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Fortaleciendo así la Capacidad Médica Integral.

martes, 25 de julio de 2017

La Protección del Cuerpo contra la Enfermedad Autoinmune puede Proteger al VIH

Este hallazgo podría ayudar al campo de investigación de la vacuna contra el VIH.

Un proceso natural del sistema inmune que protege contra la enfermedad autoinmune aparentemente impide que el cuerpo desarrolle los anticuerpos que pueden frustrar el VIH.

Este hallazgo podría contribuir al campo de la investigación de la vacuna contra el VIH. Publicando sus hallazgos en The Journal of Experimental Medicine, los investigadores estudiaron ratones diseñados para tener defectos genéticos que conducen a síntomas similares a la enfermedad autoinmune lupus.

Los investigadores infectaron a los ratones con el VIH y los inyectaron con un químico llamado alumbre que se usa a menudo en las vacunas porque provoca la secreción de anticuerpos.

Estos ratones produjeron anticuerpos que podrían neutralizar el virus.

A continuación, los científicos dieron a ratones sin tal ingeniería un fármaco que suprimió un proceso conocido como tolerancia inmunológica, en el que el cuerpo previene la creación de anticuerpos autoinmunes. Infectados con el VIH, estos ratones también produjeron anticuerpos que podrían neutralizar el virus.

Las inyecciones de alúmina provocaron niveles más altos de estos anticuerpos.

Adicionalmente, cuando los ratones fueron inyectados con una proteína de HIV conocida como Env, produjeron anticuerpos ampliamente neutralizantes que tienen la capacidad de neutralizar una amplia variedad de cepas de VIH.

Una cuestión importante para futuras investigaciones es si un método de vacuna contra el VIH podría relajar temporalmente la línea de defensa del cuerpo contra las enfermedades autoinmunes sin provocar un daño autoinmune.




Website EurekAlert!:

Website The Journal of Experimental Medicine (JEM):

Boletín 1; IAS 2017

1.-Alcanzar el objetivo 90-90-90.
La novena edición de la Conferencia de la Sociedad Internacional del SIDA sobre la Ciencia del VIH (IAS 2017) acaba de inaugurarse en París (Francia) con la excelente noticia de que el mundo se encamina al cumplimiento de los objetivos 90-90-90 relativos al tratamiento del VIH en 2020.

En la actualidad, más de la mitad de las personas que viven con el VIH pueden acceder al tratamiento antirretroviral, al tiempo que los fallecimientos por causas relacionadas con el sida se han reducido a la mitad desde 2005.

La organización ONUSIDA estableció el objetivo 90-90-90 en 2014 y en él se hace un llamamiento a que los países cumplan las siguientes metas para el año 2020:

•que el 90% de las personas que viven con el VIH estén diagnosticadas.

•que el 90% de las personas diagnosticadas reciban tratamiento antirretroviral.

•que el 90% de las personas en tratamiento tengan una carga viral indetectable.

De cumplirse dichos objetivos, el número de fallecimientos relacionados con el sida se reducirá de forma drástica y también disminuirá la tasa de nuevas infecciones por el VIH.

En la conferencia se afirmó que en este momento el progreso en el cumplimiento de los objetivos se encuentra atravesando un punto de inflexión.

En 2016, el 70% de las personas que vivían con el VIH eran conscientes de su estado serológico, el 77% de las personas diagnosticadas contaban con un acceso al tratamiento antirretroviral y el 82% de las personas que tomaban dicho tratamiento habían alcanzado una carga viral indetectable.

Muchos países, entre ellos Reino Unido, ya habían alcanzado el objetivos 90-90-90 o estaban a punto de hacerlo.

En las regiones del mundo más castigadas por la epidemia del VIH también se estaban registrando unos progresos excelentes.

Este avance en la consecución de los objetivos ya está teniendo un impacto significativo sobre la tasa de mortalidad relacionada con el sida.

En la zona del África Oriental y Meridional, el número de fallecimientos relacionados con el sida se ha reducido en casi dos terceras partes respecto a 2004.

