El estudio descubrió que el hecho de no revelar el estado serológico tampoco estuvo relacionado con sufrir depresión o ansiedad.
Es conocido que revelar el estado serológico a otras personas (amigos, familiares, parejas, etc.) es una actitud que puede entrañar tanto riesgos (tales como el rechazo o la discriminación) como beneficios (especialmente desde el punto de vista psicológico).
Sin embargo, no hay demasiados datos sobre qué diferencias existen entre revelar o no el estado serológico en términos de apoyo social, salud psicológica, adherencia al tratamiento y resultados virológicos del mismo.
Precisamente en este aspecto se centró una de las sesiones de la conferencia de la Asociación Británica del VIH (BHIVA), recientemente celebrada en Brighton (Reino Unido), en donde se presentó el análisis de un sondeo realizado en personas atendidas en unidades especializadas en VIH de dicho país.
Según concluyen los autores del estudio, el no revelar el estado serológico parece constituir una estrategia de afrontar la infección que no está ligada necesariamente a un mayor riesgo de padecer problemas de salud mental o a dificultades para manejar el tratamiento.
Los datos presentados provienen de la cohorte ASTRA (siglas en inglés de Antirretrovirales, Riesgo y Actitudes sobre la Transmisión Sexual), un estudio observacional que evalúa la conducta sexual de riesgo y las actitudes en torno a la transmisión del VIH y el tratamiento antirretroviral en personas con VIH del Reino Unido.
Unos 3.258 integrantes de la cohorte respondieron a la encuesta (tasa de respuesta del 64%) entre 2011 y 2012 en ocho clínicas del VIH británicas.
De ellas, 2.248 eran hombres que practican sexo con otros hombres (HSH), 373 eran hombres heterosexuales y 637, mujeres.
En todos los casos se dispuso de datos sobre los niveles de carga viral y recuentos de CD4 en el momento de contestar el cuestionario.
Con este sondeo se pretendía establecer el porcentaje de personas que no habían revelado su estado serológico en su círculo social (familia, amigos, compañeros de trabajo y pareja estable, no las casuales) y determinar si existía alguna relación entre dicho factor y varios factores sociodemográficos u otros relacionados con el VIH.
Por último, también pretendía determinar si el hecho de no revelar el estado serológico estuvo relacionado con un déficit de apoyo social, síntomas psicológicos, falta de adherencia al tratamiento o tener carga viral detectable estando en tratamiento antirretroviral.
A las personas se les preguntó si habían revelado su estado serológico a su entorno social (o a la mayor parte de este), a algunas personas o a nadie.
Una pequeña parte de las personas encuestadas no había hablado de su estado serológico con nadie en absoluto.
Al detallar los resultados por grupo de población, se comprobó que entre los hombres que practican sexo con otros hombres, el 5,0% no había hablado de su estado serológico con nadie.
Además, en cada grupo de contactos sociales, un número significativo de HSH no revelaron su estado serológico a nadie (el 40% no se lo dijo a ningún familiar, el 14% no se lo había dicho a ningún amigo, el 54% a ningún compañero de trabajo y el 5% no se lo dijo a su pareja estable).
En cuanto a la familia, el 40% no se lo dijo a ningún miembro de su familia, un porcentaje mayor que en el caso de las personas heterosexuales.
Sin embargo, se observó que los HSH fueron el grupo de población de la encuesta que más dijeron a sus amigos que tenían VIH (a algunos amigos, el 56%; a prácticamente a todos, el 30%).
En lo que se refiere a las mujeres con VIH, el 15,7% no le dijo a nadie que tenían el virus.
El 33% no se lo dijo a su familia, el 42% a ningún amigo, el 84% a ningún colega del trabajo y el 13% no se lo dijo a su pareja.
El grupo social con el que las mujeres fueron más abiertas respecto al estado serológico fue la familia (el 47% se lo dijeron a algún familiar y el 20% a la mayor parte de sus familiares).
En cuanto a los hombres heterosexuales, los patrones de respuestas observados fueron similares a los de las mujeres (el 16,6% no le dijeron a nadie que tenían VIH).
Sin embargo, el porcentaje de hombres que no se lo dijo a ningún amigo fue superior (56%).
En el conjunto de la población del estudio, los principales factores relacionados con una menor probabilidad de revelar el estado serológico fueron el llevar menos tiempo diagnosticado, ser de etnia negra, no estar tomando tratamiento antirretroviral y tener una edad más avanzada (por encima de 60 años).
Otro factor que sólo afectó a los hombres gais fue el hecho de pertenecer a una religión organizada.
Al comprobar si existía alguna relación entre no revelar el estado serológico y tener peores resultados en términos de apoyo social, salud mental y control virológico, se observó que aunque los problemas de salud mental (depresión y ansiedad) y adherencia fueron bastante habituales entre las personas entrevistadas, las tasas no fueron más elevadas en el grupo de personas que no habló de su estado serológico con nadie.
Tampoco se observó ninguna relación entre el hecho de no revelar el estado serológico y tener una carga viral detectable estando bajo tratamiento (aunque en el caso de los HSH se observó una cierta tendencia en ese sentido, si alcanzar niveles estadísticamente significativos).
Los autores del estudio consideran que estos resultados pueden ser un reflejo de que los regímenes de tratamiento son más sencillos, con menos toxicidad y a que las personas, en general, reciben un buen apoyo clínico, por este motivo habría que ser cauteloso a la hora de generalizar estos resultados a entornos donde no se cumplen estas circunstancias.
Fuente: Aidsmap
Referencia: Daskalopoulou M et al. Non-disclosure of HIV serostatus and associations with psychological factors, ART non-adherence, and viral load non-suppression among people living with HIV in the UK. BHIVA conference, Wednesday 22 April 2015, Abstract O3 (Página 2) ◄
Website Aidsmap:
Website 21st Annual Conference of the British HIV Association (Brighton 2015):
http://www.bhiva.org/AnnualConference2015