La reactivación del virus de la hepatitis B (VHB) después de suspender tenofovir en el tratamiento antirretroviral es muy poco frecuente.
Esta conclusión procede de dos estudios realizados en Suiza y España, presentados en la Conferencia Europea del Sida 2025 (EACS) celebrada en París.
Ambas investigaciones evaluaron a personas con VIH que cambiaron a tratamientos sin tenofovir, como dolutegravir/lamivudina (Dovato®) o cabotegravir/rilpivirina (Vocabria® y Rekambys®).
Los resultados mostraron que el riesgo de reactivación del VHB es mínimo y controlable con una monitorización adecuada.
*Tenofovir y su papel frente al virus B
Tenofovir, en sus formulaciones disoproxil fumarato (TDF) y alafenamida (TAF), ha sido durante años una pieza clave del tratamiento antirretroviral.
Su eficacia frente al VIH y su capacidad para suprimir la replicación del VHB lo convirtieron en un pilar terapéutico.
Sin embargo, los regímenes que prescinden de tenofovir ganan terreno por su menor toxicidad renal y ósea.
Esto ha despertado preocupación sobre una posible reactivación del VHB al retirar el fármaco.
El virus puede permanecer latente en el núcleo de las células hepáticas como ADN circular covalentemente cerrado (cccDNA). Incluso cuando la infección parece resuelta, ese material genético no se elimina con los antivirales actuales.
Puede reactivarse si desaparece la presión del tratamiento o ante inmunosupresión, como el envejecimiento, ciertos tratamientos oncológicos o la pérdida de inmunidad vacunal.
En esas situaciones puede aparecer una inflamación hepática severa con riesgo de cirrosis o cáncer hepático.
En personas con VIH, el riesgo es especialmente importante. Al menos un 30% presenta anticuerpos frente al antígeno del núcleo (anti-HBc), señal de exposición previa al VHB.
La frecuencia varía según edad y región.
*Evidencia de bajo riesgo: estudios en Suiza y Barcelona
El primer estudio, realizado en la Cohorte Suiza del VIH, siguió a 394 personas que cambiaron a tratamientos sin tenofovir.Se compararon 197 que mantuvieron antivirales activos frente al VHB (lamivudina o emtricitabina) con otras 197 que los suspendieron.
Durante un seguimiento medio de 1,3 años, la reactivación fue rara: un 5,6 % sin antivirales activos y un 1,1% en el grupo que los mantenía.
En todos los casos el ADN del VHB se mantuvo por debajo del límite de cuantificación y nadie desarrolló antígeno de superficie (HBs).
Los autores concluyeron que el cambio a regímenes sin tenofovir es seguro si se mantiene una vigilancia clínica y analítica regular.
El segundo estudio, realizado en el Hospital Clínic de Barcelona, incluyó a 741 personas tratadas con la terapia inyectable de liberación prolongada con cabotegravir y rilpivirina entre 2023 y 2025.
Las personas fueron seguidas durante 54 semanas con controles de enzimas hepáticas y marcadores virales.
La población era mayoritariamente masculina (92 %), con una mediana de edad de 45 años y un 55 % de personas nacidas fuera de España.
En cuanto al perfil serológico, el 22 % mostraba infección resuelta, el 3 % tenía anticuerpos aislados frente al núcleo y el 61 % estaba vacunado frente al VHB.
Durante el seguimiento, el 17 % tuvo aumentos de enzimas hepáticas sin diferencias relevantes entre grupos.
Solo hubo dos casos de reactivación, ambos en personas con infección crónica no detectada antes del cambio. Al reintroducir TAF/emtricitabina/bictegravir (Biktarvy®), la supresión viral se recuperó con rapidez.
*Precaución, vacunación y confianza clínica
Estos resultados aportan tranquilidad respecto a la suspensión de tenofovir en personas coinfectadas bien seleccionadas.
Aunque el riesgo de reactivación existe, su frecuencia es baja y sus efectos pueden prevenirse con una evaluación basal adecuada y un seguimiento regular.
Se recomienda mantener la vacunación frente a la hepatitis B, en especial en personas con VIH que tienen anticuerpos frente al núcleo (anti-HBc) pero no frente al antígeno de superficie (anti-HBs).
Estas personas no están protegidas frente a una nueva infección.
En la cohorte suiza se detectaron dos casos de hepatitis B aguda tras el cambio, lo que refuerza la importancia de vacunar y monitorizar regularmente.
En conjunto, los dos estudios sugieren que el cambio a regímenes antirretrovirales sin tenofovir puede realizarse con seguridad en la mayoría de personas con VIH.
Es fundamental mantener un control clínico adecuado, descartar hepatitis B oculta antes del cambio y asegurar una vacunación completa frente al VHB.
Website 20th European AIDS Conference (EACS 2025):
https://eacs-conference.com/scientific-programme/