Por su parte, el número de nuevas infecciones también está disminuyendo.

En el transcurso de la conferencia también se afirmó que los países que presentan un mayor nivel de compromiso y liderazgo políticos eran los que presentaban los mayores avances en el cumplimiento de los objetivos 90-90-90.

Sin embargo, aún queda mucho por hacer en la región de Europa Oriental y Asia Central, donde las tasas de personas en tratamiento son mucho más modestas.

Por ejemplo, en dichas áreas geográficas el 63% de las personas que viven con el VIH han recibido el diagnóstico, pero sólo el 43% de ellas están en tratamiento.

No obstante, el 77% de las personas que reciben tratamiento tienen una carga viral indetectable.

En la región del África Occidental y Central, algo más del 40% de las personas que viven con el VIH eran conscientes de que tenían el virus, pero el 83% de las personas diagnosticadas recibían tratamiento y, de ellas, aproximadamente tres cuartas partes tenían una carga viral indetectable.

Se consideró que los sistemas sanitarios comunitarios y los trabajadores sanitarios comunitarios constituyen piezas clave en la consecución de los objetivos.



2.-La tasa de nuevas infecciones por el VIH se reduce a la mitad en Suazilandia.
Un estudio realizado en Suazilandia proporciona pruebas convincentes de que el aumento en la proporción de personas que viven con el VIH con una carga viral indetectable conlleva una disminución en el número de nuevas infecciones por este virus.

En la conferencia se afirmó que, respecto a 2011, se ha reducido a la mitad el número de nuevas infecciones por el VIH en el país.

En ese mismo intervalo de tiempo, se ha duplicado la proporción de personas con una carga viral indetectable.

A pesar de que el efecto del tratamiento antirretroviral en la prevención de la infección por el VIH está bien constatado a nivel individual o de pareja, no existen tantos datos referentes al impacto de un uso más generalizado del tratamiento sobre la transmisión del VIH a nivel de población.

Un estudio llevado a cabo en Sudáfrica ya ha demostrado que un aumento en la tasa de cobertura del tratamiento trae consigo una reducción en las cifras de incidencia del VIH.

Las conclusiones de este último estudio ponen de relieve (a partir de datos de un ‘entorno real’ procedentes de un estudio de base poblacional) que al aumentar el número de personas en tratamiento antirretroviral que tienen una carga viral indetectable se produce un gran impacto en la tasa de transmisiones del VIH.

En 2011 se realizó una encuesta puerta a puerta, de ámbito nacional, que reveló que el 24% de los hombres y el 39% de las mujeres tenían el VIH.

Además el 1,8% de los hombres y el 3,16% de las mujeres habían adquirido la infección en los 120 días anteriores.

En el momento de realizarse la encuesta, el 35% de las personas con el VIH tenían una carga viral indetectable. Este estudio se repitió en el período 2016-17.

No se detectó ningún cambio en la prevalencia del VIH respecto a la encuesta anterior.

Sin embargo, sí que se produjo una reducción significativa en la tasa de nuevas infecciones (que disminuyó en un 53% en el caso de los hombres y en un 38% en el de las mujeres).

La incidencia total se redujo en un 44%. Al mismo tiempo, se había duplicado la proporción de personas con el VIH que tenían una carga viral indetectable, pasando del 35 al 71%.

La conclusión de estos datos es que el tratamiento como prevención funciona.

El estudio "demuestra que nuestros esfuerzos pueden dar su fruto y constituye una prueba de concepto", afirmó la profesora Linda Gail-Bekker, presidenta de la Sociedad Internacional del SIDA.



3.-Nuevas directrices de la OMS para personas con diagnóstico tardío del VIH.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha hecho público un nuevo conjunto de directrices para el tratamiento y atención médica de las personas con infección avanzada por el VIH, en donde se incluirían las personas con un recuento de CD4 inferior a 200 células/mm3 o que presentan alguna de las enfermedades o síntomas graves asociados al VIH (etapas 3 y 4 de la infección según los criterios de la OMS).

Las personas diagnosticadas del VIH cuando sus niveles de CD4 son muy bajos corren un riesgo muy elevado de experimentar la progresión de la enfermedad, o de morir, y necesitan con urgencia el tratamiento antirretroviral.

En el caso de las personas diagnosticadas del VIH que presentan infecciones oportunistas (como por ejemplo tuberculosis) el riesgo sigue siendo alto incluso en el caso de iniciar inmediatamente la terapia antirretroviral.

A pesar de que la proporción de personas que reciben un diagnóstico tardío ha disminuido en los últimos años, esta cifra sigue siendo inaceptablemente elevada.

Las nuevas directrices cubren el diagnóstico, la prevención y el tratamiento de las infecciones graves asociadas con la enfermedad avanzada por el VIH.

Diagnóstico
•Recuento de células CD4: Esto puede permitir identificar a personas en situación de riesgo de desarrollar infecciones graves y de progresión de la enfermedad.

•Cribado de tuberculosis:
La tuberculosis constituye una de las principales causas de mortalidad entre las personas con diagnóstico tardío del VIH.

•Prueba del antígeno Criptocócico en el caso de las personas con un recuento de CD4 inferior a 100 células/mm3.

Tratamientos preventivos
•Prevención de la tuberculosis: Tratamiento preventivo con Isoniazida a todas las personas que no tengan tuberculosis activa.

•Prevención de la enfermedad Criptocócica:
Terapia preventiva con Fluconazol a todas las personas con un recuento de CD4 inferior a 100 células/mm3 y un resultado positivo de antígeno Criptocócico.

•Prevención de infecciones bacterianas, toxoplasmosis y malaria:
Profilaxis con Cotrimoxazol a todas las personas que presenten una enfermedad relacionada con el VIH, un recuento de CD4 por debajo de 350 células/mm3 o que vivan en zonas donde la malaria es endémica.

Tratamiento antirretroviral.
•Se debe iniciar el tratamiento antirretroviral de forma inmediata, a menos que a) los síntomas sugieran la existencia de tuberculosis o meningitis Criptocócica; b) en caso de estar tomando tratamiento antituberculoso, las personas con un recuento de CD4 inferior a 50 células/mm3 deberían comenzar la terapia antirretroviral en las dos semanas posteriores al inicio del tratamiento de la tuberculosis, mientras que las personas que tengan un recuento de CD4 más elevado deberían iniciar la terapia antirretroviral en las ocho semanas siguientes.




4.-Salud Sexual y PrEP.
El cribado periódico del VIH y otras infecciones de transmisión sexual (ITS) al que se someten las personas que usan la profilaxis preexposición (PrEP) podría explicar la sorprendente reducción en los nuevos casos de gonorrea observada entre la población de hombres gais en Londres (Reino Unido).

Un equipo de investigadores de 56 Dean Street, la mayor clínica de salud sexual de Reino Unido, declaró en la conferencia que el número de nuevos casos de gonorrea entre los hombres que practican sexo con hombres (HSH) atendidos en la clínica se redujo en una cuarta parte el año pasado.

No se sabe con seguridad cuál es el motivo exacto de esta disminución, pero la profesora Sheena McCormack sugirió que podría deberse a que las personas que usan la PrEP se someten con regularidad a exámenes de salud sexual, lo que habría permitido detectar infecciones asintomáticas y romper así la cadena de transmisión.

En la conferencia también se hicieron públicas otras buenas noticias sobre la eficacia de la PrEP, como fue el caso de los datos procedentes del estudio de demostración de la PrEP en Australia.

Actualmente el estudio abarca cinco estados y se han inscrito al mismo 5.500 personas.

Las tasas de ITS se han mantenido estables, pero los nuevos diagnósticos de VIH ya se han reducido en un 29% y también se ha registrado una disminución del 43% en el número de personas diagnosticadas con una infección muy reciente por el VIH.



