El estudio zanja las dudas de una polémica revisión sistemática publicada hace dos años sobre si la efectividad de estos fármacos se iba a traducir en mejoras clínicas.
Un estudio francés publicado en The Lancet ha concluido que el tratamiento de la infección por el virus de la hepatitis C (VHC) con antivirales de acción directa (DAA, en sus siglas en inglés) se relaciona con una menor mortalidad y un menor riesgo de padecer cáncer hepático.
Los resultados son especialmente relevantes dado el elevado tamaño de la muestra (casi 10.000 personas) y las dudas que había apuntado una controvertida revisión sistemática publicada hace dos años por la prestigiosa organización Cochrane.
Dicha revisión manifestaba no haber hallado diferencias significativas en términos de morbilidad o mortalidad entre quienes tomaron DAA o placebo, lo que resultó muy chocante teniendo en cuenta los numerosos estudios que ya se habían realizado en aquel momento.
Aunque la práctica totalidad de los expertos consultados acerca de aquella revisión sistemática manifestaron su disconformidad, se hacía necesario contrarrestar aquella información con un amplio estudio de uso de los DAA en entornos reales (fuera de ensayos clínicos).
Finalmente, ello ha sido posible gracias al equipo de investigadores de la cohorte francesa ANRS CO22 Hepather.
Los autores del estudio realizaron un análisis retrospectivo de pacientes adultos con infección crónica por el VHC que habían sido atendidos en 32 centros médicos franceses.
Se excluyó a aquellas personas con infección por el virus de la hepatitis B (VHB) y a quienes tenían historial de cirrosis hepática descompensada, trasplante hepático o carcinoma hepatocelular.
Tampoco se permitió la entrada en el estudio a aquellas personas con historial de tratamientos basados en interferón.
Entre agosto de 2012 y diciembre de 2015 un total de 10.166 participantes fueron seleccionados para el estudio, de los que finalmente 9.895 entraron en el análisis por contar con registros clínicos suficientes.
La mediana del seguimiento de los participantes fue de 33 meses.
Un total de 7.344 participantes iniciaron tratamiento con DAA durante el estudio y 2.551 seguían sin haber iniciado el tratamiento en el momento de la última visita incluida en el estudio.
Un total de 3.045 participantes tenían cirrosis hepática, de las cuales 2.823 iniciaron el tratamiento con DAA durante el estudio.
Quienes tomaron DAA iniciaron su tratamiento una mediana de 4,3 meses después de su inclusión y fueron seguidos durante una mediana de 33,4 meses.
Aquellas personas no tratadas acumularon una mediana de 31,2 meses de seguimiento.
Respecto a aquellas no tratadas, las personas que recibieron DAA eran mayores, con mayor presencia de hombres, un mayor índice de masa corporal (IMC) y una mayor presencia de casos de historial de consumo de alcohol elevado.
Las personas con DAA presentaban estadios más avanzados de la patología, hecho que indica que se priorizó su acceso a los DAA por su delicado estado de salud.
Un total de 129 de las personas tratadas con DAA fallecieron durante el estudio, de las que 48 lo hicieron por causas hepáticas, 61 por causas no relacionadas con el hígado y 20 por causa no clasificada.
Un total de 187 de las personas con DAA padecieron cáncer hepático y en 74 su estadio evolucionó hasta la cirrosis hepática descompensada.
Entre los no tratados 89 personas fallecieron (25 por causas hepáticas, 53 por causas no hepáticas y 11 sin causa clasificada). En este grupo tuvieron lugar 71 diagnósticos de cáncer hepático y 32 de cirrosis hepática descompensada.
El uso de DAA se asoció con una reducción del 52% en el riesgo de fallecer por cualquier causa, a una disminución del 41% de morir por causas hepáticas y a una del 40% de fallecer por causas no hepáticas.
Además, tratar la hepatitis C con DAA supuso una reducción del 34% del riesgo de padecer cáncer hepático.
En el estudio no se observó una relación entre el uso de DAA y una reducción de la probabilidad de descompensación hepática, lo que podría deberse al corto periodo de seguimiento realizado teniendo en cuenta la lenta evolución de la infección por el VHC.
Las personas mayores de 64 presentaron una probabilidad de fallecer que duplicó la de los menores de 50 años.
El riesgo de desarrollar cáncer hepático también se vio incrementado, aunque de forma más marcada (cociente de riesgo [CR]: 3,47).
El índice de masa corporal (IMC) también condicionó el riesgo de fallecer y el de experimentar descompensación de la cirrosis hepática.
Respecto a las personas con genotipo 1, aquellas con genotipo 3 presentaron una probabilidad 2,27 veces superior de desarrollar cáncer hepático y superior en un 68% de sufrir descompensación hepática.
En comparación con las personas con fibrosis hepática moderada, leve o ausente, aquellas personas con fibrosis avanzada presentaron un riesgo muy superior de desarrollar cáncer de hígado (CR: 5,03) y quienes tenían cirrosis hepática presentaron una probabilidad muy superior de fallecer (CR: 3,69) y de experimentar descompensación hepática (CR: 9,01)
La anemia y la hipertensión también se asociaron a un mayor riesgo de fallecer y de experimentar descompensación hepática.
Las personas tratadas que no alcanzaron la curación presentaron una probabilidad de desarrollar cáncer hepático que era 2,23 veces la de aquellas no tratadas.
El 76% de quienes tomaron DAA obtuvieron respuesta virológica sostenida a las 12 semanas de finalizar el tratamiento (RVS12, sinónimo de curación), el 5% no la obtuvieron y del resto de participantes no se contaba con resultados al respecto.
Ello incrementaría la tasa de curación hasta el 94% si solo se tuviera en cuenta a aquellas personas con resultados disponibles.
Los resultados del presente estudio muestran la capacidad de los DAA para, aparte de curar la hepatitis C, reducir la mortalidad y la incidencia de cáncer hepático en las personas afectadas por dicha patología.
Por ello, a la luz de estos datos, el acceso a los DAA de todas aquellas personas con VHC debe ser un importante objetivo de salud global no solo para reducir la prevalencia y las nuevas infecciones, sino que también serviría para mejorar la salud a largo plazo de los millones de personas que tienen infección crónica por el VHC en el mundo.
Website Infohep:
http://www.infohep.org/
Website The Lancet:
https://www.thelancet.com/journals/lancet/