El diagnóstico y tratamiento precoces, así como intervenciones de reducción de riesgos y daños, resultan esenciales para contener este tipo de brotes, ya que cada hombre con infección aguda por el VHC transmite el virus a otros dos.
Un estudio publicado en Clinical Infectious Diseases ha concluido que la incidencia de infección aguda por el virus de la hepatitis C (VHC) entre hombres gays, bisexuales y otros hombres que practican sexo con hombres (HSH) usuarios de profilaxis pre-exposición (PrEP, en sus siglas en inglés) al VIH se incrementó diez veces entre los años 2016 y 2017.
La incidencia también aumentó entre hombres gays, bisexuales y otros HSH con el VIH, entre quienes se multiplicó por dos.
En los últimos años se han detectado brotes de infección aguda por VHC entre hombres gays, bisexuales y otros HSH con el VIH europeos, uno de los cuales tuvo lugar en Barcelona.
Últimamente dichos brotes también han sido observados en hombres gays, bisexuales y otros HSH sin el VIH, como fue el caso de Lion (Francia), hecho que llevó a los autores del presente estudio a analizar las dinámicas de la transmisión del VHC durante el brote, la influencia de la coinfección por el VIH y la concurrencia de otros factores de riesgo.
El estudio incluyó a todos los casos de infección aguda por el VHC en hombres gays, bisexuales y otros HSH documentados en Lion entre 2014 y 2017.
Las muestras de VHC fueron analizadas genéticamente para observar cómo se relacionaban entre ellas y si existían diversas redes de transmisión.
Durante el periodo estudiado tuvieron lugar un total de 108 casos de infección aguda por el VHC que afectaron a 96 hombres gays, bisexuales y otros HSH (en 80 casos se trataba de primeras infecciones y en 28 de reinfecciones).
Los principales factores de riesgo fueron uso de drogas intravenosas (en el 33% de los casos), uso de drogas intranasales (en el 34%), sexo en grupo (en el 69%) y fisting, que es la introducción total o parcial de la mano en el ano de la pareja (en el 24%).
Al menos uno de estos factores de riesgo fue comunicado por el 79% de los participantes con el VIH y en el 96% de aquellos sin el VIH.
Los participantes sin el VIH eran más jóvenes que aquellos con el VIH (mediana de la edad de 37 y 47 años, respectivamente; p= 0,02) y presentaron una mayor probabilidad de uso de drogas (96% y 40%, respectivamente, p menor 0,001) y de practicar fisting (50% y 15%, respectivamente; p= 0,02).
Dos tercios de los participantes sin el VIH tomaban PrEP en el momento del diagnóstico de la infección por el VHC.
El número de diagnósticos de infección aguda por VHC se duplicó, ya que en 2014 fueron 20 casos y en 2017 fueron 40.
Los hombres gays, bisexuales y otros HSH sin el VIH representaron en 45% de los casos de diagnóstico de infección aguda.
La incidencia de infección aguda por el VHC en HSH con el VIH se duplicó , pasando de 1,1 casos por cada 100 persona-años en 2014 a 2,4 casos por cada 100 persona-años en 2017.
Sin embargo este aumento solo alcanzó niveles estadísticamente significativos en el caso de las reinfecciones ya que las primeras infecciones se mantuvieron relativamente estables.
Entre usuarios de PrEP los resultados fueron muy diferentes, con un aumento de diez veces en las tasas de incidencia de primeras infecciones agudas por el VHC , que pasaron de 0,3 casos por cada 100 persona-años a 3 casos por cada 100 persona-años.
En el 8% de los casos se observó la remisión espontánea de la infección por VHC.
Un total de 94 participantes llevaron a cabo tratamientos con antivirales de acción directa (DAA, en sus siglas en inglés) una mediana de 5 meses después del diagnóstico.
Las tasas de curación entre los tratados fueron del 96%.
Los genotipos más habituales fueron el 1a (55% de los participantes), 4d (31%) y 3a (7%).
Los análisis filogenéticos mostraron que el 96% de los casos de infección aguda podían agruparse en uno de los 8 grupos de casos interrelacionados (también conocidos por el vocablo de origen inglés clúster) identificados.
En todos los clústeres había, al menos, una persona con el VIH
El análisis de los 5 clústeres principales mostró que cuatro de ellos estaban fuertemente relacionados con el uso de drogas y en uno de ellos el fisting apareció como factor de riesgo adicional.
Diecisiete infecciones presentaban virus muy cercanamente relacionados y se dieron en personas con múltiples factores de riesgo.
Uno de los clústeres incluyó a 6 personas que habían manifestado uso de drogas intranasales y haber padecido una infección de transmisión sexual bacteriana en un momento cercano a la transmisión, lo cual podría indicar una transmisión simultánea de ambas infecciones.
Un análisis posterior del mismo estudio presentado en la Conferencia sobre Retrovirus e Infecciones Oportunistas (CROI 2019) –recientemente celebrada en la ciudad estadounidense de Seattle– evidenció la importancia de un diagnóstico y tratamiento precoces y de implementación de estrategias de reducción de riesgos y daños daños, ya que se calculó que cada HSH con infección aguda había transmitido el virus a un promedio de 2,35 hombres en cinco meses.
Los resultados del presente estudio ponen de manifiesto principalmente dos aspectos destacados.
Por un lado, las infecciones agudas por el VHC se están extendiendo también a hombres gays, bisexuales y otros HSH sin el VIH usuarios de PrEP por medio de prácticas de riesgo tales como el chemsex o prácticas sexuales traumáticas.
Por otro lado, para controlar este tipo de brotes son esenciales diagnósticos y tratamientos precoces, además de intervenciones con un enfoque de reducción de riesgos y daños.
Website Clinical Infectious Diseases:
https://academic.oup.com/cid