5.-Tratamiento Antirretroviral de Acción Prolongada.
Los fármacos antirretrovirales modernos tienen una elevada eficacia cuando se toman tal y como fueron pautados.

Sin embargo, el hecho de tener que tomar el tratamiento todos los días puede resultar problemático para algunas personas, por lo que las formulaciones inyectables de fármacos de acción prolongada podrían ofrecer una alternativa.

En la conferencia se presentaron los últimos resultados de un ensayo en el que se está probando un tratamiento antirretroviral de acción prolongada.

En el ensayo, se administran dos antirretrovirales inyectables de acción prolongada (Cabotegravir y Rilpivirina) una vez cada 4 u 8 semanas.

Los datos del estudio revelaron que alrededor del 90% de las personas que ya tenían una carga viral indetectable al inicio del tratamiento inyectable seguían indetectables dos años después.

En el estudio se está probando una formulación en nano suspensión de los dos fármacos, que se administra en forma de inyecciones intramusculares en las nalgas.

Actualmente las inyecciones debe administrarlas un profesional sanitario, aunque en el futuro cabría la posibilidad de la autoadministración de la medicación, según afirmó el Dr. Eron en su presentación en la conferencia.

Casi todas las personas del estudio declararon sufrir reacciones en el punto de inyección, pero en general estas fueron de carácter leve o moderado y transitorio, ya que duraron un promedio de unos tres días.

Sólo dos personas (menos del 1% de los participantes) interrumpieron el tratamiento de forma prematura por este motivo.

A pesar de la frecuencia de las reacciones en el punto de inyección, los participantes se mostraron muy satisfechos con la terapia de acción prolongada y manifestaron su deseo de continuar tomándola.



Website Aidsmap:

Website 9th IAS Conference on HIV Science (IAS 2017):

CATIE: TreatmentUpdate, Junio/Julio 2017

1.-Nuevos tratamientos para el virus de la hepatitis C (VHC) serán aprobados en Canadá a finales de este año.
Las nuevas terapias de combinación para la infección por el VHC serán aprobadas en los próximos meses.

Estas terapias deben ser particularmente útiles para pacientes cuya terapia anterior con VHC falló.

2.-Mejoras en el estado de ánimo y la energía después de los tratamientos con éxito del VHC.
Curar a las personas de los resultados del VHC generalmente resulta en una mejor salud del hígado.

Pero más estudios están encontrando que curar esta infección resulta en estado de ánimo mejorado, que a su vez hace que la gente tenga más energía.

3.-Mejor control de azúcar en la sangre en personas con diabetes después de que el VHC ha sido curado.
El hígado es uno de los órganos vitales del cuerpo y produce hormonas y almacena nutrientes utilizados para liberar energía.

Mediante la curación de la infección por el VHC, la salud del hígado mejora y también lo hace el control de algunas personas de su nivel de azúcar en la sangre.

4.-Servicios para personas con VHC que usan refugios para personas sin hogar.
Las personas sin hogar tienden a tener muchas prioridades a corto plazo que ocupan su tiempo, incluyendo buscar refugio y comida.

Aunque las personas sin hogar pueden tener problemas de salud, pueden no ser capaces de hacer el viaje a los hospitales o no pueden tener el tiempo para pasar interactuando con los complejos sistemas de atención médica ubicados en los hospitales.

Un proyecto piloto en una ciudad británica ha establecido una clínica del hígado que se especializa en el cuidado de las personas sin hogar que tienen VHC.

Ha sido exitoso al animar a las personas sin hogar a ver el cuidado y participar en el cribado y tratamiento del VHC.

5.-Depresión y ansiedad no son obstáculos para el éxito del tratamiento contra el VHC.
Hoy en día, en los países de ingresos altos, la mayoría de los nuevos casos de VHC se propagan a través del uso compartido de equipos para el consumo de sustancias.

Este tipo de intercambio esparce los gérmenes, incluido el VHC.

