La combinación formada por Paritaprevir/Ritonavir, Ombitasvir y Dasabuvir –con o sin Ribavirina– constituiría una opción prometedora para este grupo poblacional cada vez más prevalente.
Un estudio presentado en el Congreso Internacional del Hígado (EASL 2015), que tuvo lugar la semana pasada en Viena (Austria), ha concluido que la combinación formada por Paritaprevir/Ritonavir y Ombitasvir (Viekirax®) y Dasabuvir (Exviera®) sería una opción terapéutica segura en personas con infección por el virus de la hepatitis C (VHC) e insuficiencia renal crónica grave.
Hasta la fecha poco se ha investigado sobre el uso de los nuevos antivirales de acción directa frente al VHC en personas con insuficiencia renal en estadios avanzados, un colectivo con cada vez mayor peso dentro del conjunto de personas infectadas por VHC.
La insuficiencia renal crónica es una condición relacionada con el envejecimiento y, por la –habitualmente- lenta progresión de la infección, las personas con infección con VHC en fases más avanzadas suelen tener una mayor edad y, por lo tanto, es relativamente habitual la presencia de insuficiencia renal crónica.
Un total de 20 personas con genotipo 1 del VHC, sin experiencia en tratamientos, con una tasa de filtración glomerular inferior a 30 mL/min/1,73 m2 (que correspondería a insuficiencia renal crónica de estadio 4 o 5, los más graves) y sin cirrosis hepática fueron incluidas en el estudio.
Las personas con genotipo 1a recibieron 12 semanas de tratamiento con Paritaprevir/Ritonavir, Ombitasvir y Dasabuvir; mientras que aquellas con genotipo 1b tomaron el mismo tratamiento más Ribavirina.
En el análisis interino presentado en el presente encuentro, 14 de las 20 personas incluidas en el estudio habían ya completado la totalidad del tratamiento y las 6 restantes seguían aún tomándolo.
La mediana de la edad de los participantes era de 60 años, el 85% eran hombres y el 70% de etnia negra.
El 50% se encontraban en estadio F1, el 30% en estadio F2 y el 20% en estadio F3.
El 65% de las personas incluidas tenían genotipo 1a y el 35% restante, el 1b.
El 35% de los participantes tenía insuficiencia renal crónica en estadio 4 y el 65%, en 5.
El 65% de las personas seguía terapia de diálisis renal.
Por lo que respecta a la seguridad del tratamiento, la mayor parte de eventos adversos fue de intensidad de leve a moderada, sin que conllevaran la interrupción del régimen. Los únicos dos casos de eventos adversos graves –uno de discitis y otro de insuficiencia respiratoria– no se consideraron como asociados al tratamiento.
La incidencia de efectos secundarios fue claramente superior en el grupo con Ribavirina que en el grupo sin Ribavirina.
En el grupo con Ribavirina los principales eventos adversos fueron anemia, náuseas, fatiga y diarrea.
En el grupo sin Ribavirina los principales efectos secundarios fueron fatiga, diarrea, mareos y edema periférico.
En ocho de los 13 participantes que tomaron Ribavirina fue necesario interrumpir el uso de dicho medicamento durante el tratamiento, aunque ni fue necesario interrumpir la terapia con el resto de fármacos ni se precisó de transfusiones sanguíneas.
De los 8 participantes que interrumpieron el uso de Ribavirina, 4 recibieron eritropoyetina.
En cuanto a marcadores de eficacia, hasta la fecha no se han detectado casos de fracaso virológico.
Los 14 participantes que han finalizado el tratamiento han llegado al final del mismo con carga viral indetectable.
La totalidad de los 10 participantes que han llegado a la cuarta semana tras la finalización del tratamiento han obtenido RVS4 (respuesta virológica sostenida a las cuatro semanas de finalizar el tratamiento, que no puede considerarse sinónimo de curación pero sí un buen factor de predicción de curación).
Dos de ellos han llegado ya a la duodécima semana de seguimiento tras la finalización del tratamiento y ambos han obtenido RVS12 (respuesta virológica sostenida a las 12 semanas de finalizar el tratamiento, en la práctica clínica sinónimo de curación).
Los resultados del presente estudio muestran un uso seguro y eficaz de la combinación basada en Paritaprevir/Ritonavir, Ombitasvir y Dasabuvir –con o sin Ribavirina– en el tratamiento de la infección por VHC de genotipo 1 en personas con insuficiencia renal grave.
Entre las limitaciones del estudio destacan su pequeño tamaño y la ausencia de personas con cirrosis hepática, que sería un factor que aún complicaría más el manejo de la infección.
A pesar de ello, los presentes resultados son prometedores y apuntan hacia una buena alternativa para el tratamiento del VHC en personas con insuficiencia renal crónica en fases avanzadas.
Referencia:
Pockros PJ, Reddy KR, Parvez S, et al. Safety of ombitasvir/paritaprevir/ritonavir plus dasabuvir for treating hcv gt1 infection in patients with severe renal impairment or end-stage renal disease: the RUBY-I study. 50th Annual Meeting of the European Association for the Study of the Liver (EASL), Vienna, Austria. Abstract LO1 (Página 259-260) ◄
Website International Liver Congress 2015: