Los resultados de un nuevo metaanálisis, publicado a finales del pasado año en la revista PLOS ONE, han confirmado la elevada incidencia de infecciones de transmisión sexual (ITS) registrada en estudios sobre profilaxis pre-exposición frente al VIH (PrEP) entre los participantes gays, bisexuales y otros hombres que tienen sexo con hombres (HSH) con conductas sexuales de alto riesgo.
Los hombres gays, bisexuales y otros HSH son el grupo poblacional en el cual se concentran más de la mitad de los nuevos diagnósticos de infección por el VIH, por lo que la implementación de los programas de profilaxis pre-exposición frente al VIH, junto con el resto de estrategias preventivas, puede ser crucial para reducir la transmisión del VIH entre estas personas.
Sin embargo, diferentes estudios han relacionado el uso de la PrEP con un aumento de las tasas de ITS entre sus usuarios.
No obstante, no está claro si este aumento es debido a una compensación del riesgo o una prevalencia ya elevada de ITS antes de empezar a tomar PrEP entre los participantes con prácticas de alto riesgo.
Un equipo de investigadores del instituto de Salud de Berlín (Alemania) quiso evaluar a través de un metaanálisis las tasas de ITS a lo largo de los diferentes estudios de PrEP y estudios de implementación.
En el metaanálisis, se incluyeron 24 publicaciones sobre veinte estudios acerca del uso de la PrEP en hombres gays, bisexuales y otros HSH.
Entre estos estudios se incluyeron estudios controlados y de distribución aletoria como iPrEx, PROUD e IPERGAY y sus extensiones de tipo abierto, así como ensayos dirigidos a poblaciones específicas como el PrEPare en adolescentes.
También se contó con estudios de demostración específicos de cada país como PrEP Brasil, AmPrEP en Holanda, proyectos de demostración en Australia y programas de implementación de Kaiser Permanente en el norte de California y Prevenir en Francia.
Entre todos los estudios sumaron un total de 11.918 hombres gays, bisexuales y otros HSH cuyos datos sumaron 11.686 persona-años de seguimiento.
Las tasas anuales de diagnóstico para cualquier ITS variaron del 33% al 100%, con una tasa promedio de diagnóstico en los estudios de mayor calidad del 84%.
De las infecciones bacterianas más comunes (sífilis, gonorrea y clamidia), la sífilis es la única en que el aumento de su cribado tiene el menor impacto en el número de diagnósticos.
Esto se debe a que su detección puede realizarse a través de un análisis de sangre y, por tanto, se lleva tiempo realizando de manera más consistente.
Sin embargo, para detectar la gonorrea y la clamidia es necesario realizar un frotis rectal y/o de garganta y se realizan de manera menos consistente, al menos en algunos países.
La tasa promedio de diagnóstico de la sífilis en usuarios de la PrEP fue del 9,2% y del 9,5% en los estudios de mayor calidad.
Pese a que esta tasa es mucho más alta que en la población general donde se sitúa en el 0,0097% anual, no difiere en exceso de la observada en hombres gays, bisexuales y otros HSH atendidos en centros de ITS que en Londres en 2016 fue del 4,4%.
Las ITS bacterianas tienen un perfil específico tanto en hombres como en mujeres, con bajas tasas en personas jóvenes recién iniciadas en las relaciones sexuales y con tasas más elevadas en los últimos años de la adolescencia y los 20 años cuando son más activas sexualmente.
En el presente metaanálisis la tasa más baja de sífilis se observó en un estudio con participantes de 15 a 17 años (1,8%) y la tasa más elevada fue en un estudio complementario con personas de entre 18 y 22 años (15%).
Las tasas de gonorrea variaron del 12% al 43% con una tasa promedio del 27%.
En los estudios controlados de forma más rigurosa y aquellos más amplios la tasa ascendió hasta el 40%.
En el caso de la clamidia las tasas variaron del 14% al 48% con una tasa promedio del 30%, mientras que en los estudios más rigurosos y de mayor tamaño fue del 42%.
Una de las razones que explica que las tasas de ITS fueran más altas en los ensayos más robustos se debe a que las tasas de ITS tendieron a ser más altas en los estudios de cohorte y en los programas de implementación en comparación a los estudios aleatorios donde los participantes no necesariamente sabían si estaban o no recibiendo PrEP.
La gonorrea y la clamidia también se clasificaron por localización en el cuerpo.
En los análisis más rigurosos el 4% presentó gonorrea uretral y el 9% clamidia uretral.
Las infecciones rectales fueron más comunes con tasas del 17% y 33%, respectivamente.
En los cinco estudios que informaron sobre el virus de la hepatitis C (VHC) se observó una incidencia que varió de 0% al 1,9% con una tasa promedio anual del 1,3%.
Teniendo en cuenta la tasa anual del VHC en hombres gays, bisexuales y otros HSH con el VIH (0,78%) y la de los hombres sin el VIH (0,04%) esta incidencia es elevada.
Los resultados del presente estudio ponen de manifiesto, pese a la heterogeneidad de algunos resultados, las elevadas tasas de ITS entre los hombres gays, bisexuales y otros HSH que utilizan la PrEP.
Sin embargo, continúa sin estar claro que si esto es debido a una compensación del riesgo (se deja de utilizar el preservativo al sentirse protegido del VIH por la medicación Antirretroviral) o a un aumento de las pruebas de detección de ITS durante el seguimiento periódico de los programas de PrEP.
Los autores del mismo señalan que las ITS se concentran en subgrupos que se encuentran particularmente en riesgo como aquellos que tienen relaciones sexuales sin protección con parejas ocasionales.
Asimismo, también subrayan que la PrEP no solo reduce la incidencia del VIH sino que también disminuye la tasa de ITS al incluir su cribado regular y tratamiento precoz de las mismas.
Website Aidsmap:
https://www.aidsmap.com/
Website PLoS ONE:
https://journals.plos.org/plosone/