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martes, 15 de octubre de 2024

Cambiar a un Tratamiento Basado en un Inhibidor de la Proteasa logra Revertir el Aumento de Peso Asociado a uno Fundamentado en un Inhibidor de la Integrasa

Un estudio publicado en Clinical Infectious Diseases ha concluido que, en personas con VIH que han experimentado un aumento de peso mientras recibían terapia antirretroviral basada en inhibidores de la integrasa, cambiar a un tratamiento basado en inhibidores de la proteasa (IP) revertiría este aumento de peso. 

En varios estudios se ha descrito el aumento de peso al empezar a tomar inhibidores de la integrasa.

Este aumento sería más pronunciado en personas que inician el tratamiento antirretroviral en estadios avanzados de la infección.

Para arrojar un poco más de luz sobre este asunto, un equipo de investigadores decidió evaluar si el cambio de un tratamiento basado en un inhibidor de la integrasa a uno basado en un inhibidor de la proteasa tenía algún tipo de impacto en el peso corporal. 

El estudio incluyó a 103 personas con VIH en estado de supresión virológica gracias a un tratamiento antirretroviral que contenía un inhibidor de la integrasa y tenofovir alafenamida (TAF, en Descovy®, Biktarvy® y otras coformulaciones) y que habían experimentado un aumento del 10% en la nivel más alto. Peso corporal en los 36 meses anteriores.

Los datos para el análisis se recopilaron en 28 centros médicos de EE. UU. EE.UU Estados Unidos Estados Unidos EE.UU entre los años 2020 y 2023. Los pacientes fueron asignados aleatoriamente en una proporción 1:1 para cambiar de tratamiento según una dosis IP de darunavir/cobicistat/emtricitabina/TAF (Symtuza ® ) durante 48 semanas (n=53). tratamiento consistente en un inhibidor de la integrasa y TAF/emtricitabina (Descovy®, en otras coformulaciones) durante 24 semanas y luego cambio al otro régimen durante las semanas 24 a 48 (n = 50).

El principal objetivo del estudio fue evaluar el cambio en el peso corporal desde el principio hasta las 24 semanas. Cualquier cambio porcentual en el peso corporal superior al 5% se definió como clínicamente significativo. 

Los participantes que cambiaron a IP y los que permanecieron con inhibidores de la integrasa tenían perfiles demográficos similares. Sólo se observaron diferencias notables en relación con la presencia de obesidad (presente en el 78,0% de los que permanecieron con inhibidores de la integrasa y en el 52,8% de los que cambiaron a IP). 

En las personas que continuaron el tratamiento con inhibidores de la integrasa, la mediana del índice de masa corporal (IMC) aumentó durante las 24 semanas (de 34,7 Kg/m2 a 35,2 Kg/m2). 

Se observaron reducciones en la mediana del IMC en aquellos que cambiaron al tratamiento basado en IP tanto a las 24 semanas (disminución de 0,5 kg/m2) como a las 48 semanas (disminución de 1 kg/m2 desde el inicio).

La tasa de pérdida de peso clínicamente significativa fue del 11% en aquellos que permanecieron con tratamientos basados ​​en inhibidores de la integrasa, del 4% después de las primeras 24 semanas entre aquellos que cambiaron a IP y del 24% después de 48 semanas entre aquellos que cambiaron el IP. 

La pérdida de peso entre las personas que cambiaron a una terapia basada en inhibidores de la proteasa fue más evidente con el uso prolongado de esa terapia. 

El cambio porcentual promedio en el peso corporal aumentó con el tiempo, particularmente en aquellos con un IMC superior a 30 kg/m², en mujeres y en personas de etnia negra. 

En cuanto a la seguridad, los que cambiaron al tratamiento con IP y los que permanecieron con el inhibidor de la integrasa mostraron porcentajes similares de eventos adversos entre el inicio y las 24 semanas (57% y 58%, respectivamente). 

Los eventos adversos más comunes incluyeron infección por COVID-19, hipertensión, diarrea y náuseas. 

Las principales limitaciones del estudio fueron un tamaño de muestra relativamente pequeño y el desequilibrio observado en el IMC inicial de los dos grupos comparados.

Los resultados del presente estudio muestran que el cambio a tratamientos basados ​​en inhibidores de la proteasa podría ser una opción sencilla para poder revertir un aumento de peso observado en el contexto de un tratamiento antirretroviral basado en un inhibidor de la integrasa. 

En cualquier caso, serán necesarios estudios más detallados para confirmar los resultados presentes y dotar de mayor consistencia al cambio de tratamiento comparado en la presente investigación.



Sitio web de Enfermedades Infecciosas Clínicas:
https://academic.oup.com/cid