El uso de esta droga en hombres con y sin el VIH se asoció con un aumento de la producción de citoquinas inflamatorias en la mucosa.
Un estudio realizado por un equipo de investigadores de la Universidad de California en Los Ángeles (EE UU) y publicado en la revista JAIDS revela que el consumo de Metanfetamina (‘tina’) puede hacer aumentar las probabilidades de que una persona se infecte por el VIH y que la infección progrese de forma más rápida, no solo por los efectos de esta droga estimulante sobre la conducta sexual, sino porque existe una razón biológica que lo explicaría: la activación de la producción de citoquinas en la mucosa rectal mediada por la Metanfetamina.
Diversos estudios han señalado el impacto que tienen determinadas drogas utilizadas en el ChemSex (entre ellas, la metanfetamina) sobre la salud sexual, la salud mental y la salud en general.
El ChemSex se define como el uso intencionado de drogas por un largo y variable periodo de tiempo -desde varias horas hasta varios días- en el contexto de las relaciones sexuales con el objetivo de mejorar la experiencia sexual.
No es un fenómeno nuevo pero sí ha adquirido características propias como consecuencia de las prácticas sexuales y de consumo de drogas que se realizan y por el uso de internet como uno de los canales para la búsqueda de contactos sexuales.
De acuerdo con los responsables de salud pública en Reino Unido, el ChemSex representa un problema entre la población gay con el VIH.
En el último año, tres de cada diez hombres gays con el VIH participaron en sesiones intensivas de sexo consumiendo drogas.
Respecto al consumo de Metanfetamina en concreto, un estudio británico reciente mostró que los hombres gays, bisexuales y otros hombres que practican sexo con hombres (HSH) que toman Metanfetamina en sus relaciones sexuales tienen 5 veces más probabilidades de comunicar un impacto negativo de dicho consumo sobre su salud mental, 15 veces más posibilidades de ser hospitalizados y 2 veces más probabilidades de tener una infección de transmisión sexual (ITS) que los usuarios de otras drogas en contextos sexuales.
Desde hace años, asimismo, se sabe que la Metanfetamina es como una especie de impulsor de la infección por el VIH.
Investigaciones recientes llevadas a cabo por un equipo de investigadores de la Universidad de California en Los Ángeles (EE UU) sugieren que existe una razón biológica por la que las personas que utilizan Metanfetamina serían más susceptibles a contraer el VIH, y que también podría explicar por qué las personas con el VIH que emplean esta droga pueden presentar mayor dificultad para mantener sus niveles de virus Indetectables.
Empiezan a ser visibles algunos mecanismos directos que, con más estudios, podrían explicar por qué se observan mayores tasas de infección y más dificultades para controlar el VIH en personas que usan Metanfetamina.
El equipo de investigadores de la Universidad de Los Ángeles dio a conocer los resultados de un estudio piloto muy reducido llevado a cabo en 24 hombres gays, bisexuales y otros hombres que tienen sexo con hombres (HSH): 16 con el VIH y 8 sin el VIH.
Todos ellos comunicaron haber consumido recientemente metanfetamina, lo que se confirmó con una prueba de toxicología en orina, que detectó el uso de la droga en los últimos 3 días.
Se recogieron muestras de sangre y secreciones rectales de los participantes, en las cuales los investigadores examinaron diversos marcadores de inflamación (o "citoquinas"): interleuquina-1B (IL-1B), interferón-gamma (IF-γ), proteína inflamatoria de macrófagos, activación de células T de sangre periférica y otros.
Los investigadores encontraron evidencia de inflamación en la mucosa rectal de personas que recientemente usaron metanfetamina.
El uso de esta droga en hombres con y sin el VIH se asoció con un aumento de la producción de citoquinas inflamatorias en la mucosa.
Como la metanfetamina es un estimulante, se planteó la hipótesis de que esta sustancia podría aumentar la actividad de algo fundamental en la vía de la infección del VIH.
Debido a que el 70% de las células inmunitarias del cuerpo se encuentran en el tracto gastrointestinal, se decidió buscar evidencia de una mayor producción de citoquinas allí.
Las citoquinas son responsables del incremento de la actividad de las células del sistema inmunitario que atacan al VIH.
Si el uso de metanfetamina activa la producción de citoquinas en la mucosa rectal, esto significaría que el VIH tendría más capacidad de establecer la infección si hubiera una exposición.
El aumento de la producción de citoquinas en el intestino también puede explicar por qué las personas que viven con el VIH y usan metanfetamina tienen más dificultades para suprimir su carga viral.
Las citoquinas facilitan la diseminación lateral del VIH de una célula a otra, especialmente en el intestino, donde las células susceptibles al VIH están juntas unas con otras (frente a la sangre, donde dichas células flotan de manera más escasa).
Se necesita más investigación para verificar y ampliar estos hallazgos.
El propósito de este estudio no consiste en evitar que las personas consuman metanfetamina, sino en ayudar a conocer los efectos que esta droga podría tener en su salud.
A largo plazo, la investigación podría conducir a una intervención biomédica que las personas que emplean metanfetamina podrían usar, junto con intervenciones conductuales, para mitigar el impacto de esta sustancia en el riesgo de infección por el VIH y en la salud en general.
Fuente: Betablog
Referencia: Fulcher JA, et al. Brief Report: Recent Methamphetamine Use Is Associated With Increased Rectal Mucosal Inflammatory Cytokines, Regardless of HIV-1 Serostatus. JAIDS, May, 2018.
Website Betablog:
https://betablog.org/
Website Journal of Acquired Immune Deficiency Syndromes (JAIDS):
https://journals.lww.com/jaids/pages/