La técnica es muy parecida a la que aparentemente consiguió curar a dos personas en Boston, pero las diferencias entre ambas podrían explicar el presente fracaso.
Un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Pittsburgh (EE UU) ha investigado la eficacia del trasplante autólogo de células madre en personas con VIH y linfoma para, además de hacer remitir el cáncer, conseguir eliminar la infección por VIH.
Sin embargo, al contrario de lo que sucedió en dos pacientes de Boston [EE UU] (véase La Noticia del Día 04/07/2013), que, a diferencia de los del presente estudio, recibieron el trasplante de donantes (trasplante heterólogo), los diez participantes de Pittsburgh no lograron eliminar el VIH de su organismo.
El trasplante autólogo de células madre en el tratamiento del linfoma se mostró, en un reciente estudio, equiparable entre personas con VIH y aquellas no infectadas en términos de eficacia y seguridad (véase La Noticia del Día 27/05/2010).
Por ello, y dados los recientes buenos resultados obtenidos en Boston con el trasplante heterólogo de células madre que no contenían la mutación beneficiosa del correceptor CCR5 en personas con VIH y linfoma, los autores del presente estudio decidieron verificar si el trasplante autólogo, además de curar el linfoma, también era capaz de proporcionar la cura funcional que parece haber obtenido el trasplante heterólogo en los dos pacientes de Boston.
El trasplante autólogo presenta ciertas ventajas frente al heterólogo, ya que evita reacciones de rechazo facilitando el arraigo de las células y la necesidad de hallar un donante compatible (proceso difícil, puesto que la probabilidad de compatibilidad se calcula en 1/40.000 entre dos personas que no tengan parentesco, mientras que la de hallar un donante compatible en la familia es de aproximadamente un 25%).
Con todo, a diferencia de lo sucedido con el trasplante heterólogo, no existe ningún caso que apoye el trasplante autólogo como método que permita la cura funcional de la infección por VIH.
Para establecer la viabilidad de esta estrategia, los autores del presente estudio evaluaron muestras sanguíneas de diez personas con VIH que habían recibido un trasplante autólogo de células madre tras la mieloablación (eliminación mediante quimio- y/o radioterapia de la mayor parte o la totalidad de las células de la médula ósea) para tratar un linfoma.
Los investigadores midieron la carga viral con un sistema más sensible que el utilizado en las pruebas rutinarias (que establece el umbral de indetectabilidad viral en una copia/mL en vez de las 50 copias/mL de los tests empleados en la práctica clínica), además de determinar la presencia de ADN del VIH (integrado en el material genético que se inserta en el núcleo de los CD4, donde puede mantenerse latente y actuar como reservorio del virus) y de ADN circular del VIH (que no ha logrado integrarse pero está presente en el núcleo y suele indicar replicación activa reciente, ya que no es tan estable como el ADN integrado en el núcleo).
Tras llevar a cabo las diversas pruebas, se pudo observar que nueve de los diez participantes presentaban carga viral detectable del VIH y que la totalidad de ellos tenían ADN del VIH integrado en las células mononucleares de sangre periférica (PBMC, en sus siglas en inglés, de las cuales forman parte los linfocitos y los macrófagos).
En su análisis de los resultados, los investigadores propusieron dos posibles explicaciones a la incapacidad de la mieloablación y el trasplante autólogo de células madre para conseguir la cura funcional de la infección por VIH.
En primer lugar, plantearon la posibilidad de que algunas células CD4 quiescentes con el VIH integrado hubieran logrado sobrevivir a la mieloablación, reiniciando el proceso infeccioso tras el trasplante autólogo.
La otra hipótesis fue que algunas de las células autotrasplantadas estuvieran infectadas por VIH.
Esta segunda opción podría ser más probable, dado que puede tener lugar únicamente en el caso de trasplante autólogo y no en el del heterólogo, hecho que explicaría por qué la cura funcional sí que se pudo obtener con dicha técnica (al menos en las dos personas del estudio de Boston).
Las conclusiones de este estudio resultan algo decepcionantes en una época en la que se están produciendo algunas buenas noticias en la investigación de la cura funcional de la infección por VIH.
Aunque por su peligrosidad el trasplante de células madre posterior a la mieloablación solo es una posible opción de cura funcional de la infección por VIH para personas con leucemia o linfomas, es cierto que el trasplante autólogo es mucho más viable que el heterólogo.
Lamentablemente, a la luz de los presentes resultados, el trasplante autólogo no podrá ser una opción de cura funcional a no ser que se identifiquen con seguridad y se modifiquen los aspectos que lo han hecho fracasar.
Fuente: IAS
Referencia: Cillo AR, Krishnan A, Mitsuyasu RT, et al. Plasma viremia and cellular HIV-1 DNA persist despite autologous hematopoietic stem cell transplantation for HIV-related lymphoma. JAIDS. 2013; 63: 438-441
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Website Original Journal of Acquired Immune Deficiency Syndromes (JAIDS):
http://journals.lww.com/jaids/pages/
Website Original International AIDS Society (IAS):