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Fortaleciendo así la Capacidad Médica Integral.

miércoles, 25 de septiembre de 2019

La Prevalencia de Insuficiencia Renal en Personas con el VIH Duplicaría la Observada en Aquellas sin el Virus

Ser mujer y tener una mayor edad serían factores que potenciarían el riesgo de dicha afección. 

La prevalencia de insuficiencia renal en personas con el VIH y carga viral indetectable, aunque baja, duplicaría la observada en personas sin el VIH con características demográficas similares, según los resultados de un estudio danés publicado en HIV Medicine.

El impacto de la infección por el VIH sobre el riesgo de desarrollar insuficiencia renal sería similar al que conlleva tener diabetes. 

La enfermedad renal es una causa cada vez más importante de complicaciones graves en personas con el VIH. 

Aunque sus causas no están totalmente claras, la inflamación asociada a la infección por el VIH, una mayor prevalencia de factores de riesgo renales ya conocidos en la población VIH positiva y el impacto renal de algunos antirretrovirales se encontrarían entre los principales factores causales. 

Aunque estudios previos apuntaban que hasta un tercio de las personas con el VIH tendrían insuficiencia renal, los autores del presente estudio detectaron que dichos estudios contaban con poblaciones con factores de riesgo adicionales, que no eran representativas de toda la comunidad VIH positiva. 

Para esclarecer mejor la relación entre insuficiencia renal y VIH, el equipo danés de investigadores diseñó un estudio transversal que incluyó a personas de Copenhague en tratamiento antirretroviral con carga viral indetectable. 

Los datos de cada persona con el VIH fueron comparados con los de 4 controles sin el VIH con características demográficas similares. 

En el estudio, los investigadores compararon la prevalencia de insuficiencia renal (definida como una tasa de filtración glomerular estimada inferior a 60mL/min/1,73m2) de las personas con el VIH con el de los controles. 

Los datos de tipo sociodemográfico y el estatus relativo a diabetes e hipertensión fueron proporcionados por los propios participantes. 

De los participantes con el VIH, los investigadores recopilaron datos sobre los niveles de CD4 actuales, los niveles de CD4 nadir, el tiempo tras el diagnóstico y el uso de antirretrovirales con potencial toxicidad renal. 

La mayoría de los participantes eran hombres (el 89%), la mediana de la edad era de 51 años y todos eran de etnia blanca. 

Tres cuartas partes de los participantes con el VIH eran hombres gays, bisexuales y otros hombres que practican sexo con hombres (HSH). 

La mediana del recuento de CD4 actual era de 700 células/mm3 y la del tiempo tras el diagnóstico era de 14 años. 

Dos tercios de los participantes tomaban Tenofovir Disoproxil Fumarato (TDF, especialidad farmacéutica genérica [EFG], Viread®, también en Truvada® y otras coformulaciones), el principal antirretroviral con toxicidad renal conocida. 

Respecto a los factores de riesgo generales de deterioro de la función renal, la prevalencia de hipertensión fue menor en el grupo de personas con el VIH que entre los controles (46% y 57%, respectivamente) y la prevalencia de diabetes fue similar en ambos grupos (5% y 4%, respectivamente). 

La prevalencia de insuficiencia renal en personas con el VIH duplicó la observada en personas VIH negativas (3,7% y 1,7%; respectivamente; p= 0,001).

Incluso al tener en cuenta posibles factores de confusión, la infección por el VIH se asoció a un mayor riesgo de padecer insuficiencia renal, incluso la diferencia aumentó (cociente de probabilidades [CP]: 3,4; intervalo de confianza del 95% [IC95%]: 1,8-6,3). 

Sobre estos datos, el impacto de la infección por el VIH sobre el riesgo de insuficiencia renal fue similar al asociado a padecer diabetes ya que padecerla casi triplicó la probabilidad de tener insuficiencia renal (CP: 2,9; IC95%: 1,3-6,7). 

Cada diez años de edad, la probabilidad de sufrir insuficiencia renal entre los participantes se multiplicó por 5. 

Ser mujer también quintuplicó el riesgo de padecer insuficiencia renal entre los participantes (CP: 5,0; IC95%: 2,5-9,8) . 

La combinación de tener el VIH y una mayor edad multiplicó la diferencia en la probabilidad de tener insuficiencia renal respecto a las personas VIH negativas de edades similares. 

Un análisis de posibles factores asociados halló que ningún factor asociado al VIH, por sí solo, explicaría la mayor probabilidad de tener insuficiencia renal observada en personas con el VIH. 

Los resultados del presente estudio muestran una prevalencia de insuficiencia renal entre personas con el VIH con un buen control de su infección que, aunque sea numéricamente baja, duplicaría la observada en personas VIH negativas de edades similares. 

Ello debe ser tenido en cuenta en el seguimiento médico rutinario de las personas con el VIH, especialmente en las mujeres y las personas mayores, pues son los colectivos con mayor probabilidad de padecer dicha afección renal. 




Website Aidsmap: 
https://www.aidsmap.com/ 

Website HIV Medicine: 
https://onlinelibrary.wiley.com/journal/14681293 

¿Cuál es el Nivel de Adherencia al Tratamiento Frente al VIH Necesario para Alcanzar la Indetectabilidad viral?

Según un estudio estadounidense, los regímenes basados en inhibidores de la integrasa requieren un nivel de adherencia menor respecto a otras pautas de fármacos antirretrovirales. 

El nivel de adherencia al tratamiento antirretroviral necesario para alcanzar y mantener la carga viral indetectable podría ser menor de lo que se pensaba hasta ahora y ser dependiente del tipo de régimen que se utiliza. 

Esta es la principal conclusión de un estudio publicado en la edición digital de la revista JAIDS del pasado mes de julio. 

La adherencia al tratamiento es un término que hace referencia al cumplimiento terapéutico, es decir, tomarse la medicación tal como ha sido prescrita por el médico: la dosificación exacta, en el momento indicado y respetando cualquier otra indicación como tomarla con o sin alimentos, por ejemplo. 

En el contexto del tratamiento frente al VIH se ha establecido como punto de referencia para alcanzar la indetectabilidad viral tener una adherencia igual o superior al 95%. 

Sin embargo, se desconoce si con los tratamientos más nuevos y efectivos este umbral podría ser menor. 

Con el fin de arrojar un poco más de luz sobre esta cuestión, los Centros para la Detección de Enfermedades de EE UU (CDC, en sus siglas en inglés) llevaron a cabo un estudio para el que contaron con los datos de un proyecto de demostración de un modelo de atención del VIH centrado en el paciente de EE UU. 

Entre los años 2014 y 2016, dicho proyecto inscribió a 765 personas con el VIH. 

De cada participante se contó con información de entre 12 y 48 meses referida a la dispensación de las recetas, resultados de la carga viral y otros datos sociodemográficos.  
Del total de personas inscritas en el proyecto, 570 cumplían con los criterios de inclusión para participar en el presente análisis (tener, como mínimo, una determinación de carga viral con el valor de adherencia correspondiente). 

Algo más de la mitad de participantes, eran mayores de 50 años, el 78% eran hombres, el 59% eran de etnias distintas a la negra o desconocida y el 85% no disponía de un seguro privado de salud. 

En cuanto al tipo de tratamiento, el 31% de los participantes estaba tomando regímenes basados en inhibidores de la integrasa, el 21% regímenes basados en inhibidores de la transcriptasa inversa no análogos de nucleósido, el 18% regímenes basados en inhibidores de la proteasa (IP) y el 30% restante todos los demás regímenes no incluidos en los anteriores. 

La adherencia a la medicación se estimó calculando la proporción de días cubiertos (PDC) lo que da como resultado el porcentaje de días en los que la persona toma la medicación sobre el número total de días previstos. 

En el presente análisis los investigadores escogieron un periodo de medición de 365 días antes de cada resultado de la prueba de carga viral y establecieron las siguiente cinco categorías de PDC: 50%, 50 a 80%, 80 a 85%, 85 a 90% y 90%.  
Los investigadores calcularon la tasa necesaria para lograr la supresión viral (definida en el estudio como tener una carga viral inferior a 200 copias/mL) en el 90% de las pruebas de carga viral. 

