Los adultos que usan el medicamento recetado metformina para tratar su diabetes tipo 2 tienen un riesgo menor de desarrollar COVID prolongada o morir después de una infección por COVID-19 que las personas con diabetes que toman otros medicamentos antidiabéticos, según un gran estudio respaldado por los Institutos Nacionales de Salud (NIH).
Los hallazgos, publicados en la revista Diabetes Care, se basaron en datos de salud de millones de pacientes estadounidenses y podrían tener implicaciones más amplias para el uso de metformina en la prevención de COVID prolongada en general.
El estudio es parte de la iniciativa Researching COVID to Enhance Recovery (NIH RECOVER) financiada por los NIH.
Un ensayo clínico anterior respaldado por los NIH en 2023 mostró que el tratamiento con metformina, que se usa comúnmente para ayudar a controlar el azúcar en sangre, redujo el riesgo de COVID prolongada hasta en un 40% en casi 1300 adultos estadounidenses con sobrepeso u obesidad, la mayoría de los cuales no tenían diabetes.
Para ver si el medicamento tenía un efecto similar en personas con diabetes, los investigadores examinaron datos de registros médicos electrónicos de casi 38 millones de estadounidenses de dos grandes bases de datos de Estados Unidos.
Los investigadores compararon los registros médicos de 75.996 adultos que tomaban metformina para su diabetes tipo 2 con 13.336 registros de pacientes que no tomaban metformina pero usaban otros tipos de medicamentos para la diabetes.
Los investigadores analizaron específicamente cuántos pacientes murieron o fueron diagnosticados con COVID persistente dentro de los seis meses posteriores a la infección.
Descubrieron que los pacientes que tomaban metformina tenían una incidencia de COVID persistente o muerte entre un 13% y un 21% menor que los del grupo que no tomaba metformina.
Los científicos no tienen claro cómo la metformina puede prevenir la COVID persistente, pero especulan sobre la posibilidad de varios mecanismos que reducen la inflamación, disminuyen los niveles virales y suprimen la formación de proteínas relacionadas con la enfermedad.
La metformina puede tener efectos secundarios y debe usarse con precaución en algunas afecciones. Por estas y otras razones, las personas no deben tomar el medicamento a menos que lo prescriba un médico.
La COVID-19 prolongada se caracteriza por una amplia gama de síntomas (entre ellos, fatiga crónica, confusión mental y dolor en el pecho), que varían de persona a persona y pueden durar semanas, meses o años después de la infección por SARS-CoV-2, el virus que causa la COVID-19.
Si bien las tasas de nuevos casos han disminuido desde el comienzo de la pandemia de COVID-19, millones de personas aún viven con esta enfermedad.
Website Diabetes Care:
https://diabetesjournals.org/care