Los factores subyacentes del uso de sustancias pueden incluir problemas de salud mental.

Los investigadores de una ciudad de California han encontrado que tener problemas de salud mental como depresión y / o ansiedad no plantea barreras para ser curado del VHC.

6.-Conozca sus medicamentos y clases de tratamientos contra el VHC.
Ahora hay muchos tratamientos diferentes para el VHC. Pueden ser agrupados por familias o clases de drogas.

En esta sección se explican los diferentes grupos de drogas.

Esta sección es útil para leer antes de profundizar en los nuevos fármacos que se tratan en este número de TreatmentUpdate.

7.-Glecaprevir + Pibrentasvir en el genotipo 1 o 4 del VHC con fracaso previo del tratamiento.
La terapia de combinación emergente de Abbvie muestra altas tasas de curación en personas cuyo tratamiento anterior con VHC falló.

Los efectos secundarios graves fueron raros con esta combinación.

Se espera que esta combinación sea aprobada en Canadá a finales del verano.

8.-Seguridad y eficacia de Glecaprevir + Pibrentasvir en casos de trasplante de hígado o riñón con infección crónica por VHC
Las personas que tienen HCV crónico y que han tenido trasplantes de órganos tienen que tener cuidado al tomar la terapia de VHC debido a la posibilidad de interacciones con medicamentos de trasplante.

En este estudio, los tratamientos emergentes -Glecaprevir y Pibrentasvir- fueron altamente efectivos y seguros cuando se utilizaron en la población de trasplantes, sin interacciones serias entre los fármacos.

9.-Glecaprevir y Pibrentasvir - muy eficaces contra el genotipo 3.
Hay al menos seis cepas principales (llamadas genotipos) de VHC.

El genotipo 3 no responde tan bien al tratamiento como a otras cepas.

Sin embargo, el emergente y potente tratamiento combinado - Glecaprevir y Pibrentasvir - es altamente eficaz contra el genotipo 3, curando el 95% de los participantes en un ensayo clínico.

Además, parece probable que un curso más corto que el habitual de esta combinación (ocho en lugar de las 12 semanas habituales) también fue muy eficaz contra el genotipo 3.

10.-Sofosbuvir + Velpatasvir + Voxilaprevir para el retratamiento del VHC.
Esta triple combinación es altamente eficaz para curar la infección por el VHC en personas cuya terapia anterior fracasó.

Generalmente es bien tolerado y tiene pocos efectos secundarios graves.

La combinación triple es hecha por Gilead Sciences y debe ser aprobada en Canadá a finales del verano.

11.-Sofosbuvir + Velpatasvir + Voxilaprevir para las personas con los genotipos 1, 2 ó 3 cuyo tratamiento anterior fracasó.
Otro estudio con esta combinación triple mostró altas tasas de curación en personas que tenían genotipos 1, 2 o 3 del VHC y cuya terapia anterior con VHC falló.

12.-Isentress HD: una nueva formulación de Raltegravir una vez al día aprobada en Canadá.
Raltegravir, vendido bajo el nombre de marca Isentress, fue el primer inhibidor de la integrasa que se licenció como parte de la terapia de combinación para el VIH.

Sin embargo, una desventaja del Raltegravir era que tenía que ser tomado dos veces al día.

Ahora se ha aprobado en Canadá una nueva formulación de este fármaco, que se venderá con la marca Isentress HD.

La ventaja de la nueva formulación es que se puede tomar una vez al día.

Sin embargo, tenga en cuenta que puede pasar varios meses antes de que Isentress HD esté disponible para la venta.

13.-Isentress HD en ensayos clínicos.
Isentress HD ha sido probado en un ensayo clínico como parte de la terapia de combinación para el VIH.

Era tan eficaz como las combinaciones que contenían la formulación más antigua de Raltegravir y tal vez mejor tolerada.



Website CATIE:

jueves, 13 de julio de 2017

Incluso una Carga Viral de 400, Seis Meses en el Tratamiento del VIH Vinculado a un Mayor Riesgo de Muerte

Un estudio reciente encontró que aquellos que lograron la supresión viral rápida después de iniciar los antirretrovirales tenían un riesgo de muerte a largo plazo mucho más bajo.

Las personas que no alcanzan prontamente la supresión viral después de iniciar el tratamiento antirretroviral (ARV) para el VIH tienen un riesgo de muerte significativamente mayor a largo plazo, informes de Aidsmap.

Publicando sus hallazgos en la revista AIDS, los investigadores estudiaron una población de residentes estadounidenses con VIH que comenzaron los ARV's entre 1998 y 2014.

Fueron seguidos por hasta 10 años.

Al ingresar al estudio, los participantes tenían una edad media de 40 años.

Ochenta y tres por ciento de los participantes eran varones; 62 por ciento eran hombres que tienen relaciones sexuales con hombres; 45 por ciento eran blancos.

Y el 12 por ciento informó haber inyectado drogas. Su carga viral media antes de iniciar los ARV fue de 75.000 y su año mediano de inicio del tratamiento fue 2007.

Cerca de uno de cada tres participantes habían sido diagnosticados con SIDA antes de comenzar el tratamiento contra el VIH.

Los participantes fueron seguidos por una mediana de 6,2 años. Un total de 863 de ellos murieron.

Cincuenta y siete por ciento de los participantes tenían una carga viral por debajo de 20, considerada supresión viral completa, seis meses después de iniciar los ARV.

El quince por ciento tenía una carga viral de 1.000 o más en este punto.

Los investigadores encontraron que en comparación con tener una carga viral por debajo de los seis meses después de iniciar los ARV, tener una carga viral de 1.000 o más se asoció con un 1,96 veces mayor riesgo de morir durante 10 años.

Tener una carga viral tan baja como 130 seis meses en el tratamiento se asoció con un 1,39 veces mayor riesgo de muerte en una década en comparación con tener plena supresión viral.

El riesgo promedio de muerte para aquellos con supresión viral completa después de seis meses de ARV fue de 13 por ciento, en comparación con el 14 por ciento entre aquellos con una carga viral entre 20 y 400, 20 por ciento para aquellos con una carga viral entre 400 y 999 y 23 por ciento para aquellos con una carga viral de 1.000 o más.




Website Aidsmap:

Website AIDS Journal:

El Impacto a Largo Plazo del Tratamiento Antirretroviral sobre la Masa Magra y los Niveles de Grasa

Es aconsejable valorar la posibilidad de introducir cambios en la dieta o los hábitos de ejercicio para evitar o minimizar la disminución de la masa magra y el aumento de los niveles de grasa observados a largo plazo en personas con el VIH en tratamiento.

Un equipo de investigadores de EE UU ha realizado un análisis comparativo de la evolución de la masa magra y la grasa en personas con y sin el VIH a lo largo de aproximadamente 7 años.

Se observó que las personas con el VIH experimentaron un mayor aumento de grasa y masa corporal magra en el transcurso de las primeras 96 semanas de terapia antirretroviral (en comparación con las personas seronegativas).

Sin embargo, pasadas esas 96 semanas y a lo largo de otros 5 años de observación, las personas con el VIH perdieron masa corporal magra en comparación con el grupo de personas seronegativas y, además, siguieron acumulando más grasa.

Sus resultados han sido publicados en la revista AIDS.

La distribución de la grasa y masa magra corporal tiene gran impacto sobre la salud general y, de hecho, la pérdida de masa magra y el aumento de grasa corporal puede desembocar en la aparición de enfermedades relacionadas con la obesidad (como la diabetes) y en una merma de la condición física de las personas.

Cuando las personas seropositivas inician por primera vez su tratamiento antirretroviral, generalmente ganan masa grasa y masa magra a medida que su salud mejora.

A pesar de ello, muy pocos estudios han examinado los cambios en la composición corporal de las personas seropositivas tras varios años de tomar tratamiento antirretroviral.

