Poster MOPE097 ◄
Williams JP, Hurst J, Robinson N, Frater J, et al. HIV-1 DNA levels after antiretroviral therapy in primary infection predict disease progression: the SPARTAC Trial. 7th International AIDS Society Conference on HIV Pathogenesis, Treatment and Prevention. Kuala Lumpur, June 30-July 3, 2013. Abstract WELBA04 ◄
Website 7th International AIDS Society Conference on HIV Pathogenesis, Treatment and Prevention (IAS 2013):