Doce personas con síntomas neurológicos persistentes después de la infección por SARS-CoV-2 fueron estudiadas intensamente en los Institutos Nacionales de Salud (NIH) y se descubrió que tenían diferencias en sus perfiles de células inmunitarias y disfunción autonómica.
Estos datos informan estudios futuros para ayudar a explicar los síntomas neurológicos persistentes en largo COVID.
Los hallazgos, publicados en Neurology: Neuroimmunology and Neuroinflammation, pueden conducir a mejores diagnósticos y nuevos tratamientos.
Las personas con secuelas post-agudas de COVID-19 (PASC), que incluye largo COVID, tienen una amplia gama de síntomas, que incluyen fatiga, dificultad para respirar, fiebre, dolores de cabeza, trastornos del sueño y "niebla mental" o deterioro cognitivo.
Dichos síntomas pueden durar meses o más después de una infección inicial por SARS-CoV-2. La fatiga y la "niebla mental" se encuentran entre los síntomas más comunes y debilitantes, y probablemente se deban a una disfunción del sistema nervioso.
Los investigadores utilizaron un enfoque llamado fenotipado profundo para examinar de cerca las características clínicas y biológicas de largo COVID en 12 personas que tenían síntomas neurológicos incapacitantes de larga duración después de COVID-19.
La mayoría de los participantes tenían síntomas leves durante la infección aguda.
En el Centro Clínico NIH, los participantes se sometieron a pruebas integrales, que incluyeron un examen clínico, cuestionarios, imágenes cerebrales avanzadas, pruebas de sangre y líquido cefalorraquídeo, y pruebas de función autónoma.
Los resultados mostraron que las personas con COVID largo tenían niveles más bajos de células T CD4+ y CD8+, células inmunitarias involucradas en la coordinación de la respuesta del sistema inmunitario a los virus, en comparación con los controles sanos.
Los investigadores también encontraron aumentos en la cantidad de células B y otros tipos de células inmunitarias, lo que sugiere que la desregulación inmunitaria puede desempeñar un papel en la mediación de lago COVID.
De acuerdo con estudios recientes, las personas con COVID largo también tenían problemas con su sistema nervioso autónomo, que controla las funciones inconscientes del cuerpo, como la respiración, la frecuencia cardíaca y la presión arterial.
Las pruebas autonómicas mostraron anomalías en el control del tono vascular, la frecuencia cardíaca y la presión arterial con un cambio de postura.
Se necesita más investigación para determinar si estos cambios están relacionados con la fatiga, las dificultades cognitivas y otros síntomas persistentes.
En conjunto, los hallazgos se suman a la creciente evidencia de que los cambios generalizados en el sistema nervioso autónomo e inmunológico pueden contribuir a la larga duración de la COVID.
Los resultados pueden ayudar a los investigadores a caracterizar mejor la afección y explorar posibles estrategias terapéuticas, como la inmunoterapia.
El estudio fue apoyado por el Programa de Investigación Intramural del Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares (NINDS) y es parte de un estudio observacional que se lleva a cabo en el Centro Clínico de los NIH diseñado para caracterizar los cambios en el cerebro y el sistema nervioso después de la COVID-19.
Website Neurology: Neuroimmunology and Neuroinflammation:
https://nn.neurology.org/