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Fortaleciendo así la Capacidad Médica Integral.

miércoles, 25 de mayo de 2016

Se Identifica un Receptor en las Células CD4 que Confiere Resistencia a la Progresión de la Infección por el VIH

El receptor podría ser transferido a células sensibles al virus para volverlas resistentes.

Un estudio publicado en Journal of Clinical Investigation ha concluido que las personas capaces de controlar la infección por el VIH sin medicamentos, una minoría conocida como “controladores de élite”, tendrían una particularidad: su sistema inmunitario sería capaz de detectar pequeñas cantidades de VIH con una sensibilidad muy elevada a través de unos receptores altamente afines a proteínas de la cápside del VIH.

La investigación, llevada a cabo por el Instituto Pasteur y el Iserm y con la participación de personas pertenecientes a la cohorte ANRS CO21 CODEX, comparó la presencia de receptores de las células T (TCR, en sus siglas en inglés) específicos para unirse a la región 293 de la proteína Gag del VIH de 14 controladores de élite con los de 14 personas con el VIH no controladoras de élite en tratamiento antirretroviral.

La funcionalidad de dichos receptores se analizó exponiendo in Vitro cultivos celulares de los participantes a diversas concentraciones del epítopo Gag293 –la región proteica antes descrita– y midiendo su respuesta a través del ensayo IFN-γ ELISPOT, que detecta el incremento de la concentración de interferón γ, una citoquina que actúa como potenciadora de la respuesta inmunitaria.

La mediana de edad era de 50 años en el grupo de controladores de élite y de 48 en el grupo en tratamiento antirretroviral (diferencia estadísticamente no significativa).

Los controladores de élite llevaban una mediana de 19,6 años con diagnóstico de infección por el VIH, un tiempo significativamente superior al que llevaban los participantes del otro grupo (11,9 años).

Todos los participantes tenían carga viral indetectable. La mediana de los recuentos de CD4 era de 875 células/mm3 en el grupo de controladores de élite y de 570 células/mm3 en el grupo en tratamiento antirretroviral.

La mediana del recuento de CD4 nadir de las personas no controladoras de élite era de 216 células/mm3.

Tras exponer los cultivos celulares a la concentración más elevada del epítopo Gag293 (10-5M), las muestras de todos los participantes presentaron reactividad.

Al disminuir la concentración a 10-7M, los 14 participantes controladores de élite siguieron presentando reactividad, pero solo 8 de los 15 en tratamiento antirretroviral aportaron muestras reactivas (diferencia significativa; p= 0,006).

A la concentración de 10-9M, ocho de las 14 muestras de controladores de élite fueron reactivas y solo una de las 15 muestras de personas en tratamiento antirretroviral lo fue (diferencia significativa; p=0,005).

Al reducir la concentración de Gag293 hasta 10-11M, solo 2 de los 28 participantes –ambos en el grupo de controladores de élite- aportaron muestras reactivas, pero la diferencia entre ambos grupos, en este caso, no fue estadísticamente significativa.

Tras constatar una mayor reactividad al epítopo Gag293 por parte de las células CD4 de los controladores de élite, los investigadores pasaron a caracterizar los diversos TCR con alta afinidad por Gag293.

En ese análisis, los investigadores detectaron que los controladores de élite presentaban una predominancia de “clonotipos públicos” del TCR, que se definirían, en este caso, como un tipo de receptores con alta afinidad por Gag293 ya anteriormente observados en diversas personas capaces de controlar la replicación del VIH sin antirretrovirales.

Ello vendría a significar que la estrategia de los sistemas inmunitarios de los controladores de élite para detectar pequeñas cantidades de virus y controlar la infección sería idéntica.

La presencia de este tipo de receptores entre los participantes no controladores de élite en tratamiento antirretroviral fue escasa.

De forma destacable, al transferir los TCR de clonotipos públicos a cultivos in vitro de células T provenientes de personas no controladoras de élite, dichas líneas celulares comenzaron a comportarse como los CD4 de controladores de élite, lo cual parecería confirmar la importante función de los TCR de clonotipos públicos en la particular función inmunitaria de los controladores de élite.

Los resultados del presente estudio apuntan hacia considerar la transferencia de clonotipos públicos de los receptores de las células T de personas controladoras de élite a células CD4 de personas sensibles al VIH como una posible nueva estrategia para obtener la cura funcional.

El hecho de que esta estrategia sea diferente a las investigadas hasta la fecha permitiría su complementariedad con otras técnicas, ya que utilizar diversas estrategias de forma conjunta puede producir efectos sinérgicos, es decir, que el beneficio final sea superior a la suma de los aportados por cada técnica en solitario.

