Los tratamientos más modernos parecen reducir el riesgo de padecer dicha enfermedad.
Un estudio danés publicado en PLoS One ha concluido que el empleo de los fármacos que forman parte de la terapia antirretroviral de gran actividad (TARGA) actual no se asociaría a un mayor riesgo de sufrir diabetes mellitus tipo 2 (DMT2, también conocida como diabetes senil, ya que, en la población general, suele desarrollarse de forma progresiva y afectar, principalmente, a personas de edad avanzada).
Mientras que algunos antirretrovirales de anteriores generaciones que ya no se usan en primera línea de tratamiento sí que se relacionarían con dicha enfermedad.
La asociación entre tratamiento antirretroviral y DMT2 ha sido evaluada por múltiples estudios, aunque algunos de ellos han mostrado resultados contradictorios y todavía no se ha podido establecer de forma adecuada la relación causa-efecto, dado que podrían haber otros factores asociados, tales como la propia infección crónica por VIH.
Para tratar de aportar conclusiones más claras que las existentes, un equipo de investigadores daneses realizó un estudio en el cual se incluyeron datos clínicos de casi 5.000 personas con VIH registrados a lo largo de unos 13 años.
Además, dichos datos fueron comparados con los de casi 14.000 personas sin VIH.
Los datos clínicos incluidos en el estudio fueron registrados entre 1996 y 2009.
Los datos de cada persona con VIH fueron contrapuestos a los de cuatro sin VIH de sexo y edades similares.
En total, 4.984 personas con VIH y 19.936 sin VIH fueron incluidas en el estudio.
El 84% de los participantes eran hombres, con una mediana de edad de 39 años.
En el grupo con VIH, la mediana del recuento de CD4 era de 300 células/mm3 y el porcentaje de coinfectados por el virus de la hepatitis C (VHC), del 19%.
Durante el período de estudio, el 3% de los participantes con VIH y el 4% de aquellos no infectados desarrollaron DMT2.
Globalmente, no se observaron diferencias significativas en el riesgo de desarrollar DMT2 entre ambas poblaciones comparadas.
Sin embargo, al realizar la comparación dividiendo los datos en dos períodos (1996-1999 y 1999-2009), se apreció que en el primero de los períodos vivir con VIH incrementaba la probabilidad de experimentar DMT2 (cociente de la tasa de incidencia ajustado [CTIa: 2,83]; intervalo de confianza del 95% [IC95%]: 1,57-5,09).
La relación se observó tanto antes de iniciar la TARGA (CTIa: 2,40; IC95%: 1,03-5,62) como tras su inicio (CTIa: 3,24; IC95%: 1,42-7,39).
En el segundo período (1999-2009), solo se apreció que el comienzo de la TARGA se asoció significativamente a un menor riesgo de sufrir DMT2 (CTIa: 0,45; IC95%: 0,21-0,96).
Al analizar el impacto de los antirretrovirales de forma individual, se observó que estavudina (Zerit®) [CTIa: 1,81; IC95%: 1,19-2,75] y saquinavir (Invirase®) [CTIa: 1,53; IC95%: 1,01-2,34] se relacionaron con un mayor riesgo de sufrir DMT2. Indinavir (Crixivan®) [CTIa: 1,38; IC95%: 0,91-2,11] y didanosina (ddI, Videx®) [CTIa: 1,52; IC95%: 0,99-2,34] mostraron también cierta tendencia a un mayor riesgo, en este caso no significativa.
Al contrario de lo que podría concluirse de un estudio realizado el año pasado en el que ritonavir (Norvir®) se asoció con un mayor riesgo de padecer resistencia a la insulina, considerada el paso previo a la aparición de DMT2
(véase La Noticia del Día 30/08/2011): http://gtt-vih.org/actualizate/la_noticia_del_dia/30-08-11 en el presente ensayo no se advirtió una relación entre ritonavir y el desarrollo de DMT2.
A pesar de las limitaciones de este estudio, esto es, su naturaleza retrospectiva y observacional, los resultados señalan un menor impacto metabólico de los antirretrovirales de desarrollo más reciente, hecho que, en el contexto de un tratamiento crónico, constituye una buena noticia.
Fuente: Catie.ca.
Referencia: Rasmussen LD, Mathiesen ER, Kronborg G, et al. Risk of Diabetes Mellitus in Persons with and without HIV: A Danish Nationwide Population-Based Cohort Study. PLoS One. 2012;7(9):e44575.
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