Los investigadores analizaron los datos de salud de 2004 y 2014 con respecto a una cohorte de personas con VIH que inicialmente tenían una edad promedio de 41 años.
Un grupo de italianos en su mayoría de mediana edad que viven con el VIH experimentó un aumento considerable en las tasas de reducción de la función renal, enfermedades Cardiovasculares (ECV) y presión arterial alta en el transcurso de una década, informa Aidsmap.
Al publicar sus hallazgos en HIV Medicine, los investigadores analizaron datos de corte transversal tomados en 2004 y nuevamente en 2014 con respecto a 1,517 participantes VIH positivos de la cohorte italiana ICONA. Un tercio de la cohorte era mujer.
La edad promedio fue de 41 años en 2004 (del 25 al 75 por ciento de los percentiles tenía entre 37 y 46 años) y de 51 años en 2014.
En 2004, el 79 por ciento de la cohorte estaba en tratamiento Antirretroviral, una cifra que aumentó a 98 por ciento en 2014.
Entre los dos puntos de tiempo de los estudios, la prevalencia de: dislipidemia (colesterol irregular o triglicéridos) aumentó de 75 por ciento a 91 por ciento; la presión arterial alta aumentó de 67 por ciento a 84 por ciento; CVD aumentó de 18 por ciento a 32 por ciento; y la función renal reducida (un eGFR por debajo de 60 mililitros por minuto por 1,73 metros cuadrados) aumentó del 5% al 30%.
Además, durante este período de una década, la proporción de la cohorte considerada en alto riesgo de un evento de salud cardiovascular según el sistema de puntuación de Framingham aumentó del 13 por ciento al 45 por ciento.
Los autores del estudio concluyeron que el aumento de la prevalencia de todos estos resultados negativos para la salud podría haber sido impulsado en parte por el envejecimiento, pero también por vivir con el virus.
Website Aidsmap:
https://www.aidsmap.com/
Website HIV Medicine:
https://onlinelibrary.wiley.com/journal/14681293