Fuente: Instituto Pasteur
Referencia: Benati D, Galperin M, Lambotte O, et al. Public T cell receptors confer high-avidity CD4 responses to HIV controllers. J Clin Invest. 2016 Apr 25. pii: 83792. doi: 10.1172/JCI83792.




Website The Journal of Clinical Investigación (JCI):

Website Institut Pasteur:

El Diagnóstico de Infecciones Agudas de VIH, podría Ayudar a Frenar la Propagación del Virus

Los hombres que tienen sexo con hombres (HSH) que son diagnosticadas con VIH poco después de contraer el virus son típicamente involucrando en mayor riesgo sexual teniendo alrededor de ese tiempo que los que dan positivo para el virus de la tarde en el curso de su infección, informes Aidsmap.

La implicación de este hallazgo es que la orientación programas de pruebas para identificar aguda, o muy reciente, infecciones por el VIH podría ayudar a frenar la propagación del virus entre los HSH.

La publicación de sus hallazgos en la revista Journal of Infectious Diseases, los investigadores analizaron los riesgos sexuales entre los 912 HSH con diagnóstico reciente de VIH entre 2011 y 2015 en el Centro LGBT de Los Ángeles.

Un total de 145 de los hombres (16 por ciento) fueron diagnosticados con infección aguda por VIH, que se define como una prueba negativa de anticuerpos del VIH y una prueba de amplificación de ácido nucleico positivo (NAAT).

(Los anticuerpos típicamente tomar unas pocas semanas para desarrollar después de la infección del VIH, pero la prueba de amplificación de ácido nucleico puede detectar la presencia del virus antes que eso.

Un anticuerpo negativo y positivo resultado de la prueba NAAT significa que alguien se infecta probablemente dentro de las pocas semanas antes.)

Los hombres restantes fueron diagnosticados después de la fase aguda de la infección.

Los hombres diagnosticados con infección aguda reportaron un promedio de 4.2 y una mediana de 2 parejas sexuales durante el mes anterior, mientras que el promedio reportado de 2.4 y una mediana de 4 socios entre los otros hombres.

Los hombres con infección aguda reportaron un promedio de 9,9 socios y una mediana de 4 socios durante los tres meses anteriores, en comparación con un promedio de 5,3 y una media de 2 socios entre los otros hombres.

Durante los tres meses antes de su diagnóstico, el 65 por ciento de los hombres diagnosticados con infección aguda y el 56 por ciento de los hombres con infección aguda no informó sin condón coito anal receptivo.

Las tasas respectivas de los que reportaron el coito anal sin condón con penetración fueron del 55 por ciento y 50 por ciento.




Website Aidsmap:

Website The Journal of Infectious Diseases:

Los Informes Contradictorios sobre Si el VIH Afecta a la Hepatitis C en Tasas de Curación

Dos estudios recientes han llegado a conclusiones contradictorias acerca de si la coinfección por VIH afecta a la posibilidad de lograr un virus de la hepatitis C (VHC) la curación a través del tratamiento antiviral de acción directa (DAA) en un ambiente del mundo real, informes Aidsmap.

Los investigadores presentaron estos estudios en el 51º Congreso Internacional de hígado en Barcelona.

Un estudio incluyó a 9.604 personas con hepatitis C que recibieron tratamiento para el virus de la Administración de Salud de Veteranos antes de septiembre de 2015.

Un total de 408 (4,3 por ciento) de los participantes estaban coinfectados con el VIH.

Tres cuartas partes de ellos tenían el genotipo 1 de la hepatitis C, el 48 por ciento tenía cirrosis y el 8 por ciento había sido previamente tratados con Victrelis (Boceprevir) o Incivek (Telaprevir).

Aproximadamente uno de cada tres de los participantes fueron tratados con Sovaldi (Sofosbuvir) y Olysio (Simeprevir), mientras que el 58 por ciento tuvo Harvoni (Ledipasvir / Sofosbuvir) y el 11 por ciento recibió Viekira Pak (Ombitasvir / Paritaprevir / Ritonavir; Dasabuvir).

En general, el 87 por ciento de los tratados con Sovaldi y Olysio logró una respuesta virológica sostenida 12 semanas después de completar la terapia (RVS12, considerada una cura), mientras que el 93 por ciento de los que tomaron Harvoni y el 93 por ciento de los que recibieron Viekira Pak se curaron.

Entre las personas con coinfección por VIH/VHC, las tasas de curación correspondientes fueron del 88 por ciento, 93 por ciento y 89 por ciento. Las diferencias entre las tasas de curación entre aquellos con y sin VIH no fueron estadísticamente significativas, lo que significa que podría haber ocurrido por casualidad.

