Mientras tanto, alrededor de un sexto de los participantes tenían bajos niveles de protección de uno u otro método.
Adicional, la evidencia sugiere que, entre los que se inició el ensayo con los índices de consumo relativamente alto de condones, el uso de látex tendió a disminuir durante el estudio.
El estudio IPERGAY controlado con placebo se inició en febrero de 2012 e incluyó 414 de alto riesgo de VIH-negativas HSH en Francia y uno en Canadá.
Los participantes fueron asignados al azar para recibir Truvada o un placebo.
Ellos fueron instruidos para tomar dos dosis de la droga entre los 24 y dos horas antes de la relación sexual (o una pastilla, si la dosis más reciente fue tomada entre uno y seis días antes), y luego, si se produjo el coito, para tomar una dosis cada 24 horas después de la primera dosis, hasta que habían tomado dos pastillas desde la última vez que tuvieron sexo anal.
Después de la fase aleatorizada del estudio fue detenido a principios de octubre de 2014, los investigadores encontraron que el protocolo de dosificación reduce el riesgo de VIH en un 86 por ciento.
Sin embargo, debido a que los hombres estaban tomando un promedio de cerca de cuatro comprimidos de Truvada por semana, un nivel de uso que otras investigaciones han encontrado confiere la máxima protección contra el virus, todavía no está claro si el protocolo de dosificación en sí era responsable de la reducción considerable en el riesgo.
En este nuevo Subestudio del ensayo IPERGAY, los investigadores analizaron 332 participantes, todos los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres (HSH) que tuvieron sexo anal por lo menos una vez durante el periodo de seguimiento del estudio y que proporcionaron información sobre profilaxis pre-exposición o el uso del condón, o en tanto, por su relación sexual más reciente.
Un total de 47,9 por ciento de estos hombres recibieron el placebo y el 52,1 por ciento recibieron Truvada.
Los resultados se presentaron en la Conferencia de 2016 sobre Retrovirus e Infecciones Oportunistas (CROI) en Boston.
Casi el 40 por ciento de los participantes en el estudio Sun informó que usaron PrEP consistentemente, que abarca del 95 al 100 por ciento de los más recientes, los actos sexuales.
Treinta y uno por ciento de los participantes utilizó profilaxis pre-exposición a altas tasas, pero de manera inconsistente, que cubren el 70 al 90 por ciento de los más recientes, los actos sexuales.
Dieciséis por ciento de los participantes informaron el uso de PrEP por sus más recientes actos sexuales sólo ocasionalmente.
Durante los dos primeros meses del ensayo, los hombres en esta última categoría reportaron 90 por ciento de cobertura PrEP, pero el día 10 mes esta tasa se había reducido a 50 por ciento.
La tasa aumentó ligeramente en la marca de un año y luego cayó cerca de cero por mes 16.
El setenta por ciento de los hombres usa condones a precios bajos, la presentación de informes de usarlos para su más reciente acto sexual, 10 a un 25 por ciento del tiempo durante todo el ensayo.
El 30 por ciento restante de los participantes utiliza condones a una velocidad relativamente alta, pero con alta variabilidad: la tasa de uso del condón por su relación sexual más reciente osciló entre el 45 por ciento y 80 por ciento durante el estudio.
El uso del preservativo entre este último grupo tendió a disminuir durante el estudio: a partir de una tasa de 78 por ciento a un mes de que el juicio del 45 por ciento después de 18 meses; aunque la tasa aumentó nuevamente a 71 por ciento en la marca de 24 meses.
La sección transversal del condón y las tasas de uso de PrEP entre los hombres fueron los siguientes: 54 por ciento de los hombres usa PrEP constantemente o a tasas relativamente altas, mientras que no usan condones con frecuencia; 23,5 por ciento utiliza tanto PrEP y preservativos en niveles relativamente altos; 6,5 por ciento utiliza condones a tasas relativamente altas, pero rara vez se utiliza la PrEP; y 16 por ciento rara vez se usa PrEP o preservativos.
En comparación con los que usaron PrEP y preservativos en niveles relativamente altos, los que rara vez se utiliza una u otra forma de protección contra el VIH tendían a ser de mayor edad (por cada 10 años de edad adicional, que eran 50 por ciento más propensos a caer en esta categoría bajo la protección).
Los hombres que rara vez se utilizan preservativos o PrEP también fueron dos veces más probable que no tienen una educación universitaria, el doble de probabilidades de manifestar insatisfacción con su vida sexual, y fueron casi tres veces más propensos a informar de tener relaciones sexuales con extraños.
Estos hombres también fueron algo más propensos a reportar ser el miembro más activo (la parte superior) durante el sexo anal.
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