Y, hasta la fecha, ninguno había comparado los cambios de la composición corporal a largo plazo entre las personas con y sin el VIH.

Por este motivo, un equipo de investigadores de EE UU decidió explorar las variaciones en la composición corporal a lo largo de los años en las personas que toman tratamiento antirretroviral, comparándolos con los observados en un grupo de personas sin el VIH de aproximadamente la misma edad.

Para realizar su análisis, los autores se pusieron en contacto con varias personas con el VIH que habían participado en un ensayo en el que se comparaban distintas combinaciones de antirretrovirales de primera línea.

Como parte del ensayo, algunas de estas personas habían accedido a realizarse un escáner DEXA (siglas en inglés de densitometría dual de rayos X) de cuerpo entero una técnica que permite determinar la composición corporal.

Esto permitió disponer de dos escáneres DEXA de estas personas, uno realizado en el momento de unirse al estudio y, posteriormente, otro a las 96 semanas.

Para este nuevo estudio, a estas personas se les pidió un tercer DEXA, transcurridos unos 5 años desde la semana 96.

El equipo de investigadores pudo disponer así de los datos de los tres escáneres para su comparación el grupo de comparación estuvo compuesto por personas sin el VIH procedentes de dos estudios de larga duración en la que hombres y mujeres se habían realizado escáneres DEXA de cuerpo entero a lo largo de varios años.

Estas personas se situaban en la misma franja de edad que el grupo de personas seropositivas: de 20 a 64 años en el caso de los hombres y de 23 a 55 años en el de las mujeres.

Esto permitió comparar los cambios en la composición corporal (masa magra, grasa total, grasa en el tronco y grasa en las extremidades) entre las personas con y sin el VIH, con la intención de determinar el impacto de diversos factores sobre la composición corporal (edad, sexo, nivel de actividad física o consumo de tabaco y de alcohol).

Además, se llevaron a cabo más análisis en las personas con el VIH para poder identificar otros factores que pudieran afectar de forma independiente en la variación de la composición corporal.

El análisis se centró en 97 personas con el VIH y 614 personas seronegativas.

La mediana de edad fue inferior en el grupo de personas con el VIH que en el grupo de comparación (40 años frente a 46) y en dicho grupo se registró el intervalo de tiempo más amplio entre su primera y última prueba de DEXA (7,6 años frente a 6,9).

La mayor parte de las personas en ambos grupos eran hombres (en torno al 87%).

En el momento del último escáner DEXA, el 86% de las personas seropositivas tenían una carga viral por debajo de 200 copias/mL, mientras que la mediana de su recuento de CD4 fue de 598 células/mm3.

También se observó que las personas con el VIH tuvieron un índice de masa corporal inferior tanto en el momento de realizarse el primer escáner DEXA (24 frente a 28 kg/m2) como en el momento de realizarse el último (27 frente a 29 kg/m2).

Entre el primer y segundo escáner DEXA (es decir, en las primeras 96 semanas) las personas con el VIH ganaron una cantidad mayor de masa magra que las personas sin VIH (una media de 0,53 kg/año frente a 0,06), una diferencia estadísticamente significativa.

A lo largo de este período de 96 semanas, el grupo con el VIH también ganó significativamente más grasa total que el grupo de personas seronegativas (1,43 kg/año frente a 0,15), más grasa en el tronco (0,69 kg/año frente a 0,07) y más grasa en las extremidades (0,70 kg/año frente a 0,08).

Entre los 5 años transcurridos entre el segundo y tercer escáner el grupo de personas con el VIH perdió masa magra mientras que el grupo seronegativo siguió aumentándola (media de -0,28 kg/año frente a +0,06), una diferencia estadísticamente significativa.

En comparación con el grupo seronegativo, el grupo de personas con el VIH ganaron una cantidad significativamente mayor de grasa total en los 5 años transcurridos entre la segunda y tercera prueba DEXA (un promedio de 0,70 kg/año frente a 0,15).