Esto se mantuvo incluso después de que los investigadores controlaron los datos demográficos de los individuos, la gravedad de su enfermedad del hígado y otros problemas de salud.

En el otro estudio, los investigadores realizaron un análisis prospectivo de 680 personas con monoinfectadas VHC en la cohorte GEHEP-MONO y 596 personas con VIH/VHC coinfectados en la cohorte HEPAVIR-DAA que recibieron tratamiento DAA de 33 sitios en España después de octubre de 2011.

Más comúnmente, la cohorte tenía colectiva genotipos 1a y 1b. Aproximadamente el 60 por ciento había sido tratado por hepatitis C antes y sobre esa misma proporción era cirrótico.

Cuarenta y tres por ciento de la cohorte recibió tratamiento con interferón y Ribavirina, más Sovaldi, Olysio, Victrelis o Incivek.

Cincuenta y siete por ciento fueron tratados con Sovaldi más Olysio, Harvoni, Sovaldi más Daklinza (Daclatasvir), Viekira Pak o Technivie (Ombitasvir/Paritaprevir / Ritonavir); todos estos regímenes se dan con o sin Ribavirina. Sesenta y seis por ciento de los individuos infectados por VHC-mono se curaron, al igual que el 55 por ciento de los miembros de la cohorte de VIH/VHC coinfectados.

Esta diferencia fue estadísticamente significativa.

Entre aquellos que recibieron regímenes sin interferón, las respectivas tasas de curación fueron del 95 por ciento y 89 por ciento, una diferencia estadísticamente significativa.

Después de controlar los datos de la edad, el sexo, el genotipo del VHC y la carga viral antes de iniciar el tratamiento, los investigadores encontraron que la coinfección VIH/VHC estaba vinculado de manera independiente a un 41 por ciento menos de probabilidad de curación.

En comparación con los que reciben tratamiento con interferón, se somete a terapia libre de interferón se asoció con un 7,93 veces mayor probabilidad de curación.

Los investigadores no encontraron que la duración del tratamiento, el uso de Ribavirina, la experiencia previa con el tratamiento del VHC o la carga viral del VHC antes del tratamiento se asociaron con diferencias en la probabilidad de curación.



Website Aidsmap:

La Efectividad del Tratamiento del VIH como Prevención se Iniciaría Transcurridos los Primeros Seis Meses de Terapia

Se recomienda complementar esta estrategia con otras medidas preventivas durante ese período inicial.

Un amplio estudio prospectivo publicado en Journal of Acquired Immune Deficiency Syndromes ha concluido que el riesgo de transmisión sexual del VIH descendería de forma pronunciada tras el inicio del tratamiento antirretroviral, pero que durante los primeros seis meses dicho riesgo aún sería significativo.

A los seis meses de iniciar el tratamiento, no obstante, dicho riesgo se reduciría a la mínima expresión y, de hecho, en el estudio no se detectaron casos de transmisión del VIH a partir de ese momento.

El presente estudio se realizó en un subgrupo de participantes del ensayo Partners PrEP, que llevó a la aprobación de la profilaxis preexposición (PrEP, en sus siglas en inglés) en EE UU, que había incluido a 4.747 parejas heterosexuales serodiscordantes de Kenia y Uganda.

El subgrupo seleccionado para el análisis estaba formado por 1.592 parejas –todas ellas pertenecientes al grupo de Partners PrEP en el que el miembro sin VIH no recibía PrEP– de las cuales se disponía de diversos datos tras el inicio del tratamiento antirretroviral del miembro de la pareja con VIH: tiempo hasta alcanzar carga viral indetectable, persistencia de material genético del virus en fluidos sexuales e incidencia de embarazos y/o transmisión del VIH al miembro de la pareja sin VIH.

El papel del tratamiento antirretroviral como prevención ha sido evidenciado en numerosos estudios, siendo los más destacados PARTNER y HPTN-052.

En ellos se concluyó que el riesgo de transmisión del VIH en parejas serodiscordantes cuando el miembro con VIH se encuentra en tratamiento antirretroviral con carga viral indetectable es extremadamente bajo, cercano a 0.

No obstante, dicho riesgo de transmisión no ha sido adecuadamente cuantificado cuando se inicia el tratamiento antirretroviral, es decir, en el período de tiempo en el cual se pasa de tener una carga viral detectable a la indetectabilidad viral.

Además, cabe tener en cuenta que entre alcanzar la supresión virológica en sangre y alcanzarla en los fluidos sexuales pueden transcurrir unas semanas, lo cual aún mantendría cierto riesgo de transmisión del VIH a pesar de haber alcanzado carga viral indetectable en sangre.

Los participantes acumularon un total de 474 persona-años de seguimiento hasta alcanzar la supresión virológica (definida en el estudio como tener una carga viral por debajo de 80 copias/mL.

La mediana del tiempo hasta alcanzar supresión virológica fue de un poco más de tres meses.

La probabilidad acumulada de alcanzar supresión virológica en sangre a los 3, 6, 9 y 12 meses de iniciar el tratamiento fue del 65%, el 85%, el 89% y el 91%, respectivamente.

A los seis meses de iniciar el tratamiento se detectó VIH en el 12% de las muestras de fluido cervical y en el 21% de las de semen (en este último caso un porcentaje claramente superior al de hombres con carga viral detectable en sangre en ese momento).

La mediana de la carga viral en dichas muestras era de 3,18log y de 2,6log en las muestras de fluido cervical y semen, respectivamente.

En el estudio se detectó que las parejas estaban manteniendo relaciones sexuales sin protección (tanto a través de cuestionarios, donde el sexo sin preservativo fue referido por el 10,5% de los participantes, como por medio de la incidencia de embarazos, de 8,8 casos por cada 100 persona-años de seguimiento).

La incidencia de la infección por el VIH entre las personas no infectadas al inicio del estudio fue de 2,08 casos por cada 100 persona-años de seguimiento en el período previo al inicio del tratamiento antirretroviral por parte del miembro de la pareja con VIH.

Dicha incidencia cayó hasta 1,78 casos por cada 100 persona-años de seguimiento durante los primeros seis meses en tratamiento (3 casos durante 168 persona-años de seguimiento) y hasta 0 tras los seis primeros meses en tratamiento.

De los tres casos acaecidos durante los primeros 6 meses, uno se produjo, probablemente, justo al inicio del tratamiento, ya que los anticuerpos se detectaron al cabo de un mes de iniciarlo.

Los dos restantes fueron diagnosticados a los 56 y a los 149 días de que el miembro con VIH de la pareja iniciara el tratamiento antirretroviral.

Solo se contó con datos de la carga viral del miembro de la pareja con VIH en un momento cercano a la transmisión en uno de los tres casos (concretamente en la transmisión producida a los 149 días) y esta era detectable (872 copias/mL a los 86 días de iniciar el tratamiento).

Los resultados del presente estudio ponen de manifiesto la importancia del tratamiento como prevención en parejas Serodiscordantes.

No obstante, a la luz de sus resultados, dicha estrategia presentaría una notable falta de efectividad durante los primeros meses tras el inicio del tratamiento, por lo que sería esencial complementarla con otras medidas preventivas durante ese período.

Fuente: Aidsmap
Referencia: Mujugira A et al. HIV transmission risk persists during the first 6 months of antiretroviral therapy. J Acquir Immune Defic Synr, online edition. DOI: 10.1097/QAI.000000000001019 (2016).




Website Aidsmap:

Website Journal of Acquired Immune Deficiency Syndromes (JAIDS): http://journals.lww.com/jaids/pages/

Una Alta Tasa de Condiciones Geriátricos Afectará a los Mayores VIH Positivos de San Francisco

Residentes VIH positivos San Francisco por encima de los 50 años tienen un alto índice de problemas relacionados con el envejecimiento, informes Aidsmap.

La publicación de sus hallazgos en la revista Journal of Acquired Immune Deficiency Síndromes, los investigadores realizaron un estudio observacional transversal de un grupo en gran parte masculina de 359 personas VIH-positivas en San Francisco 50 años en adelante que fueron reclutados entre diciembre de 2012 y diciembre de 2014.

Ochenta y dos por ciento de los participantes tenían una carga viral indetectable, y la mayoría tenía más de 500 recuentos de CD4.

La edad media de la cohorte fue de 56. Las dos terceras partes de los individuos estaban en sus 50s.

Los investigadores evalúan los participantes por diversos factores, entre ellos la salud física y el funcionamiento, el apoyo social y la salud mental, de comportamiento y general.

El cuarenta y uno por ciento de los hombres informaron de sufrir una caída durante el año anterior; casi el 60 por ciento experimentado la soledad; la mitad dijeron que tenían poco apoyo social; y más de uno de cada tres tenían deterioro cognitivo leve.

Cuarenta y siete por ciento de los mayores de 60 años reportado problemas de equilibrio, en comparación con el 33 por ciento de aquellos en sus 50s.

El conjunto más antiguo tenía más lenta la velocidad de marcha.

