La infección por VIH sería un factor de riesgo de progresión, pero no afectaría a la posibilidad de que se produzca dicha mejora.
Según un estudio australiano publicado en la edición digital de AIDS, las lesiones anales precancerosas producidas por el virus del papiloma humano (VPH) mostrarían una mayor tendencia a la regresión que a la progresión, tanto en hombres con VIH como en aquellos seronegativos.
La incidencia de cáncer anal se ha incrementado a lo largo de los últimos años entre personas con VIH, con un especial impacto en los hombres que practican sexo con hombres (HSH).
El desarrollo del cáncer de ano tiene lugar a través de la infección persistente por determinadas cepas del VPH, que pueden generar crecimientos anómalos denominados neoplasias intraepiteliales anales (NIA) de alto grado, las cuales pueden evolucionar a carcinoma anal.
Dado que las tasas de progresión y regresión de las NIA de alto grado no habían sido investigadas en profundidad y que el fenómeno de la regresión es relativamente común en mujeres con neoplasia intraepitelial cervical (causada también por el VPH), investigadores del Hospital St. Vincent de Sydney (Australia) decidieron llevar a cabo el presente estudio.
Un total de 570 hombres que habían realizado tests de Papanicolau o anoscopias de alta resolución entre 2004 y 2011 fueron incluidos en el ensayo, de tipo retrospectivo.
El periodo de seguimiento por participante fue de un año.
Tres cuartas partes de los varones incluidos en el ensayo vivían con VIH, con una mediana del recuento de CD4 de 500 células/mm3.
El 84% tenían carga viral indetectable.
Para el análisis de la progresión de la afección anal, los investigadores pudieron seleccionar a 152 participantes.
El 12,5% de ellos desarrollaron NIA de alto grado durante el seguimiento (que acumuló 256 persona-años).
Ello supuso una incidencia de progresión a NIA de alto grado de 7,4 casos por cada 100 persona-años.
Dicha incidencia no varió de forma significativa con relación al estado serológico al VIH.
La incidencia de progresión a NIA de grado 3 (la de mayor grado) fue de 8,1 casos por cada 100 persona-años.
En este caso, el estado serológico al VIH afectó con claridad a la incidencia (13,1 y 4,5 casos por cada 100 persona-años en personas con o sin VIH, respectivamente).
El hecho de presentar NIA de grados 1 o 2 al inicio del estudio se asoció significativamente a un mayor riesgo de progresión de la enfermedad anal.
En hombres con VIH, llegar a recuentos de CD4 inferiores a 200 células/mm3 constituyó un factor de riesgo de progresión a NIA de grado 3 (cociente de riesgo [CR]: 4,66; intervalo de confianza del 95% [IC95%]: 1,65 - 1 3,11).
Durante el seguimiento, se detectaron cuatro nuevos casos de cáncer de ano. Dos de estas personas tenían NIA de alto grado al comienzo del estudio.
La tasa de incidencia de progresión a cáncer anal entre aquellas personas con NIA de alto grado fue de 1,2 casos por cada 100 persona-años.
Los dos casos incidentes de cáncer anal en personas con NIA de alto grado al inicio del estudio correspondieron a hombres con VIH y recuento de CD4 nadir inferior a 200 células/mm3.
Durante el estudio, se observó una elevada tasa de regresión espontánea de NIA de alto grado entre las 101 personas seleccionables para dicho análisis.
En conjunto, el 24% de los participantes experimentaron una mejora espontánea de su enfermedad anal, lo que supuso una incidencia de regresión de 24 por cada 100 persona-años.
Las biopsias mostraron que la mayoría de estos casos (el 71%) pasaron a NIA de grado 1, mientras que el 29% restante se curó.
La regresión espontánea de NIA de grado 3 se detectó en 26 de los 55 participantes que la padecían al inicio del ensayo. Ello conllevó una incidencia de la regresión en este grupo de 69 casos por cada 100 persona-años.
Las tasas de regresión fueron similares en personas con o sin VIH.
Los resultados del presente estudio son ciertamente interesantes, a pesar de que deben ser tomados con precaución por el bajo número de participantes (sobre todo en el análisis de subgrupos) y la naturaleza retrospectiva del análisis (siempre hay mayor riesgo de sesgos en estudios con este diseño).
La infección por VIH, especialmente en personas con un bajo recuento de CD4 nadir, sería un factor de riesgo de progresión a NIA de alto grado, aunque no condicionaría la posibilidad de regresión de la enfermedad anal.
Dicha regresión, de hecho, constituye el aspecto novedoso y esperanzador del estudio.
El hecho de que un elevado número de personas con NIA pueda experimentar regresión espontánea de la afección es una buena noticia, fundamentalmente para HSH con VIH, una población donde esta enfermedad tiene un impacto muy elevado.
Fuente: Aidsmap.
Referencia: Tong WWY, et al. Progression to a spontaneous regression of high-grade anal squamous intraepithelial lesions in HIV-infected and uninfected men. AIDS 23, online Edition.
Website Aidsmap:
Website Journal AIDS: