Un equipo de investigadores ha publicado un estudio en Molecular Cell que ha detectado cómo el organismo detecta el virus a través de la inmunidad innata –la no mediada por mecanismos específicos tales como los anticuerpos- incluso cuando el VIH está en concentraciones muy bajas.
De forma interesante, dicho mecanismo –mediado por diversas moléculas– constaría de dos pasos.
Los presentes hallazgos podrían resultar interesantes en el proceso de desarrollo de candidatas a vacuna u otras estrategias encaminadas a la cura funcional de la infección por el VIH. También podría ser útil en el diseño de vacunas en otras áreas terapéuticas.
El sistema inmunitario innato se activa antes que el adaptativo, que constituye la segunda línea de defensa y es de tipo más especializado –generando, entre otras sustancias, anticuerpos específicamente dirigidos al organismo o sustancia extraña detectados–.
Una de las principales funciones del sistema inmunitario innato es distinguir entre propio (principalmente proteínas y células del organismo) y ajeno (principalmente virus y bacterias).
Una de las vías conocidas de señalización de la inmunidad innata es la GMP-AMP sintasa cíclica (cGAS, en sus siglas en inglés), que detecta ADN libre en la célula y, si este es ajeno, activa una vía de señalización encaminada a la destrucción del invasor.
Sin embargo, el VIH, por su calidad de retrovirus, está basado en ARN y solo produce ADN en el momento de acceder al núcleo para replicarse.
Hasta el desarrollo del presente estudio, no se comprendía bien cómo la cGAS podía detectar dichas ínfimas cantidades de ADN del VIH y, además, distinguirlas del propio material genético.
Es en este punto donde radican los principales hallazgos del presente estudio, donde el equipo de investigadores descubrió que el sistema inmunitario innato precisa de un sistema de seguridad en dos pasos para activarse frente al VIH.
El primer paso está mediado por la proteína de unión a la poliglutamina 1 (PQBP1, en su acrónimo en inglés), que reconoce la cubierta exterior del VIH al entrar en la célula –antes de replicarse-. PQBP1 envuelve y marca al VIH para alertar a la vía de señalización basada en cGAS.
De hecho, una vez el virus se desensambla para replicarse, cGAS activa vías de señalización adicionales contra el virus.
Los investigadores se mostraron inicialmente sorprendidos por este hallazgo, ya que la mayoría de virus activan la proteína cGAS en solo un paso.
El mecanismo hallado abre la puerta a mejoras en los diseños de vacunas encaminadas a potenciar la vía de señalización de la inmunidad innata y potenciar el efecto de las candidatas a vacuna del VIH o desarrollarlas de modo que la respuesta innata remanente sea lo suficientemente fuerte como para evitar que el virus se replique y desencadene la infección en quienes hubieran recibido dicha candidata a vacuna.
Los investigadores apuntan a que hasta ahora el diseño de las candidatas a vacuna del VIH se ha focalizado en aspectos relacionados con la inmunidad adaptativa tales como su capacidad para generar anticuerpos ampliamente neutralizantes.
El presente hallazgo pondría sobre la mesa la importancia y el funcionamiento de la inmunidad adaptativa en el contexto de la infección por el VIH, algo que podría potenciar la eficacia de las candidatas a vacuna.
Por otro lado, este mecanismo podría ser de interés para la investigación de enfermedades autoinmunitarias o enfermedades neurodegenerativas de base inflamatoria (patologías en las que la inmunidad innata podría estar jugando un papel relevante).
Por ejemplo, los autores del presente estudio apuntan a que algunos estudios han evidenciado que PQBP1 interactúa con la proteína tau –que se encuentra alterada en la enfermedad de Alzheimer–.
En todo caso, por el momento son hallazgos de ciencia básica que deberán ser trasladados en el futuro a fases clínicas de investigación, por lo que el camino es aún largo y será necesario tener paciencia antes de poder establecer la relevancia de los presentes hallazgos.
Website Molecular Cell:
https://www.sciencedirect.com/journal/molecular-cell