Durante el periodo de 365 días se realizaron 2.427 pruebas de carga viral donde dos tercios obtuvieron un PDC igual o mayor al 90%. 

Tras ajustar los resultados para todas las covariables, se observó que las personas mayores de 50 años (cociente de probabilidades ajustado (CPa): 2,33), los hombres (CPa: 1,49) y las personas con seguro médico privado (CPa: 1,77) tenían más probabilidades de tener la carga viral indetectable que las personas más jóvenes, las mujeres o aquellas sin seguro médico privado. 

Las personas de etnia negra no hispánica tenían menos posibilidades de alcanzar la supresión viral (CPa: 0,46) que las personas de otras etnias. 

El cociente de probabilidades ajustado de la supresión viral no difirió de manera significativa entre aquellas personas con un PDC del 80 al 85%, o del 85 al 90%, en comparación con aquellas con un PDC mayor o igual al 90%.

Las personas que recibieron regímenes incluidos en la categoría “todos los demás” tuvieron menores probabilidades de alcanzar la supresión viral que aquellas que tomaron un régimen basado en inhibidores de la proteasa. 

Las diferencias en las probabilidades ajustadas de supresión viral entre los regímenes basados ​​en inhibidores de la proteasa, inhibidores de la integrasa y no análogos de nucleósidos no fueron estadísticamente significativas. 

Los resultados del estudio revelaron que, en general, la tasa de adherencia necesaria para lograr la supresión viral en el 90% de todas las pruebas de carga viral fue del 82%, sin embargo, dependiendo del tipo de régimen utilizado las tasas variaron: 75% para los inhibidores de la integrasa, 78% no análogos de nucleósidos, 87% inhibidores de la proteasa y 99% para todos los demás regímenes. 

Según los investigadores, es posible que en la era actual en la que se dispone de fármacos antirretrovirales con mejores perfiles de farmacocinética y seguridad que sus predecesores, los niveles de adherencia necesarios para lograr la supresión viral sean más bajos que el valor establecido de más del 95%. 

Por el momento, los expertos señalan que los médicos deben continuar recomendando tomar el tratamiento siguiendo la pauta tal y como ha sido prescrita y ofrecer apoyo a la adherencia cuando sea necesario a la espera de estudios más amplios que proporcionen mayor información. 




Website Aidsmap: 
https://www.aidsmap.com/ 

Website Journal of Acquired Immune Deficiency Syndromes (JAIDS): https://journals.lww.com/jaids/ 

La Gonorrea Rectal está Vinculada para Riesgo de VIH en Hombres Gays y Bisexuales Australianos

Los casos repetidos de gonorrea rectal se asociaron con un riesgo aún mayor de VIH. 

Entre los hombres que tienen sexo con hombres (HSH) en Australia, contraer gonorrea rectal, en particular hacerlo varias veces, se asocia con un mayor riesgo de contraer el VIH. 

Al publicar sus hallazgos en el Foro Abierto de Enfermedades Infecciosas, Brendan L. Harney, asistente de investigación en el Programa de Eliminación de Enfermedades del Instituto Burnet en Melbourne, dirigió un equipo de investigación que analizó datos sobre 8,941 HSH que entre 2007 y 2014 asistieron a clínicas de atención primaria en Melbourne con un alto número de casos de VIH. 

Todos los hombres habían recibido al menos dos pruebas de VIH y de infección de transmisión sexual (ITS). 

Un total de 227 (2.5%) de los hombres fueron diagnosticados con VIH durante el período de seguimiento del estudio. 

Después de ajustar los datos para tener en cuenta las diferencias entre los hombres en los comportamientos sexuales, los investigadores descubrieron que haber sido diagnosticado con gonorrea una vez se asoció con un aumento de 2.09 veces en el riesgo de VIH, y ser diagnosticado con gonorrea más de una vez se asoció con un 6.27 multiplicado por el riesgo de contraer el virus. 

"Las infecciones de gonorrea rectal repetidas y únicas se asociaron independientemente con un mayor riesgo de infección por VIH", concluyeron los autores del estudio. 