A lo largo de dicho período, las personas con el VIH también ganaron significativamente más grasa en el tronco (0,38 kg/año frente a 0,07) y en las extremidades (0,28 kg/año frente a 0,08).

En las 96 primeras semanas del estudio, entre las personas con el VIH el único factor ligado a mayores aumentos de masa magra, grasa total, grasa en el tronco y grasa en las extremidades fue el tener un menor recuento de CD4 antes de iniciar el tratamiento.

Por su parte, durante los cinco años transcurridos entre el segundo y tercer escáner DEXA los factores relacionados con la pérdida de masa magra fueron tener una edad avanzada y ser de etnia negra.

Durante ese mismo período, el tener una mayor edad y ser de sexo femenino estuvieron relacionados con menores incrementos en la grasa total, la grasa del tronco y la grasa en las extremidades.

Este estudio permitió confirmar lo que se sospechaba de otros ensayos, que las personas con el VIH aumentan sus niveles de masa magra y grasa en los primeros 2 años de tratamiento antirretroviral y que este aumento es superior al de las personas sin el VIH.

En el caso de las personas con niveles bajos de grasa y masa magra debido a la infección, estos aumentos son un signo de recuperación de la salud con la terapia antirretroviral.

Sin embargo, el segundo gran hallazgo del estudio fue que, en comparación con las personas seronegativas, las personas con el VIH siguieron ganando grasa en los siguientes 5 años de seguimiento, mientras que perdieron masa magra.

Esta observación resulta más preocupante, ya que tener unos niveles elevados de grasa y una masa magra baja puede constituir un problema para la salud.

Así, el equipo de investigadores sugiere que estas alteraciones corporales podrían explicar las mayores tasas de fragilidad observadas en las personas con el VIH (en comparación con la población general de la misma edad).

No obstante el estudio no explica el motivo por el que las personas que toman antirretrovirales durante muchos años pierden masa magra y aumentan su nivel de grasa.

Estos cambios no pueden explicarse ni por el tipo de antirretrovirales, ni por el consumo de tabaco o alcohol ni por la falta de actividad física.

El análisis estadístico vinculó la mayor edad y la etnia negra a una mayor pérdida de masa magra, pero esto no significa que estos dos factores sean los responsables de esta disminución sino que las personas de mayor edad y las de dicha etnia corren un mayor riesgo de sufrirla.

Estos hallazgos ponen de relieve la importancia de mantener la masa magra (incluyendo el músculo) y evitar ganar demasiado peso durante los muchos años que cabe esperar que las personas con el VIH tengan que tomar tratamiento.

El grupo con el VIH en este estudio empezó a tomar el tratamiento antirretroviral cuando su índice de masa corporal mediano era 24 kg/m2, dentro del intervalo considerado normal (de 18,5 a 24,9 kg/m2).

Sin embargo, siete años más tarde este grupo tenía un índice de masa corporal mediano de 27, lo que lo sitúa dentro del rango de sobrepeso.

Por este motivo, las personas con el VIH en tratamiento que estén perdiendo masa muscular o ganando demasiado peso deberían hablar con el médico del VIH que pueda evaluar la conveniencia de realizar cambios en la dieta o en los hábitos de ejercicio (derivando a los especialistas correspondientes) para ayudar a ganar o mantener la masa magra.

Fuente: Sax PE, Tierney C, Collier AC, et al. Abacavir/lamivudine versus tenofovir DF/emtricitabine as part of combination regimens for initial treatment of HIV: final results. J Infect Dis. 2011;204:1191-1201.

Herrin M, Tate JP, Akgün KM, et al. Weight gain and incident diabetes among HIV-infected veterans initiating antiretroviral therapy compared with uninfected individuals. J Acquir Immune Defic Syndr. 2016;73:228-236.




Website The Journal of Infectious Diseases:

Website Journal of Acquired Immune Deficiency Syndromes (JAIDS): http://journals.lww.com/jaids/pages/