Algunos de los que tienen un sistema inmune altamente dañado desarrollan una reacción inflamatoria nociva después de comenzar con los Antirretrovirales.
El método de imágenes conocido como TEP puede ser capaz de predecir quién de los que comienzan el tratamiento Antirretroviral (ARV) con un sistema inmune altamente dañado por el VIH desarrollará el síndrome de reconstitución inmune asociada al VIH (IRIS).
IRIS es más propenso a ocurrir entre las personas VIH positivas con un bajo recuento de CD4 y las infecciones oportunistas.
Después de que el tratamiento con ARV suprime el virus de las personas que desarrollan IRIS, el sistema inmunológico compensa en exceso el daño relacionado con el VIH y desarrolla una inflamación severa que puede dañar los tejidos y causar diversos síntomas, como fiebre alta.
En algunos casos, la condición es incluso fatal.
Publicando sus hallazgos en Enfermedades Infecciosas Clínicas, los investigadores primero descubrieron que en aquellos con IRIS, las células inmunes reactivadas por la introducción del tratamiento con ARV tenían más probabilidades de expresar un receptor en su superficie conocido como Glut-1.
El objetivo de este receptor es ayudar a las células a ingerir glucosa, que es una fuente de energía; estas células inmunitarias hiperactivas necesitan bastante energía para alimentar su respuesta inflamatoria.
Además, Glut-1 reconoce una molécula trazadora utilizada en el proceso de escaneo PET, llamada F-Fluorodesoxiglucosa (FDG).
En consecuencia, los investigadores reclutaron a 30 personas con VIH no tratadas e infecciones oportunistas para someterse a exploraciones de PET de todo el cuerpo justo antes de comenzar los ARV y de cuatro a ocho semanas después.
Los investigadores diagnosticaron a 10 de los participantes con IRIS después de comenzar el tratamiento contra el VIH, según los marcadores de inflamación en la sangre y los síntomas asociados con la afección.
En general, las tomografías por emisión de Positrones (TEP) tomadas mientras estos individuos recibían ARV mostraron que sus tejidos habían aumentado su absorción de FDG en comparación con sus exploraciones previas al tratamiento del VIH.
Este hallazgo indicó que las células vieron un aumento en sus necesidades de energía, que es lo que ocurre durante IRIS.
Por el contrario, entre los 20 participantes que no desarrollaron IRIS, las necesidades de energía de sus células en realidad disminuyeron después de que comenzaron el tratamiento de acuerdo con las exploraciones PET.
Además, el examen de PET previo al tratamiento con ARV de aquellos que no desarrollaron IRIS indicó que sus células tenían una mayor actividad cuando se trataba de metabolizar energía en comparación con lo que se observó en el examen previo al tratamiento de aquellos que sí desarrollaron el IRIS condición inflamatoria.
Esta diferencia, según teorizaron los autores del estudio, podría proporcionar un medio para ayudar a predecir qué personas con VIH avanzado no tratado tienen un mayor riesgo de IRIS después de comenzar a tomar ARV.
Dicha herramienta de diagnóstico podría ayudar a los proveedores de atención médica a decidir el momento óptimo para que esas personas inicien el tratamiento del VIH.
Website National Institute of Allergy and Infectious Diseases (NIAID):
https://www.niaid.nih.gov/
Website Clinical Infectious Diseases:
https://academic.oup.com/cid