"Estos hallazgos sugieren que los HSH con antecedentes de gonorrea rectal, particularmente la gonorrea rectal repetida, representan un grupo para el cual se deben enfatizar las intervenciones preventivas para el VIH". 



Website Open Forum Infectious Diseases: 
https://academic.oup.com/ofid 

La FDA Aprueba Delstrigo y Pifeltro como Opciones de Cambio para Personas con VIH

Estos medicamentos ahora pueden ser utilizados por personas en tratamiento antirretroviral estable con carga viral indetectable. 

La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) ha aprobado indicaciones ampliadas para Delstrigo y Pifeltro de Merck como opciones de cambio para las personas con VIH que actualmente tienen una supresión viral completa en su régimen actual. 

Las nuevas aprobaciones llegan un año después de que los medicamentos fueron aprobados inicialmente como tratamiento de primera línea para las personas recién diagnosticadas con el virus. 

Pifeltro es una tableta independiente que contiene Doravirina, un inhibidor de la transcriptasa inversa no nucleósido de próxima generación (NNRTI). 

Debe tomarse con otros antirretrovirales. Delstrigo es un régimen de tableta única que contiene Doravirina más Tenofovir Disoproxil Fumarato (TDF) y Lamivudina, que ofrece un régimen completo en una sola píldora una vez al día. 

La nueva aprobación es para adultos que actualmente reciben terapia antirretroviral estable con una carga viral indetectable (menos de 50 copias), sin antecedentes de fracaso del tratamiento y sin resistencia conocida a la Doravirina u otras drogas en Delstrigo. 

La aprobación se basó en los resultados del ensayo DRIVE-SHIFT de Fase III, que inscribió a 670 personas en terapia antirretroviral estable que contenía un inhibidor de proteasa reforzado, un NNRTI o el inhibidor de integrasa reforzado elvitegravir que tuvieron una supresión viral completa durante al menos seis meses. 

Los participantes del estudio fueron asignados aleatoriamente para cambiar a Delstrigo inmediatamente o después de un retraso de seis meses.

El grupo inmediato tuvo 48 semanas de seguimiento y el grupo retrasado tuvo 24 semanas de seguimiento. 

A las 24 semanas, el 93.7% de las personas en el grupo inmediato de Delstrigo tenía una carga viral indetectable, en comparación con el 94.6% de los que permanecieron en su régimen actual. 

Entre los que tomaron Delstrigo durante las 48 semanas completas, el 90.8% mantuvo la supresión viral. 

Las tasas de fracaso del tratamiento virológico fueron bajas (por debajo del 2%) en ambos grupos, y nadie que tomó Delstrigo desarrolló resistencia a los medicamentos. 

El tratamiento con Delstrigo fue seguro y bien tolerado, y solo el 1.6% de las personas interrumpieron el medicamento debido a los efectos secundarios. 

Los niveles de lípidos en sangre fueron más favorables entre los que tomaron Delstrigo. 

Los niveles de colesterol LDL y triglicéridos disminuyeron cuando las personas cambiaron, mientras se mantuvieron estables entre aquellos que permanecieron en su régimen actual. 

El TDF y la Lamivudina en Delstrigo también son activos contra el virus de la hepatitis B (VHB), y detenerlos puede empeorar la hepatitis. 

Las personas con coinfección por VIH y VHB deben ser monitoreadas de cerca cuando suspendan Delstrigo. 

Delstrigo contiene la versión TDF anterior de Tenofovir; las personas en riesgo de problemas renales o óseos pueden usar Pifeltro con Descovy, que contiene el Tenofovir Alafenamida actualizado más seguro (TAF).

"Gracias a los avances en la ciencia del VIH, cada vez hay más opciones de tratamiento disponibles para abordar las necesidades médicas de las personas que viven con el VIH", dijo en un Merck el investigador de DRIVE-SHIFT, Princy Kumar, MD, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Georgetown en Washington, DC. presione soltar. 

"Las indicaciones ampliadas ofrecen a ciertas personas con infección por VIH-1, y a sus médicos, la opción de cambiar su terapia antirretroviral actual a Delstrigo o Pifeltro en combinación con otros agentes antirretrovirales". 




