Dicha patología podría explicar el mayor riesgo de padecer insuficiencia cardíaca en este grupo poblacional.
Un estudio publicado en Journal of Infectious Diseases ha concluido que las mujeres que envejecen con el VIH en terapia Antirretroviral efectiva tendrían un grado de fibrosis en el miocardio incrementada y una función diastólica reducida respecto a mujeres sin el VIH de edad similar.
Según los investigadores, estos hallazgos podrían explicar en parte el mayor riesgo de insuficiencia cardíaca y la peor evolución de dicha patología observados en mujeres con el VIH, un hallazgo que ellos mismos habían obtenido en un estudio realizado tiempo atrás.
Así, las mujeres con el VIH e insuficiencia cardíaca tendían a presentarla con fracción de eyección conservada, lo que constituye un factor de respuesta negativo a las terapias convencionales.
Dichos hallazgos fueron los que les llevaron al diseño del presente estudio, ya que, según Markella V. Zanni, la investigadora principal del estudio, “nuestro equipo de investigación trabaja para ayudar a que las mujeres con el VIH maximicen su longevidad, salud y bienestar”.
Así, llegaron a la conclusión de que era importante investigar sobre los mecanismos involucrados en la disfunción muscular cardíaca que acaba desencadenando la insuficiencia cardíaca, pero hacerlo en mujeres con el VIH sin evidencias clínicas ni diagnóstico de insuficiencia cardíaca para darles la oportunidad de seguir estrategias que preservasen su miocardio y no legara a desarrollar insuficiencia cardíaca.
Los investigadores incluyeron en el estudio a 20 mujeres con el VIH en tratamiento Antirretroviral efectivo con edades comprendidas entre los 40 y los 75 años sin diagnóstico de enfermedad cardiovascular ni diabetes, además de a un grupo adicional de 14 mujeres sin el VIH con características similares, que actuaron como controles.
Todas ellas realizaron pruebas cardíacas de imagen por resonancia magnética (IRM) y analíticas sanguíneas en las que se analizaron diversos biomarcadores relacionados con la función cardíaca.
Respecto a aquellas VIH negativas, las mujeres con el VIH mostraron mayores niveles de fibrosis cardíaca (p= 0,002), una función diastólica reducida (p= 0,003), una mayor activación sistémica de los monocitos (detectada por medición de los niveles del biomarcador sCD163) (p menor 0,05) y una mayor expresión del receptor CCR2 en los monocitos CD14+/CD16+ (de carácter proinflamatorio).
Entre las mujeres con el VIH, los niveles de sCD163 presentaron correlación con el grado de fibrosis cardíaca (p= 0,02) y la expresión del receptor CCR2 en los monocitos CD14+/CD16+ se asoció a un mayor grado de fibrosis cardíaca (p= 0,04) y a una peor función diastólica (p= 0,03).
Los resultados del presente estudio muestran que las mujeres con el VIH presentan un riesgo incrementado de desarrollar fibrosis cardíaca, que incrementaría el riesgo de padecer insuficiencia cardíaca.
Dicha fibrosis se asociaría a biomarcadores de inflamación y de activación inmunitaria.
Realizar intervenciones capaces de reducir dicha inflamación y activación inmunitaria –como por ejemplo programas de deshabituación tabáquica o promover el ejercicio físico- ayudarían, por tanto, a frenar el avance de la fibrosis cardíaca y reducir el riesgo de evolución a insuficiencia cardíaca.
Website The Journal of Infectious Diseases:
https://academic.oup.com/jid