Con el reciente 20 aniversario de la declaración de la ONU sobre DDH, esta publicación llama la atención sobre el trabajo indispensable realizado por las comunidades de defensores de los derechos humanos en todo el mundo.
Los defensores de derechos humanos (DDH) no suelen trabajar solos, sino en grupos, en asociación con otros, en movimientos sociales, construyendo redes colectivas y apoyándose mutuamente.
Sin embargo, la tendencia de los mecanismos de protección es elegir un DRH individual, una práctica que puede limitar el impacto de las medidas a un número muy reducido de defensores y también socavar la dimensión colectiva del trabajo de defensa de los derechos humanos.
“Los enfoques de protección no solo deben tener como objetivo brindar seguridad a los defensores individuales.
Debemos perseguir más cambios estructurales que conduzcan a políticas que garanticen un entorno seguro y propicio para todos aquellos que, individual o colectivamente, defienden los derechos humanos".
La publicación identifica una serie de problemas que surgen de la individualización de los / as DDH, destacando que la mayoría de los programas de protección, tanto a nivel internacional como internacional, se basan en conjuntos de medidas destinadas a brindar seguridad a una persona determinada, pero no brindan cambios en las políticas estructurales indispensables para la protección efectiva de todos aquellos que defienden derechos.
La publicación también proporciona ideas de medidas y acciones clave que deben tenerse en cuenta al desarrollar estrategias de protección colectiva con comunidades o grupos de defensores de derechos humanos.
Para que la protección sea efectiva, sostenible y llegue a un mayor número de defensores de los derechos humanos, cambiamos hacia una mentalidad más colectiva.
"Necesitamos repensar y ampliar los mecanismos actuales de protección de DDH para que la protección de los DDH se proporcione tanto individual como colectivamente".
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