Website Merck Sharp and Dohme (MSD): 
https://www.merck.com/ 

Las Personas con VIH y Sífilis corren el Riesgo de contraer Sífilis Ocular

Un análisis de personas con sífilis en Columbia Británica encontró que las personas con VIH tenían más probabilidades de tener un caso que afectara los ojos.

Un análisis de una cohorte de personas diagnosticadas con sífilis en Columbia Británica encontró una asociación entre el VIH y los casos oculares de la infección de transmisión sexual (ITS), que afectan los ojos. 

La sífilis ocular, que puede dañar la vista, también se asoció con las primeras etapas de la ITS. 

La sífilis ha resurgido en todo el mundo en los últimos años, incluso en los Estados Unidos, en particular entre los hombres VIH positivos que tienen sexo con hombres (HSH). 

La investigación ha identificado una asociación entre la sífilis ocular y las nuevas infecciones por VIH. Publicando sus hallazgos en Enfermedades infecciosas clínicas, un equipo de investigación dirigido por Troy Grennan, MD, profesor asistente clínico en la Universidad de Columbia Británica, analizó 6.716 casos de sífilis diagnosticados en Columbia Británica entre 2010 y 2018, centrándose en el 66 (0,98% ) casos de sífilis ocular. 

Emparejaron los casos de sífilis ocular con un grupo de control de 244 personas con sífilis no ocular emparejados por grupo de edad, sexo y fecha de diagnóstico.

En 2010, el 0,48% de los casos de sífilis en general fueron oculares, una cifra que aumentó al 0,83% en 2018. 

La mediana de edad de las personas con sífilis ocular era de 49,5 años. Un total de 87.8% de los individuos eran hombres y 54.6% eran HSH.

Un total de 48.5% de aquellos con sífilis ocular tenían VIH, en comparación con 26.4% de los sujetos control. 

El diagnóstico más común relacionado con los ojos fue panuveítis, o inflamación de las capas medias del ojo, que se observa en el 42.5% de los casos de sífilis ocular.

Después de ajustar los datos para tener en cuenta varias diferencias entre los miembros de la cohorte del estudio, los investigadores encontraron que, en comparación con tener un caso tardío y latente de ITS, tener una etapa temprana de sífilis, incluida la sífilis primaria o secundaria, se asoció con un 4,95- mayor probabilidad de tener sífilis ocular, y tener sífilis latente temprana se relacionó con una probabilidad 4.29 veces mayor de sífilis ocular.

Tener VIH, en comparación con no tener el virus, se asoció con una probabilidad 2.16 veces mayor de tener sífilis ocular. 

"La sífilis ocular aumentó durante el período de estudio, tanto en números absolutos como en proporción a todos los casos de sífilis, un hallazgo consistente con otras jurisdicciones", concluyeron los autores del estudio. 

"Estos hallazgos resaltan la importancia de la vigilancia de la sífilis ocular, para evitar retrasos en el diagnóstico y el tratamiento". 



Website Clinical Infectious Diseases: 
https://academic.oup.com/cid 

Nuevos Datos de los CDC Muestran Aumentos Rápidos en las Hepatitis A y C

Los esfuerzos para controlar la hepatitis viral se están quedando atrás, en parte debido a la creciente epidemia de opioides y la crisis de personas sin hogar. 

Los nuevos casos de hepatitis C están aumentando y se están trasladando a grupos de edad más jóvenes, mientras que se han producido brotes de hepatitis A entre las personas sin hogar en varias ciudades, según los nuevos datos de vigilancia de hepatitis viral de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). 

La tasa de hepatitis B, sin embargo, se ha mantenido estable. 

El último Informe Nacional de Progreso de Hepatitis Viral de los CDC muestra que, si bien se ha avanzado en la expansión de la vacunación contra el virus de la hepatitis B infantil (VHB) y en la reducción de las muertes relacionadas con las hepatitis B y C, Estados Unidos no está en camino de alcanzar sus objetivos para derribar nuevos Infecciones de hepatitis A, B o C. 

