Si bien ya se sabía que la población de hombres homosexuales es la más afectada por el VIH en el país, no se conocía exactamente en qué medida.
Una medición reciente reveló que el 17 por ciento de esta población tiene el virus, pero sólo 5 por ciento lo sabe, datos que deberían considerarse para replantear las estrategias de prevención.
Por primera vez en tres décadas de epidemia en México, se midió la prevalencia del VIH entre los hombres que tienen sexo con otros hombres (HSH).
Un equipo del Instituto Nacional de Salud Pública, encabezado por Sergio Bautista, realizó una encuesta entre más de 8 mil 500 HSH de todo el país y encontró que 17 por ciento de ellos está infectado con el virus.
En algunas zonas del país, como la región centro, esa cifra alcanza el 20 por ciento.
El Diagnóstico situacional, mapeo de sitios de encuentro y evaluación de impacto de las estrategias de prevención en México, estudio único en su tipo en América Latina, indagó no sólo sobre los comportamientos de la población de hombres que se relacionan sexualmente entre sí, sino también sobre la presencia real del VIH entre ellos a través de pruebas rápidas de detección.
El resultado obtenido fue considerablemente mayor que las estimaciones que se tenían, las cuales rondaban el 10 por ciento de prevalencia de VIH.
Esto, explica Bautista, porque los datos reportados previamente se basan en modelos matemáticos que solamente arrojan una aproximación.
Investigación sin precedente
Se trata de una encuesta representativa a nivel nacional para una población específica, que incluye una medición de VIH.
La prevalencia observada no fue del todo una sorpresa para el investigador. "Algunos estudios recientes han encontrado prevalencias de ese orden, por arriba de 15 por ciento", comenta en entrevista con Letra S.
"Lo que no podemos decir es si la prevalencia ha subido o si siempre ha estado así porque nunca la habíamos medido".
El estudio fue realizado en sitios de encuentro de HSH en 23 ciudades del país, seleccionadas aleatoriamente: 9 en la zona centro, 4 en la centro-occidente, 4 en la noreste, 5 en la noroeste y 3 en la sur.
En cada ciudad se obtuvo un mapeo de los sitios de encuentro más frecuentados. Luego se acudió a estos lugares y se pidió participar a algunos asistentes, quienes respondieron a un cuestionario y posteriormente (92 por ciento de ellos) accedieron a hacerse una prueba rápida de VIH.
Para Bautista, las características de la población estudiada resultan interesantes. Es una población muy educada: casi 80 por ciento de los participantes tiene estudios de preparatoria o más; 40 por ciento tiene universidad o posgrado.
Es decir, "no es una población en extremo marginada socialmente, es clase media o media baja". El autor recordó que esta encuesta es representativa de la población que acude a los lugares de encuentro, "no se pudieron incluir sitios más marginales porque las encuestas no van a llegar nunca ahí".
VIH y uso del condón
En la encuesta se incluyó la pregunta "¿Actualmente usted vive con VIH?", a lo que sólo 5 por ciento de los participantes respondió que sí. No obstante, 17 por ciento resultó positivo en la prueba de detección.
"Esto quiere decir que dos tercios de los HSH que son VIH positivos no conocen su estatus", subraya el maestro en economía de la salud.
"Falta muchísimo trabajo en el área de detección de VIH, por lo que estamos muy lejos de estrategias como el usar el tratamiento antirretroviral como prevención", dijo, refiriéndose a la opción de reducir las nuevas infecciones a través de asegurar que las personas con VIH tomen su tratamiento y disminuyan así las posibilidades de transmitir el virus.
En contraste, 75 por ciento de los participantes dijo haber usado condón en su última relación sexual. "Si casi todo el mundo está usando condón, ¿entonces por qué se están infectando?", se pregunta Bautista, y cita dos posibles explicaciones. "O no se usa bien y de forma consistente, o no le podemos creer al autorreporte, pues la gente ya sabe lo que debe responder a ese tipo de preguntas".
El investigador considera que no es factible medir la eficacia de las políticas de prevención a través de este tipo de indagaciones. Es necesario medir la tasa de VIH, como en este estudio.
"Si nos hubiéramos quedado en una encuesta sobre comportamientos, podría parecer que estamos muy bien: todo el mundo usa condón y sólo 5 por ciento tiene VIH, pero estaríamos completamente engañados".
Sergio Bautista y su equipo consideran que la información obtenida en el Diagnóstico debe ser conocida y utilizada por la sociedad civil (y las autoridades de salud) para así planear y ejecutar mejor sus estrategias de prevención del VIH/sida en población de HSH.
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