Un estudio australiano identifica por primera vez la asociación entre determinadas prácticas sexuales que implican saliva de una persona con infección faríngea y gonorrea rectal.
De acuerdo con los hallazgos de un estudio estadounidense publicados en la revista Sexually Transmitted Infections, alrededor de la mitad de los casos de gonorrea rectal podrían evitarse si no se utilizara la saliva como lubricante en las relaciones sexuales anales entre hombres gays y otros hombres que practican sexo con hombres (HSH).
El estudio halló que los hombres que practican sexo anal receptivo y utilizan la saliva de sus parejas como lubricante tienen una probabilidad más de dos veces mayor de tener gonorrea rectal.
La gonorrea es una infección de transmisión sexual (ITS) causada por una bacteria -Neisseria gonorrhoeae- que puede localizarse en el recto, los genitales y la garganta.
Cuando se localiza en la garganta se la denomina faringitis gonocócica y se adquiere a través del sexo oral con una pareja infectada.
La mayoría de casos de faringitis gonocócica son, por lo general, asintomáticos.
Algunos estudios han puesto de relieve que el uso de la saliva como lubricante en el sexo anal es habitual entre algunos hombres gais y otros HSH y que la bacteria que causa la gonorrea puede detectarse en la saliva de una persona con una infección faríngea.
Sobre la base de estas premisas, un grupo de investigadores australianos quisieron evaluar si determinadas prácticas sexuales anales –uso de saliva como lubricante, el rimming (sexo oro-anal) y el fingering (manipulación del ano con los dedos)– son factores de riesgo de gonorrea rectal en hombres gays y otros HSH.
En el estudio participaron 1.312 hombres a los que se les tomaron muestras del recto y la faringe para realizar un cultivo y detectar así la presencia de gonorrea. Además, los participantes respondieron un cuestionario sobre conductas de riesgo y prácticas sexuales.
Los investigadores detectaron la presencia de gonorrea rectal en 56 (4,3%) y de faringitis gonocócica en 22 (1,7%) de los 1.312 hombres que participaron en la encuesta.
Aparte de la penetración pene-ano, las prácticas sexuales anales fueron habituales entre los participantes los tres meses anteriores al estudio registrándose el rimming receptivo en un 70,5%; el fingering receptivo o la penetración anal breve durante los prolegómenos sexuales en un 84,3%; y el uso de la saliva de la pareja como lubricante para el sexo anal en un 68,5%.
Los resultados muestran que el uso de la saliva como lubricante para el sexo anal se asoció con un aumento de un 40% del riesgo de gonorrea rectal incluso tras ajustar por factores como la edad, el uso del preservativo durante el sexo anal receptivo, la infección por faringitis gonocócica y el estado serológico al VIH.
El rimming receptivo y la penetración anal breve no se asoció con la gonorrea rectal.
De acuerdo con los investigadores, el mayor volumen de saliva cuando se utiliza como lubricante en comparación con la cantidad que se utiliza en el rimming podría explicar esta diferencia.
En sus conclusiones los investigadores afirman que el presente estudio es el primero en proporcionar evidencia de que la saliva de una persona con faringitis gonocócica podría incrementar de forma sustancial el riesgo de gonococia rectal cuando la saliva de la persona con infección faríngea se utiliza como lubricante durante el sexo anal.
Los investigadores señalan que el hecho de que el estudio solo se haya llevado a cabo en un clínica de salud sexual en Australia implica que los hallazgos no puedan generalizarse a otros hombres gais y HSH de otras comunidades.
Con todo y a pesar de que el estudio pueda tener limitaciones –entre las que se incluyen el tamaño de la muestra y de centros participantes y que una parte de los datos proceden de las declaraciones de los propios participantes–, los investigadores consideran que su hallazgo –el papel que desempeña la faringe en la transmisión de la gonorrea– es lo suficientemente convincente como para que se siga evaluando en profundidad la asociación entre determinadas prácticas sexuales que implican saliva y la gonorrea rectal.
Fuente: Beta Blog
Referencia: Chow EP, Cornelisse VJ, Read TR, et al. Saliva use as a lubricant for anal sex is a risk factor for rectal gonorrhea among men who have sex with men, a new public health message: A cross-sectional survey. Sex Transm Infect. 2016 Mar 3. pii: sextrans-2015-052502.
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