*Hepatitis A. 
Cada semana, los departamentos de salud de todo el país notifican los casos de hepatitis A, B y C a los CDC a través del Sistema Nacional de Vigilancia de Enfermedades de Notificación. 

Según las nuevas cifras de vigilancia publicadas este mes, hubo 3,366 casos reportados de hepatitis A, para una tasa de 1.0 por 100,000 habitantes en 2017, el año más reciente con datos completos. 

Sin embargo, los CDC estiman que el número real es probablemente el doble (6,700) después de ajustar los casos perdidos y el subregistro. 

Esto representa un fuerte aumento con respecto a los 2.007 casos reportados (0.6 por 100,000) en 2016 y 1,390 casos (0.4 por 100,000) en 2015. 

Los hombres tenían aproximadamente el doble de probabilidades que las mujeres de contraer hepatitis A. 

Mientras que algunos estados han visto tasas relativamente estables y algunos han visto disminuciones durante este período, otros han tenido grandes aumentos, incluidos California (de 229 casos en 2016 a 947 en 2017), Florida (de 115 a 261 casos), Michigan (de 112 a 670 casos), Nueva York (de 99 a 218 casos) y Utah (de 12 a 159 casos). 

El virus de la hepatitis A (VHA) se transmite a través de la ruta fecal-oral, por ejemplo, a través de alimentos y agua contaminados con heces. 

También puede transmitirse sexualmente y entre personas en un hogar compartido. 

El VHA causa una enfermedad aguda que generalmente se resuelve por sí sola sin tratamiento y no se vuelve crónica. Sin embargo, la enfermedad puede ser grave; la hospitalización es común, y en 2017, hubo 91 certificados de defunción de EE. UU. que incluían la hepatitis A como causa. 

*Hepatitis B. 
Las nuevas cifras de vigilancia muestran 3,407 casos reportados de hepatitis B aguda o recién adquirida, para una tasa de 1.1 por 100,000 habitantes en 2017. 

Esto es un poco un aumento sobre los 3,218 casos (1.0 por 100,000) en 2016 pero similar a los 3,370 casos (1.1 por 100,000) reportados en 2015. 

Los CDC estiman que el número real de infecciones agudas, después de ajustar los casos perdidos y el subregistro, puede exceder los 22,000. 

La mayoría de los estados tenían tasas relativamente estables. 

El VHB se transmite a través de la sangre y se transmite fácilmente a través de jeringas y otros equipos de inyección de drogas. También puede transmitirse sexualmente y de madre a hijo durante el embarazo o el parto. 

El VHB es endémico, o generalizado, en muchos países asiáticos y africanos, y las tasas de hepatitis B son más altas entre los asiáticos estadounidenses y los isleños del Pacífico en los Estados Unidos. 

La mayoría de los niños y alrededor del 10% de los adultos que contraen VHB desarrollarán una infección crónica. 

En 2017, 41 estados informaron 14.106 casos de hepatitis B crónica, según el informe. 

Con el tiempo, la infección crónica puede conducir a una enfermedad hepática grave que incluye cirrosis, cáncer de hígado e insuficiencia hepática que requieren un trasplante. 

En 2017, había 1.727 certificados de defunción que enumeraban la hepatitis B como la causa subyacente o contribuyente. 

El tratamiento antiviral puede controlar la replicación del VHB, pero rara vez conduce a una cura. 

*Hepatitis C. 
Las últimas cifras de vigilancia muestran 3.186 casos reportados de hepatitis C aguda, para una tasa de 1.0 por 100,000 habitantes en 2017. 

Este salto del 8% desde el año anterior continúa un aumento constante en nuevos casos durante la última década. 

Sin embargo, los expertos estiman que se diagnostica menos del 10% de las infecciones agudas por VHC, por lo que el número real probablemente exceda los 44,000. 

Virginia Occidental y Massachusetts tuvieron las tasas más altas. 

Aunque los baby boomers nacidos entre 1945 y 1965 han tenido históricamente las tasas más altas de VHC, el número de infecciones agudas está aumentando rápidamente entre las personas de 20 a 29 y de 30 a 39, los grupos de edad más afectados por la crisis de los opioides, según el informe. 

Por primera vez desde 2014, los adultos de 40 a 49 años vieron una disminución en 2017. 

