En Polonia, un ciclo de 12 semanas de Sofosbuvir supondría los ingresos promedio de una persona en 5 años y medio.
Un estudio publicado en PLoS Medicine ha concluido que el precio de los nuevos tratamientos frente al virus de la hepatitis C (VHC) los convierte en inaccesibles no únicamente para sistemas sanitarios de países de ingresos medios o bajos, sino que también para los de un buen número de países ricos.
La información analizada provenía de 30 países miembro de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) –de ingresos altos– y cuatro de ingresos medios.
Dentro de los países de la OCDE, el coste promedio de un tratamiento basado en sofosbuvir calculado en el estudio fue de 42.000 dólares.
Así, en cada uno de los 30 países de la OCDE analizados, tratar a todas las personas con infección crónica por VHC supondría, como mínimo, el 10% del presupuesto farmacéutico del país.
En el plano individual, el coste de un tratamiento superaría los ingresos anuales promedio por habitante en 21 de los países de la OCDE analizados.
La llegada al mercado de los nuevos antivirales de acción directa (DAA, en sus siglas en inglés), fármacos que logran curar a más del 90% de las personas con VHC, no estuvo exenta de polémica por causa de los elevados precios fijados.
Así, el precio de salida por tratamiento completo de sofosbuvir (Sovaldi®) en EE UU fue de 84.000 dólares y el de sofosbuvir/ledipasvir (Harvoni®) fue de 94.500 dólares.
Se calcula que los costes de producción de ambos medicamentos serían de 68 dólares y 136 dólares, respectivamente.
El coste de estas terapias se ha mantenido elevado en muchos países a pesar de la llegada al mercado de nuevos medicamentos de varias compañías, por lo que el efecto de la libre competencia sobre el precio no ha sido tan marcado como cabía esperar.
Así, los altos costes han llevado a racionar su uso incluso en países ricos, algo que repercute negativamente en la salud de personas en fases menos avanzadas de la infección, en las cuales no se prioriza el acceso a un tratamiento altamente eficaz y tolerable que, con una elevada probabilidad, les curaría la infección por el VHC evitando así la progresión del daño hepático.
Tres cuartas partes de las personas con infección crónica por VHC se encuentran en países de ingresos medios o bajos.
Algunas de ellas pueden acceder a los tratamientos a precios mucho más económicos que en países más ricos, ya sea por licencias voluntarias de las compañías farmacéuticas (que finalmente no se han aplicado con el alcance inicialmente prometido) o por acuerdos comerciales entre gobiernos y compañías.
No obstante, para la mayoría de personas de países de ingresos medios o bajos con infección crónica por VHC, acceder a alguno de los nuevos tratamientos no será factible hasta la llegada de versiones genéricas de estos, algo que no se prevé que tenga lugar hasta la década de 2030.
Ante este desolador panorama en el contexto global de la epidemia de la infección por el VHC, un equipo de investigadores austríacos decidió evaluar desde un punto de vista farmacoeconómico el impacto que el acceso a los nuevos tratamientos en países ricos está teniendo sobre sus economías y el impacto que podría tener tratar a todas aquellas personas con infección crónica por el VHC de dichos países.
Para sus cálculos, los investigadores tuvieron en cuenta los precios de los DAA en 2015 y aplicaron un 23% de descuento.
También establecieron una estimación de cuántas personas vivían con hepatitis C en cada país y analizaron el impacto del coste de la terapia en función del presupuesto del sistema sanitario de cada país y respecto a los ingresos promedio por habitante.
En los países de la OCDE, la mediana del precio de un ciclo de tratamiento de sofosbuvir fue de 42.017 dólares.
Sin embargo, el precio varió notablemente entre países. Al ajustar los resultados en función de la paridad de poder adquisitivo –una herramienta que permite equiparar el esfuerzo que para cada país supone proporcionar el tratamiento–, en Polonia el precio superaría los 100.000 dólares; en EE UU sería de 64.680 dólares; en Japón de 37.729 dólares y en Noruega –dada la fortaleza de su moneda– el precio sería de 28.093 dólares.
En lo relativo a países de fuera de la OCDE, en Brasil –por el acuerdo que estableció con la compañía farmacéutica propietaria de sofosbuvir– el precio sería de 6.875 dólares y en la India –con licencia voluntaria de desarrollo de genéricos– el precio sería de 539 dólares.
En cuanto al precio del tratamiento de 12 semanas con ledipasvir/sofosbuvir –en este caso sin ajustar los resultados– este fue máximo en EE UU (72.765 dólares) y mínimo en el Reino Unido (43.215 dólares).
Al ajustar los resultados en función de la paridad de poder adquisitivo, el precio fue –de nuevo– máximo en Polonia (118.754 dólares) y mínimo en Noruega (31.255 dólares).
En lo relativo al coste de tratar a todas las personas con VHC de cada país, este sería mínimo en Luxemburgo (100,9 millones de dólares) y máximo en EE UU (166.600 millones de dólares).
En países como Polonia, Nueva Zelanda, España, Portugal e Italia, tratar solo al 10% de las personas con infección crónica por VHC supondría más del 10% del presupuesto en medicamentos del sistema sanitario de cada uno de estos países.
De hecho, en Polonia, tratar a todas las personas con infección crónica por VHC supondría 1,6 veces su presupuesto anual en medicamentos.
En cuanto a los costes respecto a los ingresos promedio por persona y año, en 12 de los países analizados, el coste de un tratamiento de 12 semanas era mayor o igual a los ingresos anuales por habitante.
El caso más negativo, de nuevo, era el de Polonia, donde el coste de una terapia de 12 semanas con sofosbuvir suponía el promedio de ingresos de una persona en 5,5 años.
Respecto a la combinación sofosbuvir/ledipasvir, el coste de un ciclo de tratamiento superaba los ingresos medios por habitante en 21 de los países incluidos en el análisis.
Los resultados del presente estudio muestran que los precios actuales de los nuevos medicamentos frente al VHC son claramente inasumibles por parte de los sistemas sanitarios tanto de países con ingresos altos, como por los de aquellos de ingresos medios o bajos.
Por ello es importante, desde la comunidad, seguir abogando por una racionalización de los precios de los medicamentos instando, si es necesario, a que los Estados usen medidas de presión tales como las licencias obligatorias para garantizar que la cura de la infección por VHC llegue a todas las personas infectadas y no se quede en las estanterías de los almacenes de las compañías farmacéuticas por causa de la codicia de unos y la incompetencia de otros.
Fuente: Aidsmap
Referencia: Iyengar S et al. Prices, costs and affordability of new medicines for hepatitis C in 30 countries: an economic analysis. PLoS Medicine, DOI
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