Una revisión de los datos de Medicaid encontró una marcada mejoría en esta medida entre 2001 y 2010.
Los beneficiarios de Medicaid que reciben tratamiento antirretroviral (ARV) para el VIH están mejorando en permanecer en el tratamiento, también conocido como persistencia.
La mediana de tiempo transcurrido entre el inicio de los ARV y la disminución significativa de la toma de ARV creció considerablemente durante los auges.
Publicando sus hallazgos en la revista AIDS, los investigadores llevaron a cabo un estudio retrospectivo de cohorte de las reclamaciones de Medicaid de 14 estados, analizando datos sobre 43.598 personas con VIH que abarca de 2001 a 2010.
Los investigadores analizaron los datos de recarga de ARV y clasificaron a los individuos como si hubieran alcanzado una brecha en el tratamiento si no llenaron sus recetas de medicamentos para el VIH durante 90 días más la mitad del número de días para los que la última recarga proporcionó medicamentos.
En otras palabras, se consideró que un individuo cuya última recarga de ARV fue durante 30 días alcanzó una brecha en el tratamiento si no volvió a llenar esos ARV durante 105 días.
Entre 2001 y 2003, la mediana de tiempo después de que los individuos alcanzaron una brecha de tratamiento fue de 23,9 meses.
Entre 2004 y 2006, esta cifra había aumentado a 35,4 meses. Entre finales de 2007 y 2010, más de la mitad de los individuos estudiados seguían recibiendo ARV's.
Después de ajustar los datos de varios factores, los investigadores encontraron que aquellos en la era 2007 a 2010 eran en realidad menos probabilidades de golpear un vacío de tratamiento que los de la primera era.
Cabe destacar que en 2006, el estudio SMART global encontró que la toma de "medicamentos de vacaciones" de los regímenes ARV, que estaba en boga durante los primeros años de tratamiento combinado con el VIH, fue definitivamente perjudicial.
Las personas que recibieron regímenes de un solo comprimido en el nuevo estudio tuvieron un 29 por ciento menos de probabilidades de sufrir un déficit de tratamiento que las de los regímenes de seis tabletas.
Después de ajustar los datos de varios factores, incluyendo el tipo de régimen de VIH y diversas características demográficas, los autores del estudio encontraron que todavía había una tendencia al alza en el cumplimiento de los regímenes ARV.
Durante el período de estudio, las personas con VIH también mejoraron la persistencia en sus regímenes para afecciones crónicas como el colesterol, la presión arterial alta y la diabetes tipo 2.
En comparación, los datos sobre cientos de miles de beneficiarios de Medicaid que no tenían VIH mostraron que esta población no mejoró en las tasas de persistencia en la toma de dichos regímenes de medicación durante el período de estudio.
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