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jueves, 25 de abril de 2013

El Uso de Anabolizantes Inyectables Incrementaría el Riesgo de Infección por VIH y Hepatitis Virales

Un estudio británico muestra una prevalencia del VIH en este colectivo similar a la observada en usuarios de drogas intravenosas.
 
Un estudio presentado en la XIX Conferencia de la Asociación Británica del VIH ha concluido que el uso de sustancias anabolizantes inyectables para incrementar la masa muscular o mejorar el rendimiento deportivo podría constituir una vía de transmisión del VIH, del virus de la hepatitis B (VHB) y del virus de la hepatitis C (VHC).
 
Los autores señalaron que, hasta la fecha, solo se habían publicado tres estudios acerca de la prevalencia del VIH en personas con empleo de anabolizantes inyectables.
 
Uno de ellos, como el presente, había sido llevado a cabo en el Reino Unido (a mitad de la década de 1990) y no halló ningún caso de infección por VIH en las personas incluidas.
 
El actual estudio inscribió a 395 hombres (en la inclusión inicial había cinco mujeres, pero fueron excluidas del análisis final).
 
Los investigadores tomaron muestras de saliva de los participantes para efectuar determinaciones de anticuerpos.
 
Los participantes tenían una edad media de 28 años y eran de orientación predominantemente heterosexual.
 
La mitad de ellos llevaban utilizando anabolizantes inyectables menos de dos años y un tercio usaron múltiples fármacos de esta familia.
 
El 5% tenían historial de inyección de drogas y la mitad habían tomado cocaína durante el último año.
 
El 86% de las personas incluidas se inyectaban esteroides anabolizantes y el 32%, hormona del crecimiento.
 
Una minoría tomaba gonadotropina coriónica humana, insulina o melanotan.
 
El 9% de los participantes reconocieron haber compartido agujas, jeringas o viales, y el 17% habían sido inyectados por otra persona en el último año.
 
Además de inyectarse anabolizantes, las prácticas sexuales de los hombres seleccionados en el estudio contaban con varios factores de riesgo.
 
Así, solo el 20% utilizaba condón en todas sus prácticas sexuales, el 20% había tenido cinco o más parejas sexuales durante el año anterior, y el 8% había tenido diez o más.
 
El 7% de los participantes usaban fármacos empleados para la disfunción eréctil como sildenafilo (Viagra®) y el 3% eran hombres que practican sexo con hombres (HSH).
 
El contacto de las personas incluidas en el estudio con los servicios sanitarios era limitado.
 
Únicamente el 23% habían sido vacunadas contra el VHB, el 22% habían realizado pruebas de detección del VHC y el 31% habían sido diagnosticadas de infección por VIH.
 
El 17% habían acudido a una clínica de salud sexual durante el año anterior al estudio.
 
La prevalencia de anticuerpos contra el VHB en las muestras analizadas era del 8,8%, mientras que la de anticuerpos contra el VHC era del 5,5%.
Ambos porcentajes eran inferiores a los frecuentemente observados en usuarios de drogas intravenosas.
 
No obstante, la prevalencia de la infección por VIH fue del 1,5%, semejante a la registrada en usuarios de drogas inyectables.
 
La prevalencia de las tres infecciones fue claramente superior a la detectada en la población general.
 
La mitad de las infecciones por VIH tuvieron lugar en hombres heterosexuales.
 
Algunos factores (tales como ser HSH, tener una mayor edad o acudir a clínicas de salud sexual) se asociaron de forma independiente con una probabilidad más elevada de adquirir el VIH.
 
Los resultados de este estudio, aunque fuese de tamaño reducido y contase con pocos participantes, podrían estar definiendo una práctica de riesgo que hasta ahora ha pasado desapercibida: el uso de sustancias anabolizantes inyectables para ganar masa muscular o mejorar el rendimiento deportivo.
 
El hecho de que sea necesario recurrir a canales ilegales para su adquisición podría estar generando malas prácticas de administración (como por ejemplo, compartir materiales de inyección) o el empleo de medicamentos sin las condiciones higiénico-sanitarias adecuadas, factores que serían los responsables de la transmisión de las hepatitis y del VIH.
 
Fuente: Aidsmap.
Referencia: Hope V, et al. Prevalence of, and risk factors for, human immunodeficiency virus, hepatitis B and hepatitis C infections among men who inject image and performance enhancing drugs in England & Wales. 19thBritish HIV Association conference, Manchester, abstract O4, April 2013.
 
Articulo:
 
Articulo Original:
 
19th British HIV Association Conference, Manchester:
 
Website British HIV Association BHIVA: