Un equipo de investigadores de Alemania y EE UU han descubierto que una proteína del VIH (denominada “péptido espaciador 2”) desempeña un papel fundamental en la maduración de las partículas virales. Se trata de un paso necesario para convertirse en viriones con capacidad de infección.
Los resultados del estudio se publicaron en la revista Nature.
Se están realizando muchos estudios que pretenden entender qué cambios estructurales se producen en la cápside del virus que encierra el genoma viral. Pese a esto, no hay mucha información sobre la matriz del virus.
La matriz sería la cubierta proteica exterior situada directamente debajo de la membrana lipídica que envuelve al virus.
Para arrojar más luz sobre esto, un equipo de investigadores americano y alemán decidieron estudiar el modo en que se reorganiza la proteína de la matriz durante la etapa de maduración de la partícula infecciosa.
Las partículas del virus de la inmunodeficiencia humana de tipo 1 (VIH-1) se liberan en una forma inmadura, que no resulta infecciosa.
En este estado, la partícula viral consiste en una proteína larga con forma de barra que se denomina Gag. Para adquirir la capacidad de infección, el virus debe atravesar un proceso de maduración en el que la enzima proteasa divide la proteína Gag en seis trozos.
Estos trozos serán los que, a su vez, constituyan la cápside y la proteína de la matriz de forma que al ensamblarse se generan viriones maduros con capacidad de infección.
Entre dichos seis fragmentos se encuentra el ya mencionado “péptido espaciador 2”, cuya función en el ciclo vital del VIH no estaba clara.
El equipo de investigadores empleó microscopios crioelectrónicos para obtener imágenes de las partículas víricas.
A partir de dichas imágenes, mediante ordenador se generaron modelos tridimensionales muy detallados de las proteínas del virus. Gracias a eso se comprobó que, contrariamente a lo esperado, la reordenación de la matriz se veía desencadenada por el “péptido espaciador 2”.
Así, se vio que esta proteína se adhería a la matriz y provocaba que se esta se empaquetase de forma diferente.
Esta unión del péptido espaciador 2 a la proteína de la matriz permite que el virus pueda fusionarse más rápidamente con sus células diana.
El equipo de investigadores afirma que inicialmente se pensaba que lo que se unía a la matriz era un lípido de la membrana, en lugar del péptido espaciador 2.
Consideran que esta información puede ser relevante para el desarrollo de nuevos fármacos frente al VIH.
Sin embargo, el análisis reveló que es necesaria la liberación del péptido espaciador 2 para que se produzca la maduración de la matriz.
Además, se comprobó in vitro que la presencia de dicho péptido fue suficiente para inducir la maduración de la matriz.
Los autores del estudio afirman que a pesar de que disponía de datos estructurales de la matriz desde el año 2021.
Se desconocía cómo se producía la reorganización de los péptidos al madurar el virus.
El hecho de que en esta ocasión se generasen imágenes tridimensionales mucho más detalladas de la matriz permitió entender mejor este proceso.
También señalan que para comprender mejor la relevancia de la maduración de la matriz en la posterior propagación y patogénesis del VIH-1 será necesario realizar estudios en sistemas donde se puedan simular las condiciones de infección in vivo.
Website Nature:
https://www.nature.com/