En la reciente Conferencia sobre Retrovirus e Infecciones Oportunistas (CROI), celebrada en esta ocasión en Seattle (EE UU).
Se presentaron los últimos datos de un ensayo clínico en el que se utilizó el compuesto SB-728-T para modificar las células CD4 [una técnica llamada de ‘dedo de zinc’, que consiste en la modificación genética de estos linfocitos para evitar que expresen una proteína denominada correceptor CCR5].
Que revelaron que el uso del fármaco experimental dio lugar a una mejora significativa de los recuentos de CD4 y a una reducción notable de la viremia sin necesidad de tomar terapia antirretroviral.
Para poder entrar en sus células diana el VIH necesita, además del receptor CD4, la presencia de un correceptor en la superficie celular, el CCR5 o el CXCR4.
Por lo general, cuando las personas contraen el VIH, éste emplea el correceptor CCR5, pero con el tiempo el virus puede cambiar su tropismo y empezar a utilizar el otro correceptor, el CXCR4 (esto se observa en aproximadamente la mitad de los pacientes con experiencia en tratamiento).
Un estudio publicado en diciembre de 2010 en la revista Blood informó de que un paciente con VIH que padecía leucemia fue sometido a un trasplante de médula ósea procedente de un donante elegido que presentaba la mutación CCR5 delta-32 por partida doble (heredada de sus dos progenitores).
Por lo que sus células CD4 no tenían el correceptor CCR5. La intervención a la que fue sometido ese paciente es demasiado peligrosa y cara como para realizarla de forma rutinaria con todos las personas con VIH, pero proporcionó una prueba de concepto de que, al menos en principio, es posible controlar la infección por dicho virus sin necesidad de emplear antirretrovirales (véase el artículo El Paciente de Berlín, de LO+POSITIVO 50): http://gtt-vih.org/actualizate/lo_mas_positivo/lmp50/el_paciente_de_berlin
Por otro lado, se sabe que algunas personas presentan de forma natural una mutación, denominada CCR5 delta-32, que las hace más resistentes frente a la infección por el virus, sin que aparentemente tenga ningún efecto secundario perjudicial para el organismo.
El reto para los científicos era conseguir ese mismo efecto de una manera segura, y una de las propuestas es el uso de la tecnología de ‘dedo de zinc’.
En la actualidad existe un fármaco comercializado, Maraviroc, que actúa sobre el correceptor CCR5 para evitar que el VIH se una al mismo y que pueda infectar las células CD4.
Sin embargo, con el fármaco experimental SB-728-T se pretende ir un paso más allá y actuar sobre el propio gen responsable de la expresión del correceptor para crear una población de linfocitos CD4 sin un CCR5 funcional.
La terapia consiste en la extracción de las células CD4 de la sangre del paciente para tratarlas con el fármaco experimental SB-728-T (el único fármaco que hoy en día se está probando en ensayos clínicos con este objetivo) a fin de desactivar el gen que expresa el CCR5.
Estas células genéticamente modificadas son cultivadas y multiplicadas en el laboratorio y luego se inyectan de nuevo en el mismo paciente.
Fuente: Aidsmeds
Referencia: June C, Tebas P, Stein D, et al. Induction of Acquired CCR5 Deficiency with Zinc Finger Nuclease-modified Autologous CD4 T Cells (SB-728-T) Correlates with Increases in CD4 Count and Effects on Viral Load in HIV-infected Subjects. 19th Conference on Retroviruses and Opportunistic Infections, Seattle, abstract 155, 2012.
Texto Completo:
http://gtt-vih.org/actualizate/la_noticia_del_dia/28-03-12
Website:
http://gtt-vih.org/
Website CROI 2012:
http://retroconference.org/
Se presentaron los últimos datos de un ensayo clínico en el que se utilizó el compuesto SB-728-T para modificar las células CD4 [una técnica llamada de ‘dedo de zinc’, que consiste en la modificación genética de estos linfocitos para evitar que expresen una proteína denominada correceptor CCR5].
Que revelaron que el uso del fármaco experimental dio lugar a una mejora significativa de los recuentos de CD4 y a una reducción notable de la viremia sin necesidad de tomar terapia antirretroviral.
Para poder entrar en sus células diana el VIH necesita, además del receptor CD4, la presencia de un correceptor en la superficie celular, el CCR5 o el CXCR4.
Por lo general, cuando las personas contraen el VIH, éste emplea el correceptor CCR5, pero con el tiempo el virus puede cambiar su tropismo y empezar a utilizar el otro correceptor, el CXCR4 (esto se observa en aproximadamente la mitad de los pacientes con experiencia en tratamiento).
Un estudio publicado en diciembre de 2010 en la revista Blood informó de que un paciente con VIH que padecía leucemia fue sometido a un trasplante de médula ósea procedente de un donante elegido que presentaba la mutación CCR5 delta-32 por partida doble (heredada de sus dos progenitores).
Por lo que sus células CD4 no tenían el correceptor CCR5. La intervención a la que fue sometido ese paciente es demasiado peligrosa y cara como para realizarla de forma rutinaria con todos las personas con VIH, pero proporcionó una prueba de concepto de que, al menos en principio, es posible controlar la infección por dicho virus sin necesidad de emplear antirretrovirales (véase el artículo El Paciente de Berlín, de LO+POSITIVO 50): http://gtt-vih.org/actualizate/lo_mas_positivo/lmp50/el_paciente_de_berlin
Por otro lado, se sabe que algunas personas presentan de forma natural una mutación, denominada CCR5 delta-32, que las hace más resistentes frente a la infección por el virus, sin que aparentemente tenga ningún efecto secundario perjudicial para el organismo.
El reto para los científicos era conseguir ese mismo efecto de una manera segura, y una de las propuestas es el uso de la tecnología de ‘dedo de zinc’.
En la actualidad existe un fármaco comercializado, Maraviroc, que actúa sobre el correceptor CCR5 para evitar que el VIH se una al mismo y que pueda infectar las células CD4.
Sin embargo, con el fármaco experimental SB-728-T se pretende ir un paso más allá y actuar sobre el propio gen responsable de la expresión del correceptor para crear una población de linfocitos CD4 sin un CCR5 funcional.
La terapia consiste en la extracción de las células CD4 de la sangre del paciente para tratarlas con el fármaco experimental SB-728-T (el único fármaco que hoy en día se está probando en ensayos clínicos con este objetivo) a fin de desactivar el gen que expresa el CCR5.
Estas células genéticamente modificadas son cultivadas y multiplicadas en el laboratorio y luego se inyectan de nuevo en el mismo paciente.
Fuente: Aidsmeds
Referencia: June C, Tebas P, Stein D, et al. Induction of Acquired CCR5 Deficiency with Zinc Finger Nuclease-modified Autologous CD4 T Cells (SB-728-T) Correlates with Increases in CD4 Count and Effects on Viral Load in HIV-infected Subjects. 19th Conference on Retroviruses and Opportunistic Infections, Seattle, abstract 155, 2012.
Texto Completo:
http://gtt-vih.org/actualizate/la_noticia_del_dia/28-03-12
Website:
http://gtt-vih.org/
Website CROI 2012:
http://retroconference.org/