Alrededor del 12 por ciento de las personas en cada grupo de edad tuvo problemas con la salud física y el funcionamiento.

Por el lado positivo, las personas mayores se habían reportado menos ansiedad y adherido a tasas más altas a sus medicamentos para el VIH.

Tener una puntuación más alta en los veteranos índice de envejecimiento de cohortes, que es una herramienta que identifica a las personas VIH positivas que tienen un alto riesgo de enfermedad y muerte, se asoció con un mayor nivel de dependencia de los demás, de acuerdo con las actividades instrumentales de la vida diaria sistema de puntuación; este sistema se ve en la capacidad de realizar tareas comunes como usar el teléfono, ir de compras, servicio de limpieza, manejo de las finanzas y tomar medicamentos.

Los autores concluyeron:
"Nuestros hallazgos ayudar en la comprensión de deterioro funcional en la era actual de tratamiento, y son consistentes con otros estudios que han sugerido que existe una carga significativa entre los adultos mayores que necesitan ayuda con las tareas diarias, especialmente tareas como la administración de medicamentos y compras."




Website Aidsmap:

Website Journal of Acquired Immune Deficiency Syndromes (JAIDS): http://journals.lww.com/jaids/pages/

Investigadores Identifican una Prometedora Vacuna contra el VIH, Nuevo Objetivo

No sólo tienen los científicos identificaron un nuevo sitio en la superficie del VIH para una posible vacuna para apuntar, pero también han descubierto un anticuerpo de gran alcance que va después de ese sitio y han descubierto cómo el anticuerpo previene la infección.

La publicación de sus hallazgos en la revista Science, los investigadores estudiaron la sangre de un individuo seropositivo para examinar cómo sus componentes fueron capaces de evitar que el virus infecte a las células.

Los investigadores descubrieron que los componentes de la sangre de este individuo eran buenos en neutralizar el virus.

Pero no se encuentra que los anticuerpos ampliamente neutralizantes ha dirigido los sitios típicos en el virus, donde se han encontrado para adjuntar.

Identificaron una porción de VIH conocida como el péptido de fusión, un hilo de ocho aminoácidos (que son proteínas) que el virus utiliza para unir a una célula con el fin de infectar a ella.

La estructura de los péptidos de fusión es mucho más simple que otros sitios en el virus que los científicos se han dirigido con vacunas.

Los científicos también aislaron un BNA en la sangre de esta persona, a la que llamaron VRC34.01, que se une al péptido de fusión y una molécula de azúcar.

Después de la cristalización del anticuerpo como que estaba conectado al VIH, descubrieron que se previene la infección de una célula mediante la unión a una molécula clave en la superficie de la célula.

Actualmente, los investigadores están desarrollando una vacuna que podría llevar al desarrollo de anticuerpos similares a VRC34.01.




Website National Institute of Allergy and Infectious Diseases (NIAID): https://www.niaid.nih.gov/Pages/

Website Science:

Una Nueva Estrategia para el Desarrollo de Vacunas Frente al VIH se Muestra Eficaz en Animales

El enfoque, basado en sintetizar partículas similares al virus, podría ser útil en el diseño de vacunas frente a otros patógenos.

Un equipo de investigadores de la Iniciativa Internacional por una Vacuna contra el Sida (IAVI) y el Instituto de Investigación Scripps ha desarrollado unas partículas que se asemejan al aspecto exterior del VIH.

La intención es conseguir una respuesta inmunitaria frente al virus, de modo que actúe como vacuna preventiva, sin poner en peligro de infección a la persona.

Hasta el momento, solo han probado esta estrategia en animales.

Los resultados de este estudio han sido publicados en la revista Cell Reports.

Se considera que para conseguir que una vacuna pueda ser eficaz en la prevención del VIH será preciso conseguir la inducción de una respuesta de anticuerpos ampliamente neutralizantes.

Estos anticuerpos tienen una gran actividad frente al virus, pero muy pocas personas los presentan de forma natural y las que lo hacen, los acaban desarrollando tras un periodo de evolución y no de forma espontánea.

Por este motivo, resulta un gran reto conseguir estos anticuerpos mediante la vacunación.

Una de los enfoques que se sigue es buscar un antígeno capaz de generar de forma específica estos anticuerpos ampliamente neutralizantes.

En su trabajo, los investigadores crearon unas Nanopartículas sintéticas denominadas liposomas, a las que añadieron los trímeros proteicos que presenta el VIH en su membrana externa.

Este trímero es el que usa el virus para unirse a las células humanas para infectarlas. Sin embargo, mientras que el VIH apenas presenta una docena de estas estructuras en su cubierta viral, las partículas sintéticas presentan varios cientos de trímeros, con la esperanza de que esto contribuya a generar una respuesta inmunitaria más eficaz, al ofrecer al sistema inmunitario más dianas sobre las que actuar.

Según los autores, los resultados obtenidos confirman que esta estrategia resultó eficaz y permitió generar una respuesta inmunitaria más potente que la inducida por los trímeros en su disposición natural.

El equipo de investigadores afirma que esta técnica podría suponer el primer paso para conseguir una vacuna preventiva contra el VIH capaz de ofrecer una protección más amplia.

Las partículas elaboradas con los trímeros fueron probadas en ratones y conejos y se descubrió que consiguieron generar una respuesta del sistema inmunitario.

En concreto, se observó la activación de las células B (las que generan los anticuerpos).

Los autores también consideran que estos hallazgos no solo son relevantes en el ámbito del VIH, sino que esta estrategia de realizar imitaciones de los patógenos podría ser útil en la elaboración de vacunas frente a otros tipos de virus.

Fuente: IAVI
Referencia: Ingale J, Stano, A Guenaga J, et al. High-Density Array of Well-Ordered HIV-1 Spikes on Synthetic Liposomal Nanoparticles Efficiently Activate B Cell.




Website CELL:

Website International AIDS Vaccine Initiative (IAVI):

viernes, 20 de mayo de 2016

Los Hombres con Carga Viral Indetectable no Presentan Niveles Medibles de VIH en el Líquido Preseminal

Sin embargo se comprobó que casi uno de cada cinco hombres tenía niveles detectables de VIH en semen, aunque bajos.

Según ha concluido un estudio presentado en la edición digital de la revista AIDS, no se detectaron niveles cuantificables del VIH en el líquido preseminal de hombres con carga viral indetectable en sangre gracias al tratamiento antirretroviral.

No obstante, aproximadamente una quinta parte de ellos seguía teniendo replicación del VIH en semen, aunque la concentración es tan pequeña que parece entrañar un bajo riesgo, como queda reflejado en el drástico descenso de los casos de transmisión del virus por vía sexual cuando las personas toman tratamiento.

Cada vez existen más datos que demuestran que el hecho de que las personas tomen tratamiento antirretroviral y mantengan una carga viral indetectable en sangre reduce de forma drástica la posibilidad de transmitir el VIH a través de las relaciones sexuales.

A pesar de esta evidente reducción de la probabilidad de transmisión del virus, sí que se ha detectado una replicación persistente del VIH en el semen de hombres que mantenían una carga viral indetectable.

El virus también se ha detectado en el fluido preseminal de hombres con VIH que no tomaban tratamiento, por lo que se considera que podría ser una fuente de transmisión, aunque existe cierta polémica al respecto.

Por este motivo, un equipo de investigadores decidió comprobar si el VIH seguía presente en el líquido preseminal cuando los niveles de carga viral en sangre eran indetectables.

Además, también pretendían determinar si existía una relación entre la carga viral detectable en semen y la secreción viral en el fluido preseminal.

El estudio contó con la participación de 60 hombres, todos ellos sexualmente activos y que habían estado tomando de forma estable un tratamiento antirretroviral durante al menos tres meses.

Para el análisis se dispuso de muestras de líquido preseminal, semen y sangre. Además, se realizó un cribado de infecciones de transmisión sexual uretral, uretritis y de infecciones por el virus del herpes simple 2 (VHS-2).

Ocho de los hombres presentaban una carga viral detectable en sangre, por lo que fueron excluidos del análisis principal del estudio, aunque sus muestras sí que fueron analizadas.

Así, se comprobó que cuatro de los hombres con niveles detectable de VIH en sangre también presentaban virus en el semen, en niveles que oscilaron entre las 40 y 96.000 copias/mL y uno de ellos también tuvo niveles detectables de VIH en el líquido preseminal (2.400 copias/mL).

Los 52 hombres que tenían un nivel de carga viral por debajo del límite de detección tenían una mediana de edad de 43 años, un recuento mediano de CD4 de 518 células/mm3, el 96% declaró mantener relaciones sexuales con otros hombres y el 44% afirmó haber mantenido una relación anal insertiva sin protección en los tres meses previos.

Ninguno de los participantes tenía una infección de transmisión sexual (ITS) bacteriana en la uretra, pero sí que se detectó un caso de uretritis y otro de presencia de VHS-2 en semen.

Diez de los 52 hombres (19%) presentaban VIH detectable en semen, aunque las cargas eran bajas (entre 59 y 800 copias/mL).

Sin embargo, ninguna de las muestras analizadas reveló la presencia de VIH en el líquido preseminal.