Hombres y mujeres, y personas blancas, afroamericanas y latinas, todos vieron aumentos en las nuevas infecciones. 

El VHC, como el VHB, se transmite a través de la sangre.

El equipo de inyección compartida es la ruta más común de infección, pero hay un reconocimiento creciente de que el VHC también puede transmitirse sexualmente, especialmente entre hombres que tienen sexo con hombres.  
Aunque alrededor del 20% de las personas que adquieren el VHC eliminarán el virus de forma natural sin tratamiento, el resto desarrollará una infección crónica que puede provocar complicaciones hepáticas graves a largo plazo. 

El informe de vigilancia indica que en 2017, 40 estados informaron 144,513 casos de hepatitis C crónica, y 17,253 certificados de defunción enumeraron la hepatitis C como causa. 

No existe una vacuna contra el VHC, pero los nuevos antivirales de acción directa pueden curar a casi todos los virus con ocho a 12 semanas de tratamiento. 

Según el informe nacional de progreso, es poco probable que se cumpla el objetivo de reducir la tasa de infecciones agudas de VHC reportadas a 0.25 por 100,000 para 2020, dado que la tasa de 2017 fue de 1.04 por 100,000 y sigue aumentando. 

Pero el objetivo de reducir las muertes relacionadas con el VHC a 4.17 por 100,000 ya se ha cumplido (4.13 por 100,000 en 2017), gracias en parte a los nuevos tratamientos. 

"Hemos experimentado un aumento del 375% en los nuevos casos [de VHC] desde 2010", dijo Frank Hood, asociado principal de políticas del Instituto del SIDA en un comunicado de prensa. 

"Si queremos detener la epidemia de hepatitis C, los CDC necesitan recursos para expandir la educación, las pruebas y el vínculo con las curas para la hepatitis C. 

Con los datos que muestran que la crisis está empeorando, pedimos a la administración y al Congreso que comprometan los recursos necesarios. hasta que se elimine la hepatitis C en el país". 




Website Centers for Disease Control and Prevention (CDC): 
https://www.cdc.gov/ 

Las Fiestas Homosexuales de "Chemsex" Plantean Desafíos a los Esfuerzos Europeos contra el VIH

No obstante, el Reino Unido registró la tasa más baja de nuevos casos de VIH en casi 20 años. 

Noticias contradictorias sobre el VIH llegan desde el otro lado del charco. 

Primero, las buenas noticias: en el Reino Unido, el número de nuevos diagnósticos de VIH ha caído un 28% en aproximadamente cuatro años. 

Específicamente, hubo 6.271 casos nuevos en 2015 y 4.484 en 2018, lo que hace que 2018 sea el año con el menor número de diagnósticos nuevos desde 2000. 

Esto significa que el Reino Unido, que incluye Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte, se está acercando al objetivo de cero nuevas transmisiones para 2030.

Public Health England publicó datos actualizados sobre el VIH a principios de este mes, informa CNN. 

La disminución en los casos nuevos es el resultado de una campaña nacional contra el VIH que incluye pruebas, condones, profilaxis previa a la exposición (PrEP) y tratamiento. 

Las personas que viven con VIH que toman medicamentos y mantienen una carga viral indetectable no pueden transmitir el virus a través del sexo, un hecho conocido como indetectable es igual a no transmisible (U = U). 

La noticia preocupante encontrada en los datos es que casi la mitad de las personas que dieron positivo para el virus en 2018 tenían VIH en etapa tardía, informa CNN, lo que los hace 10 veces más propensos a morir dentro de un año en comparación con las personas diagnosticadas temprano.

En noticias relacionadas, Reuters informa que los expertos en VIH en Europa están haciendo sonar la alarma sobre las fiestas gay de "chemsex", en las que los hombres tienen relaciones sexuales con múltiples parejas mientras usan drogas. 

Dicen que la creciente popularidad de estos partidos está alimentando epidemias concentradas entre los grupos de difícil acceso en ciudades como Londres, Amsterdam, Ibiza, Berlín, Kiev y Moscú. 

