Un estudio en Rusia encontró que el implante se asoció con una mayor tasa de supresión viral en comparación con la naltrexona oral.
Un implante que proporciona naltrexona, el tratamiento asistido por medicamentos para el trastorno por uso de opioides (OUD) durante un período de tres meses, se asoció con mejores resultados de salud relacionados con el VIH en comparación con la versión oral diaria del medicamento en un estudio reciente realizado en Rusia.
El implante de naltrexona de tres meses está aprobado en Rusia pero no en los Estados Unidos.
La Administración de Alimentos y Medicamentos solo ha aprobado una versión inyectable de liberación prolongada de naltrexona que debe administrarse mensualmente y la droga oral diaria.
Sin embargo, a diferencia de los Estados Unidos, Rusia no ha aprobado las otras dos formas de MAT, metadona y buprenorfina.
Al publicar sus hallazgos en The Lancet HIV, los investigadores reclutaron a 200 participantes en San Petersburgo y la región circundante de Leningrado entre julio de 2011 y abril de 2014 en un ensayo aleatorizado de fase III, doble ciego, controlado con placebo, de 48 semanas, con doble simulación.
Todos los participantes eran VIH positivos, tenían una carga viral superior a 1.000, no habían recibido tratamiento Antirretroviral (ARV) durante al menos un año antes y estaban buscando tratamiento para la OUD.
Los participantes se distribuyeron de forma equitativa en dos grupos de 100 para recibir el implante de naltrexona durante tres meses y un placebo oral diario o un implante de placebo y naltrexona oral diaria.
A todos se les ofreció asesoramiento quincenal sobre drogas y tratamiento Antirretroviral.
En la semana 24 del estudio, el 38 por ciento del grupo de implantes y el 35 por ciento del grupo oral tenían una carga viral inferior a 400.
En la semana 48, un 66 por ciento respectivo y el 50 por ciento de los participantes en cada grupo tenían una carga viral inferior a la límite.
Esto significó que el implante se asoció con una probabilidad 1,32 veces mayor de tener una carga viral suprimida en comparación con el fármaco oral.
El estudio observó siete eventos adversos de salud graves, incluidas tres muertes en el grupo de implantes (debido a una enfermedad cardíaca, traumatismo y complicaciones relacionadas con el SIDA, respectivamente) y cuatro en el grupo oral (debido a una sobredosis en un caso, cáncer pancreático en otro y Complicaciones relacionadas con el SIDA en otro).
Los que tomaron una sobredosis lo hicieron de nueve a diez meses después de su última dosis de naltrexona oral.
Aquellos en el grupo de implantes permanecieron en tratamiento para la OUD durante una mediana de 32 semanas sin recaídas, en comparación con 20 semanas en el grupo de naltrexona oral.
"Cuanto más prolongado es el bloqueo de los efectos opioides, mayor es la protección que recibe un individuo de las dosis perdidas [de tratamiento con ARV] y de las conductas impulsivas que llevan a una recaída y resultados pobres, incluso fatales", concluyeron los autores del estudio.
"El desarrollo comercial de implantes podría resultar en una adición significativa a las opciones de tratamiento para la adicción".
Website EurekAlert!:
https://www.eurekalert.org/
Website The Lancet:
https://www.thelancet.com/journals/lanhiv/