Esto apunta a que las glándulas uretrales no parecen ser una fuente principal de secreción viral, al menos cuando se toma una terapia eficaz.

Las personas que tenían uretritis y VHS-2 estuvieron entre las que presentaron niveles detectables de VIH en semen.

A raíz de estos resultados, los autores concluyen que el líquido preseminal no está implicado en la transmisión del VIH cuando se toma tratamiento antirretroviral, al menos en los casos en que los hombres no tienen otras infecciones genitales.

Fuente: Aidsmap
Referencia: Politch JA et al. HIV-1 in pre-ejaculatory secretions from HIV-1 infected me on suppressive ART. AIDS, online edition. DOI: 10.1097/QAD. 000000000001130 (2016).




Website Aidsmap:

Website AIDS Journal:

EASL 2016: Resultados Contradictorios de dos Estudios sobre la Efectividad del Tratamiento de la Hepatitis C

Un estudio estadounidense halla tasas de curación similares en pacientes monoinfectados por el VHC y coinfectados por el VIH y el VHC mientras que un estudio español revela que los coinfectados responderían peor al tratamiento de la hepatitis C.

La llegada de los nuevos antivirales de acción directa frente al VHC ha supuesto una revolución y un cambio de paradigma en el tratamiento de la hepatitis C.

El uso de regímenes más tolerables y con actividad frente a múltiples genotipos está permitiendo tratar con éxito a un elevado y heterogéneo número de pacientes con hepatitis.

Los resultados observados en la práctica clínica rutinaria muestran que las personas coinfectadas por el VIH y el VHC responden al tratamiento igual de bien que las personas monoinfectadas por el VHC.

Si bien esta es la conclusión a la que llega un estudio estadounidense presentado durante la última edición del Encuentro Anual de la Asociación Europea para el Estudio del Hígado (EASL 2016), un estudio español presentado en el mismo congreso ha hallado que las personas coinfectadas tendrían menos probabilidades de responder al tratamiento de la hepatitis C que las personas monoinfectadas.

En el estudio estadounidense, un grupo de investigadores de la Universidad del Sur de California en Los Ángeles (EE UU) analizaron el impacto de la coinfección por el VIH sobre la efectividad del tratamiento de la hepatitis C en la vida real utilizando antivirales de acción directa sobre el VHC.

El estudio incluyó un total de 9.604 pacientes con hepatitis C, la mayoría hombres, que habían recibido atención y tratamiento en la Administración de la Salud de los Veteranos (VHA, en sus siglas en inglés) con anterioridad a septiembre de 2015.

De entre los 9.604 pacientes, 408 (4,3%) estaban coinfectados por el VIH y el VHC.

Una amplia mayoría (75%) tenía genotipo 1 del VHC; un 48% tenía cirrosis hepática y un 8% había recibido con anterioridad tratamiento para la hepatitis C con interferón pegilado, ribavirina y uno de los dos primeros inhibidores de la proteasa del VHC de primera generación: telaprevir (Incivo®) o boceprevir (Victrelis®).

Aproximadamente una tercera parte de los pacientes recibieron sofosbuvir (Sovaldi®) junto con simeprevir (Olysio®); un 58% recibió sofosbuvir/ledipasvir (Harvoni®); y a un 11% se administró ombitasvir/paritaprevir/ritonavir junto con dasabuvir (Viekirax®/Exviera®).

Las características demográficas fueron similares en los diferentes grupos de tratamiento; sin embargo, una mayor proporción de pacientes que recibieron sofosbuvir y simeprevir tenían cirrosis y tenían una mayor urgencia de tratamiento.

Se dispuso de datos de los pacientes de, como mínimo, 12 semanas tras finalizar el tratamiento.

Se definió como efectividad lograr una respuesta virológica sostenida al tratamiento (RVS), es decir mantener la carga viral del VHC indetectable 12 semanas después de finalizar la terapia lo que se considera la curación de la infección por el VHC.

Las tasas de RVS12 del total de participantes fueron de 87% con sofosbuvir/simeprevir; 93% con sofosbuvir/ledipasvir; y 93% con Ombitasvir/Paritaprevir/Ritonavir/Dasabuvir.

Las tasas de curación correspondientes a pacientes coinfectados por VIH y VHC fueron de un 88%, un 93% y un 89%, respectivamente.

Las diferencias no fueron estadísticamente significativas. En los diferentes grupos de tratamiento del estudio, un análisis multivariable que controló por factores tales como las características demográficas, gravedad de la enfermedad y comorbilidades no halló un impacto estadísticamente significativo de la coinfección por el VIH sobre la efectividad del tratamiento.

Los investigadores concluyen que las tasas generales de RVS12 superaron el 88% en los tres grupos de tratamiento analizados independientemente del estado serológico al VIH.

Y añaden: “Los resultados del análisis de regresión logística indican que la coinfección por el VIH no impactó de manera significativa la probabilidad de conseguir una respuesta virológica sostenida con los regímenes de antivirales estudiados”.

Sin embargo, estos resultados contrastan con los obtenidos por un estudio español que evaluó el impacto de la coinfección por el VIH sobre la efectividad y seguridad del tratamiento con antivirales de acción directa, con o sin inteferón pegilado y ribavirina, en pacientes que recibían tratamiento en la vida real.

El análisis prospectivo incluyó un total de 680 pacientes monoinfectados por el VHC de la cohorte del Grupo de Estudio de las Hepatitis Víricas de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (GEHEP-MONO) y 596 pacientes coinfectados por el VIH y el VHC de la cohorte del Grupo de Estudio de Hepatitis Virales de la Sociedad Andaluza de Enfermedades Infecciosas (HEPAVIR-DAA) que habían recibido tratamiento con antivirales de acción directa en 33 centros hospitalarios españoles desde octubre de 2011.

Alrededor de tres cuartas partes eran hombres y la mediana de edad fue de aproximadamente 52 años.

Los genotipos del VHC más habituales fueron el 1a y el 1b. Cerca del 60% había recibido tratamiento para la hepatitis C previamente y una proporción similar tenía cirrosis.

Un total de 449 pacientes (35,2%) recibió una terapia triple basada en interferón pegilado, ribavirina y un antiviral de acción directa –sofosbuvir, simeprevir, boceprevir o Telaprevir–.

Al resto de pacientes se les administró pautas libres de interferón entre las que se incluyeron sofosbuvir/ledipasvir (31,4%); sofosbuvir/simeprevir (25%); ombitasvir/paritaprevir/ritonavir/dasabuvir (23,1%); sofosbuvir/daclatasvir (16,8%); y ombitasvir/paritaprevir/ritonavir (3,6%).

Entre los participantes que tomaron pautas libres de interferón, se utilizó ribavirina en 179 (42,3%) de los pacientes monoinfectados y en 177 (43,8%) de los coinfectados.

En este subgrupo, 33 (7,8%) de los pacientes coinfectados y 31 (7,7%) de los monoinfectados tenían experiencia en el uso de antivirales de acción directa.

Las tasas de respuesta virológica sostenida a las 12 semanas fueron de 66% en pacientes monoinfectados y del 55% en pacientes coinfectados que tomaron pautas basadas en interferón pegilado.

La diferencia fue estadísticamente significativa (p=0,019). Por lo que respecta a las pautas libres de interferón, las tasas de RVS12 fueron de un 95% entre los participantes monoinfectados y 89% entre los pacientes coinfectados siendo la diferencia entre ambos grupos también estadísticamente significativa (p=0,002).

En el análisis multivariable ajustado por edad, sexo, genotipo del VHC y carga viral basal del VHC, la coinfección por el VIH se asoció de forma independiente con una probabilidad más baja de conseguir la respuesta virológica sostenida a la semana 12 (cociente de probabilidades ajustado [CPa]: 0,59; intervalo de confianza del 95% [IC95%]: 0,42-0,82).

El régimen antiviral específico, la duración del tratamiento, el uso de ribavirina, la historia de tratamiento de la hepatitis C y la carga viral basal del VHC no fueron factores pronósticos significativos de respuesta al tratamiento.

En sus conclusiones, los investigadores señalan que, a la luz de sus resultados, los pacientes coinfectados por el VIH y el VHC parecen responder peor que los pacientes monoinfectados a la terapia basada en antivirales de acción directa frente al VIH.

Reconocen que las causas que subyacen a este hallazgo son desconocidas aunque lanzan la hipótesis de que podrían desempeñar un papel importante la respuesta inmunitaria más debilitada, una adherencia subóptima o la gravedad del daño hepático.

Tomados en su conjunto los datos de estos dos ensayos y a la vista de las diferencias observadas, parece evidente que el estudio del tratamiento de la hepatitis C en pacientes coinfectados continúa siendo un tema importante de investigación que necesita ser evaluado a fondo con el fin de proporcionar el mejor estándar terapéutico a estos pacientes.

Referencia: McGinnis J et al. Analysis of the impact of HIV co-infection on hepatitis C treatment effectiveness for patients using new direct-acting antivirals. International Liver Congress, Barcelona, abstract LBP514, 2016.



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