Estas fiestas plantean un "desafío de proporciones que no podemos comprender completamente en este momento", dijo José Zuñiga, presidente de la Asociación Internacional de Proveedores de Atención del SIDA, a los asistentes a una conferencia en Londres que el grupo organizó.

Las drogas que se usan comúnmente en las fiestas incluyen la metanfetamina cristalina, la mefedrona y el ácido gamma-hidroxibutírico, conocido como GHB. 

Debido a que las drogas reducen las inhibiciones y aumentan el deseo sexual y la resistencia, las fiestas de química pueden ser una tormenta perfecta para la propagación del VIH. 




Website NBC News: 
https://www.nbcnews.com/ 

Website Reuters: 
https://www.reuters.com/ 

miércoles, 18 de septiembre de 2019

La OMS Revisa las Pautas Anticonceptivas para Mujeres en Riesgo de contraer el VIH

Un estudio reciente disipó la preocupación de que ciertas formas de control de la natalidad se asociaron con un mayor riesgo de adquirir el virus.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha revisado sus recomendaciones sobre el uso de anticonceptivos entre las mujeres con alto riesgo de contraer el VIH, lo que refleja una nueva investigación que ha encontrado que las tasas de adquisición del VIH de las mujeres no difieren según la forma de control de natalidad reversible que usan. 

La OMS ahora declara que las mujeres pueden usar cualquier forma de anticoncepción reversible, incluidos los inyectables de progestágenos, implantes y dispositivos intrauterinos (DIU) sin afectar su riesgo de VIH. 

Dado que estas formas de control de la natalidad no protegen contra el VIH u otras infecciones de transmisión sexual (ITS), la OMS destaca la importancia del uso constante del condón cuando existe un riesgo de tales infecciones. 

Las mujeres también pueden considerar tomar profilaxis previa a la exposición (PrEP) para prevenir el VIH. 

La OMS enfatiza que las mujeres deben tener acceso a la gama completa de opciones de anticoncepción. 

"La evidencia muestra que el riesgo de VIH de una mujer no debería restringir su elección de anticonceptivos", dijo en un comunicado de prensa Peter Salama, MD, director ejecutivo de Universal Health Coverage / Life Course de la OMS. 

"Todas las mujeres deben tener acceso a una amplia gama de opciones de anticoncepción, así como a la prevención del VIH y al tratamiento si es necesario". 

Un grupo independiente de desarrollo de guías revisó la evidencia sobre la asociación entre la anticoncepción hormonal y el riesgo de VIH que se ha publicado desde que la OMS realizó una revisión previa en 2016. 

El grupo también se refirió a una revisión sistemática de toda la evidencia publicada sobre los DIU con cobre y el riesgo de VIH. 

Particularmente importante para el último proceso de revisión fue el estudio ECHO, un ensayo clínico aleatorizado que no encontró diferencias significativas en la tasa de adquisición del VIH entre mujeres que usan acetato de medroxiprogesterona de depósito intramuscular (DMPA-IM o Depo-Provera), DIU de cobre o implantes de levonorgestrel. 

La evidencia de este estudio se consideró de alta calidad, mientras que los estudios de observación anteriores que analizaron tales asociaciones e informaron las recomendaciones previas de la OMS se consideraron que solo tenían evidencia de baja calidad a baja calidad moderada. 

ECHO se realizó en Eswatini, Kenia, Sudáfrica y Zambia. Encontró tasas relativamente altas de adquisición de VIH y otras ITS entre las mujeres que buscan anticoncepción, en particular las mujeres jóvenes.

"Existe una clara necesidad de garantizar que las mujeres en África tengan acceso a servicios de prueba y prevención de VIH e ITS de alta calidad, junto con una amplia gama de opciones anticonceptivas que se adapten a sus valores, preferencias, opiniones y preocupaciones", dijo Felicitas Zawaira, MD , director de salud familiar y reproductiva en la región africana de la OMS. 

"En entornos de alta prevalencia del VIH, estos pueden incluir la promoción del condón, [PrEP], así como los vínculos con la terapia antirretroviral para aquellos que dan positivo al VIH y la prueba de la pareja".



Website Organización Mundial de la Salud (OMS): 
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